Tras varios meses de trabajo como asesor estrella de Javier Milei pero sin un título oficial, el gobierno publicó este viernes la designación de Federico Sturzenegger como Ministro de Desregulación y Transformación del Estado. Es la tercera oportunidad que se le da a Sturzenegger como funcionario público del poder ejecutivo nacional, luego de sus erráticos pasos por el ministerio de Economía durante el gobierno de la Alianza, puesto desde el que participó como responsable del Megacanje de deuda de 2001; y por el Banco Central de Mauricio Macri, del que salió eyectado luego del fracaso en el esquema de metas de inflación.

Nacido en Rufino, Santa Fe y criado en Gonnet, una localidad aledaña a la ciudad de La Plata, Sturzenegger se encarga de resaltar que es uno de los "caídos" en la escuela pública. Realizó la primaria en la escuela número 36 de la provincia de Buenos Aires, y la secundaria en el Colegio Nacional de La Plata. "En el pasado, la familia Sturzenegger había pasado unos años en Boston, Estados Unidos, donde el padre hizo un doctorado, pero no dudó en enviar a su hijo a un colegio público en su regreso al país", se enorgullece en la biografía de su página web el compilador de la Ley Bases y el Mega DNU que propulsa la reforma integral de un gobierno que, en apenas siete meses de mandato, ya tuvo una masiva marcha por desfinanciamiento educativo. 

La primera

"Enseño en San Andrés, Harvard y HEC, París. Fui Diputado Nacional, Presidente del Banco Ciudad y Presidente del Banco Central de la República Argentina". De esta manera se presenta el flamante Ministro en su biografía de X. Y, al hacer doble click en su CV, se podría decir que respeta bastante el espíritu de su historia laboral y académica, salvo por la omisión de su primer cargo como funcionario público como viceministro de Economía en 2001, que lo llevó a ser procesado (y sobreseído) en la justicia. 

Con apenas 35 años y una trayectoria académica de primer nivel, en marzo del 2001 Sturzenegger fue convocado por el entonces ministro de Economía Ricardo López Murphy como Secretario de Política Económica (puesto al que coloquialmente se lo conoce como viceministro de economía) del gobierno de Fernando De La Rúa. López Murphy renunció ese mismo marzo, a los quince días de asumir, pero Sturzenegger se quedó ocho meses más hasta el 20 de noviembre, un mes antes de que el presidente tuviera que salir en helicóptero por el techo de la Casa Rosada.

Antes de irse, participó como uno de los responsables del "megacanje" que buscaba reestructurar la deuda con acreedores privados aliviando los pagos a corto plazo para reemplazarlos por unos a más largo plazo y con una tasa de interés mucho mayor. "Ese canje iba a tener un costo exorbitante e implicaría seguir incrementando la deuda externa", escribió en su blog la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner sobre el megacanje, "el peritaje de la causa judicial por el Mega-Canje realizado por el experto en ingeniería financiera Moises Resnick Brenner sostiene que el país sufrió un perjuicio valuado en 55.000 millones de dólares", le puso números la Fernández de Kirchner. El ahora ministro fue procesado en 2013- y absuelto en 2016- por esta operación. Se lo acusaba de manipular y beneficiar a un puñado de bancos de intervenir en el canje. 

"Una dura experiencia en un momento muy difícil para el país. Muchos en su momento le recomendaron que no aceptara, pero creyó que era más constructivo ponerle el pecho a los problemas, que simplemente criticar desde la tribuna", define el protagonista en su biografía autorizada, haciendo caso omiso a la parte judicial.

La segunda

Todavía procesado, Sturzenegger tuvo una segunda oportunidad en la función pública a nivel nacional: Mauricio Macri lo eligió como presidente del Banco Central de la República Argentina, puesto del que salió eyectado en junio del 2018 en plena corrida cambiaria. Macri lo conocía de la gestión en la Ciudad. Es que Sturzenegger se había desempeñado como presidente del Banco de la Ciudad de Buenos Aires durante la gestión de Mauricio Macri como jefe de Gobierno.

Entre los hitos de su gestión se destacan la eliminación abrupta del cepo cambiario que tuvieron que volver a poner, más estricta, tres años más tarde; el fallido aporte de metas de inflación, y su salida en medio de una corrida cambiaria.

El principio del fin de Sturzenegger en el gobierno de Macri fue durante la conferencia de prensa que brindó junto a Luis Caputo, Marcos Peña y Nicolás Dujovne el 28 de diciembre de 2017. El  "28D", como lo llaman economistas y periodistas a ese evento por su importancia como punto de inflexión de la política monetaria que llevaría al fracaso económico de la gestión de Mauricio Macri.  Ese día, el equipo económico le bajó el pulgar al plan Sturzenegger y anunció que la meta de inflación para el año próximo iba a ser más laxa que la prevista. 

El disgusto de Sturzenegger se transmitió en vivo: ¿Cuál cree que es el mensaje a los mercados el hecho de que haya sido el ministro de Hacienda y no el presidente del Banco Central el quien haya anunciado las nuevas metas de inflación?, preguntó una de las periodistas acreditada en la Casa Rosada. "Es así", se cuela la voz de Sturzenegger por el micrófono de Peña, que le da una oportunidad: "¿Cómo?". "Es así", insiste Sturze con una sonrisa que lo acompañará durante toda la respuesta de Marcos Peña evadiendo la pregunta de la colega.  

La meta para 2016 era de 25 por ciento y la inflación fue de 40 por ciento; la del 2017 era de 12-7 por ciento y la inflación fue del 24,8 por ciento; para 2018 la meta era de 8-12 por ciento y los precios subieron 47,6 por ciento; para 2019 la meta era del 5-7 por ciento y la realidad fue un récord de 53,8 por ciento. 

Sturzenegger va a hacer caso omiso a esos resultados en su biografía: "La inflación núcleo, en particular, para diciembre de 2017 se había estabilizado en un valor de 18 por ciento anualizado, con expectativas a la baja. Este proceso de desinflación, a su vez, se dio en un contexto de fuerte crecimiento económico (la economía creció un 4 por ciento en 2017). Aun con estos resultados en diciembre de 2017 el gobierno decidió desmantelar el sistema, lo cual implicó posteriormente un proceso de creciente inflación, lo que motivó su salida al poco tiempo".  Sturzenegger terminó renunciando en junio del año siguiente, unos días después de anunciar el nuevo acuerdo con el FMI y en plena corrida cambiaria. 

“Federico, abollado y sin credibilidad, tuvo que renunciar”, escribe Mauricio Macri en su libro Primer Tiempo. Ahora, sin revisión aparente, Sturzenegger logró conseguir una tercera oportunidad.