Luego de 22 días de prisión, la Cámara Federal Porteña ordenó la liberación de Facundo Ezequiel Gómez, un joven vendedor de café de 31 años que fue detenido en las inmediaciones del Congreso de la Nación el pasado 12 de junio, durante la represión a la movilización contra la Ley Bases.
Su hermana, Micaela Gómez, contó este jueves que la excusa de la Justicia para mantener a Facundo encerrado fue el supuesto riesgo de fuga y entorpecimiento a la investigación.
"Es una ridiculez porque mi hermano no tiene ni para comprarse un pasaje a Mar del Plata", ironizó, en diálogo con la 750.
Casi un mes después de la votación en el Senado de la Ley Bases, la cacería desplegada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sigue teniendo secuelas. La decisión de la Cámara integrada por los jueces Martín Irurzun, Roberto Boico y Eduardo Farah no alcanzó al total de los detenidos. Aún quedan cuatro personas a la espera de que la Justicia decida.
"Las características de las acciones concretas que se le endilgaron a Gómez no poseen conexión con el tenor de las medidas de prueba actualmente en curso, de manera que quepa presumir su posibilidad de entorpecer el normal desarrollo de la instrucción en lo que sigue”, detallaron los magistrados en el fallo. Es decir, la causa continúa, explicó Micaela Gómez en Branca de vuelta.
Facundo fue detenido mientras hablaba por teléfono con su madre, quien no había podido asistir a la movilización en Congreso debido a una enfermedad. "Lo rodearon efectivos de la Policía Federal, le cortaron la llamada y lo tiraron al piso", detalló su hermana, quien además contó que los uniformados le pegaron a Facundo para que no pudiera decir su nombre en voz alta, una práctica común durante las represiones. El procesamiento, dictado por la jueza María Romilda Servini de Cubría, fue por intimidación pública y atentado contra la autoridad.
"Todo el mundo se puso a disposición, el acompañamiento fue enorme", agradeció por último Micaela.