El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tomó este viernes impulso en su ofensiva contra el exmandatario republicano Donald Trump y se burló no solo de los errores de su previsible rival en noviembre, sino que aseguró que tal y como ganó en los comicios de 2020, lo volverá a hacer en 2024. El presidente demócrata se dio un baño de masas en Madison, estado de Wisconsin, el mismo día en que la cadena ABC transmitió la primera entrevista televisada que da desde el debate electoral del 27 de junio. En la misma Biden aseguró que el debate fue "un mal episodio" y remató: "Nadie está más preparado que yo para ser presidente o ganar estas elecciones". 

"No daré marcha atrás"

Un Biden completamente diferente, combativo y determinado, intentó responder frontalmente a las preocupaciones sobre su edad en Wisconsin, pero lo hizo con la ayuda de un teleprónter, el apuntador óptico que permite seguir un discurso en una pantalla. "¿Creen que soy demasiado viejo para vencer a Donald Trump?", preguntó, a lo que el público respondió con un rotundo: "¡No!".

El demócrata, que abandonó el escenario al ritmo de una canción cuyo título es "No daré marcha atrás", también destacó las metidas de pata de su rival, cuya edad y agudeza mental despiertan menos preocupación en la opinión pública. "Si te preguntas si Trump está en su sano juicio, ¿oíste alguna vez cómo explicó el 4 de julio cuando era presidente?", señaló Biden, refiriéndose a la independencia estadounidense, proclamada el 4 de julio de 1776.

Trump dijo, según Biden, que la victoria fue posible por la toma de aeropuertos, que obviamente no existían en ese momento. "Es cierto, es un genio completamente estable", bromeó el presidente estadounidense, usando una expresión que su rival había empleado para elogiar su propia inteligencia. "Lo que está en juego en estas elecciones es nuestra libertad. Es nuestra democracia. Es el alma misma de Estados Unidos. ¿Están dispuestos a luchar por ello? Lo sé", proclamó nuevamente Biden.

Uno de los asesores más cercanos de Trump, Jason Miller, respondió con ironía en X al acto en Madison: "Su equipo debería haber utilizado la misma dosis (de medicamentos) durante el debate". Este fin de semana Biden planea recorrer Wisconsin y Pensilvania, que forman parte del llamado "muro azul" de Estados Unidos, que incluye también Michigan, estados que desde 1992, salvo la excepción de 2016, se volcaron por los candidatos demócratas.

En la Convención Nacional Republicana, donde está previsto que Trump acepte la candidatura en dos semanas en Milwaukee, estado de Wisconsin, los demócratas también acudirán a la ciudad para hacer frente "al odio y al extremismo de MAGA". Biden seguirá haciendo entrevistas, destacó la campaña, entre ellas una que se emitió el viernes por la noche con el periodista George Stephanopoulos y que emitirá el canal ABC.

"Estaba enfermo, me sentía fatal", dijo el presidente al justificar su pésimo debate contra Donald Trump. Contando algunos detalles que hasta ahora se desconocían, Biden comentó: "Estuvimos intentando averiguar qué me pasaba. Me hicieron una prueba para ver si tenía o no alguna infección, ya sabes, un virus. No la tenía. Sólo tenía un resfriado muy fuerte".

Cuando el periodista de ABC le preguntó si había visto los 90 minutos de confrontación después del debate, Biden contestó: "Creo que no". El líder demócrata aseguró que la forma en la que transcurrió el debate fue culpa suya y de nadie más pero remarcó que su rival republicano mintió 28 veces, a lo que agregó: "Solo tuve una mala noche".

Luego del viaje a Wisconsin y Pensilvania de este fin de semana, Biden volverá a Washington para la cumbre de la OTAN que se celebrará la próxima semana. Está previsto que pronuncie un discurso de apertura y participe en una conferencia de prensa. Tan pronto como concluya la cumbre, volverá a la campaña electoral con una gira por el sudoeste centrada en involucrar a los votantes negros y latinos.

"Es humano"

La Casa Blanca le restó importancia este viernes a la intención del presidente de no tener actos oficiales después de las ocho de la noche. "Entiende la importancia de tener un enfoque equilibrado y de cuidarse a sí mismo. Es humano, como lo somos todos, pero se trata de un trabajo de 24 horas al día, los siete días de la semana, los 365 días del año, y eso no cambia", apuntó en una conferencia de prensa la vocera presidencial, Karine Jean-Pierre.

Biden confesó el miércoles pasado en una reunión con gobernadores demócratas en la Casa Blanca que tiene que dormir más y que evitará organizar eventos después de las 20 horas, según revelaron varios medios estadounidenses. Las dudas sobre su capacidad física y mental para seguir como aspirante a la reelección en las elecciones del 5 de noviembre se extendieron su pobre desempeño en el debate del pasado 27 de junio contra Trump, en las que se mostró titubeante, sin terminar algunas frases y con la mirada perdida.

Biden, de 81 años, reconoció el martes que "casi se queda dormido" en ese cara a cara y atribuyó también el cansancio a los viajes que había realizado días antes a Italia para la cumbre del G7 y a Francia para el 80 aniversario del desembarco de Normandía. La vocera destacó que el presidente habló con su doctor y quiso dejar "súper claro" que éste consideró que no era necesario un examen médico.

El diario Washington Post aseguró que asistentes, funcionarios extranjeros, miembros del Congreso y donantes dicen que el presidente Biden luce más lento y pierde con más frecuencia el hilo de sus pensamientos en los últimos meses, aunque sus colaboradores cercanos insisten en que se mantiene mentalmente alerta. Varios asesores de alto nivel de la Casa Blanca dijeron al citado medio que él "continúa haciendo preguntas inquisitivas y detalladas sobre asuntos políticos complicados y puede recordar acontecimientos informativos con total detalle".

Algunas voces disidentes

Sin embargo la gobernadora demócrata de Massachusetts instó este viernes al presidente a "evaluar cuidadosamente" su candidatura a la reelección, sumándose a otras voces del partido que dudan que sea la mejor opción contra Trump. "En los próximos días le exhorto a que escuche al pueblo estadounidense y evalúe cuidadosamente si sigue siendo nuestra mejor esperanza para derrotar a Donald Trump", escribió Maura Healey en un comunicado, dos días después de que Biden se reuniera con un grupo de gobernadores.

Mecenas tradicionales del partido demócrata, como el cofundador de la plataforma audiovisual Netflix, Reed Hastings, quien publicó en la revista The Economist una columna titulada "Por qué Biden debe retirarse". En el artículo Hastings describió como "una agonía" ver ante las cámaras "a un anciano confundido al que le costaba recordar tanto hechos como palabras".

Abigail Disney, nieta de Roy Disney, cofundador de The Walt Disney Co., también anunció el jueves a la cadena CNBC que planea retener las donaciones al partido que financió durante años hasta que Biden se retire. "Esto es realismo, no falta de respeto. Biden es un buen hombre y ha servido a su país admirablemente, pero hay mucho en juego", declaró Disney.

La también productora de cine (nieta de Roy O. Disney, hermano mayor de Walt Disney y cofundador de la empresa) sugirió un reemplazo para Biden: su número dos en la administración que encabeza, la vicepresidenta Kamala Harris. "Tenemos una excelente vicepresidenta. Si los demócratas toleraran cualquiera de sus defectos percibidos en una décima parte de lo que han tolerado los de Biden, y si los demócratas pueden encontrar una manera de apoyarla, podemos ganar estas elecciones por mucho", opinó.

Depende de Biden si se presenta o no. En la red social X, y casi al mismo tiempo que el mandatario hablaba en Wisconsin, la cuenta personal de Biden envió un mensaje a seguidores y adversarios: "Déjenme decir esto lo más claramente que pueda: soy el presidente en ejercicio de los Estados Unidos. Soy el candidato del partido demócrata. Yo sigo en carrera".