Fernando Martínez, el único campeón mundial del boxeo argentino, afrontará en la mañana de este domingo en Tokio (Japón), acaso la exigencia mas dificil de su carrera: enfrentará al japonés Kazuto Ioka por la unificación de los títulos supermosca (52,152 kg) de la Asociación Mundial (en poder de Ioka) y de la Federación Internacional que ostenta el peleador del barrio de la Boca. El combate tendrá lugar desde las 7 de la mañana en el estadio Ryogoku Kokugikan de la capital nipona y será emitido por ESPN.

Martínez, invicto en 16 peleas con nueve triunfos por la vía rápida y récord negativo en la desaparecida Serie Mundial de la Federación Internacional de Boxeo Amateur (16 victorias y 17 derrotas), ya sabe lo que es pisar fuerte lejos de la Argentina: le ganó pelea y revancha en 2022 al campeón filipino Jerwin Ancajas en los Estados Unidos y en 2023, defendió exitosamente su corona ante otro filipino, Jade Bornea, a quien casi le arrancó la oreja izquierda en Minnéapolis venciéndolo por nocaut técnico en once vueltas. Pero Japón implica otros riesgos, sobre todo ante un campeón consolidado como Ioka que a los 35 años acumula un registro de 31 triunfos (16 antes del límite) y dos derrotas.

Dueño de un ritmo de pelea incesante y muy por encima de la media del boxeo argentino y con un fulminante gancho de izquierda al cuerpo, el "Pumita" deberá meter presión, velocidad y volumen de ataque (y desde luego convicción de victoria) para ganar con la suficiente claridad y evitar el trastorno de un fallo localista. Ioka, por su parte, fue campeón minimosca y mosca de la Asociación, mosca de la Federación y supermosca de la Organización y y ha enfrentado y derrotado a otros boxeadores argentinos: en 2015 superó al mendocino Juan Carlos Reveco en dos ocasiones y al cordobés Roberto Domingo Sosa. 

Con Marcos "Chino" Maidana como mánager, la puesta a punto de Martínez empezó en Las Vegas desde donde pensaba volar a Tokio con la debida anticipación para adaptarse al cambio de horario. Pero un problema en la gestión de las visas del que no se hizo cargo la empresa Premier Boxing Champions que tenía contratado al argentino, lo obligó a regresar a Buenos Aires y desde allí emprender el vuelo a la capital japonesa. "Va a ser una verdadera guerra y espero traer las dos coronas a la Argentina”, dijo Martínez, que tratará de volver a poner en lo más alto la bandera del boxeo argentino. En la misma ciudad donde allá lejos y hace tiempo, Pascual Pérez (1954), Horacio Accavallo (1966) y Nicolino Locche (1968) ganaron los tres primeros títulos mundiales de su gloriosa historia.