Marcela Calermo, referente de la comunidad wichí La Mora, de Tartagal, intentó ahorcarse ayer en las puertas de la Ciudad Judicial de esa ciudad, que es cabecera del departamento San Martín.
La posibilidad se tomó como poco creíble, dado que lo hizo mientras estaba encadenada, con una soga sujetada desde las rejas de la entrada del complejo judicial. Sin embargo, los policías que se encontraban en el lugar actuaron rápidamente cuando la vieron desvanecerse, según muestra el video viralizado por integrantes de las mismas comunidades.
Gerardo Barbier, de la comunidad Kilómetro 1 de Misión La Paz (en Santa Victoria Este, municipio del departamento Rivadavia), dijo que Calermo tomó la decisión extrema ante la falta de respuestas a los reclamos de las comunidades, que se extienden desde la entrega de granos incautados por contrabando, hasta la falta de agua segura, dificultades en el acceso a la educación, la seguridad y la falta de viviendas.
Ya desde la semana pasada Calermo se había presentado en la Ciudad Judicial tartagalense, aunque en ese caso, en busca de hablar con representantes de la Justicia federal que había incautado granos por contrabando.
Ayer, antes de tomar la decisión de ahorcarse, afirmó que esperaba que se cumplan diversos “convenios”. Solicitaba la intervención de la Justicia para que las autoridades del Ejecutivo provincial den respuestas. "Nos venían diciendo siempre que 'mañana' se iba a hacer la audiencia y ya hoy nos dijeron que el lunes", comentó Barbier. Añadió que ante estas dilaciones hoy realizarán desde temprano un corte sobre la ruta 34 a la altura del edificio judicial de Tartagal.
Barbier, quien ofició de vocero dado que Calermo comunicó a este diario que no se sentía bien para hablar, indicó que entre otros reclamos se encuentra la necesidad de agua que persiste en distintas comunidades. Sumado a ello, el incumplimiento en la construcción de viviendas para integrantes de los pueblos originarios (un proyecto que se frenó por irregularidades), hasta el pedido de seguridad.
“En la comunidad La Mora estamos pidiendo un destacamento porque cuando los niños se pelean o las docentes son asaltadas, uno llama a emergencias y aparecen cuando ya no hay más nada”, contó Barbier.
A ello agregó el reclamo de Misión La Paz, en donde solo algunos chicos tienen clases en la misma escuela, mientras que otra aula funciona en una Iglesia, que prestó las instalaciones. “Tenemos dos docentes nombradas y desde primer grado a séptimo. Aún no nos habilitaron el nivel inicial”, pese a que el pedido está hecho, sostuvo el referente.