Desde Berlín

En Alemania, organizadora de la Eurocopa de fútbol, los símbolos extremistas de derechas y los gestos de intolerancia no son bienvenidos en los estadios y puede sen incluso delito penal, pero ese torneo no es ajeno al ambiente creado por una minoría ruidosa que ha encontrado la manera de colarse en el césped, en las gradas y otros espacios dedicados al disfrute del deporte rey.

Por hacer un gesto que en el Ministerio del Interior alemán consideran de "extrema derecha turca", el zaguero turco Merih Demiral fue sancionado con dos partidos por la UEFA. El futbolista, héroe en la clasificación de Turquía para los cuartos de final pues marcó los dos tantos en la victoria turca frente a Austria (2-1), hizo con las manos levantadas el saludo de los "lobos grises", una organización bajo vigilancia por extremista por la Oficina para la Protección de la Constitución (BfV).

La ideología de los "lobos grises", se basa en una ideología nacionalista, antisemita y racista de extrema derecha, según la BfV, y al saludo de los lobos grises se lo compara en Alemania con el "saludo nazi", gesto castigado por el Código Penal de Alemania en su artículo 86, con el que se pena el uso de signos de organizaciones anticonstitucionales.

También como incompatible con la Constitución es la ideología organización Movimiento Identitario (IB), que también ha sido protagonista en esta Eurocopa pues uno de sus eslóganes 'Defend Europe' ("Defender Europa") se coló en una pancarta del Estadio Olímpico de Berlín en la victoria por 3-1 de Austria frente a Polonia, en duelo del Grupo D.

En Alemania, el IB, que tiene mayor arraigo en Austria pero también cuenta con representantes en territorio germano, también está vigilado por la BfV por su extremismo. Más que vigilado, está prohibido por responsables de numerosas zonas para el visionado público de los partidos de fútbol el que suene la canción del DJ italiano Gigi D'Agostino 'L'Amour Toujours'. 

Esa canción se viralizó en parte después de que en un video de Internet en el que un grupo de jóvenes cantaran en la isla de Sylt (norte) al ritmo de ese tema la expresión "Alemania para los alemanes, fuera los extranjeros". Dicha grabación fue condenada por las autoridades germanas, incluso por el canciller Olaf Scholz, quien calificó los cánticos de los jóvenes como "asquerosos e inaceptables".

Exceso de nacionalismo

En esta Eurocopa, a grupos de aficionados austriacos se les ha escuchado hacer esos cánticos inspirados en la canción de D'Agostino, según recogió la cadena de televisión NTV. Esa televisión también dio cuenta de cómo aficionados húngaros también se acordaron de la canción al llevar antes del partido entre Hungría y Alemania una pancarta que pedía "libertad para Gigi" e incluso antes del partido entre España e Italia.

Además, entre aficionados de las naciones bálcánicas también hubo gestos de intolerancia, según NTV, cuando grupos de hinchas de croatas y albaneses gritaron "muerte a los serbios".

Según explicó a la agencia EFE Hajo Funke, politólogo y experto en extremismo de derechas de la Universidad Libre de Berlín, en una competición deportiva de estas características siempre hay apoyo a los países de cada cual, pero también hay "tonos nacionalistas, como el de los identitarios de los que Austria es ejemplo, o los cánticos como 'Alemania para los Alemanes'".

Minorías radicales

"Esto quiere decir que hay minorías en radicales que buscan a través del fútbol hacerse notar, es una pena que esto ocurra porque mancha el carácter de lo que debe ser un torneo como la Eurocopa, una cita que debe unir a los pueblos", abundó.

Para él, el gesto de Demiral ha causado una sobreactuación de la ministra del Interior de Alemania, que ha disparado la atención sobre el extremismo de derechas. "Hubiera sido mejor que la ministra guardara silencio, porque hay que llevar cuidado y hacer que los partidos de fútbol sean partidos de fútbol y así alejar del protagonismo a los tonos nacionalistas de unos pocos", según Funke.

La Eurocopa, comenzó el pasado 14 de junio, pocos días después de que en las elecciones europeas las fuerzas de ultraderecha mejoraran sus resultados respecto a los de 2019. En el país anfitrión del torneo, Alternativa para Alemania (AfD) logró auparse como segunda fuerza más votada en esos comicios, con un 15,9% de los votos.