Con el triunfo del Partido Laborista en las elecciones de Reino Unido surgen interrogantes sobre cómo este cambio de gobierno podría afectar el litigio de Argentina por la soberanía de las Islas Malvinas. Si bien la política exterior británica mostró una postura firme e invariable respecto a las Malvinas, la llegada de un nuevo liderazgo podría introducir matices en las relaciones internacionales y en la geopolítica regional.
El premier saliente Rishi Sunak, del Partido Conservador, no logró retener su cargo en unas elecciones marcadas por una profunda crisis económica y social en el Reino Unido. Con servicios públicos al borde del colapso, una deuda pública cercana al 90% del PIB, y el incremento de la desigualdad y la pobreza, el Partido Laborista encontró un terreno fértil para su triunfo. La promesa de reformas en áreas críticas como la educación, la vivienda y el sistema de salud fue suficiente para poner fin a 14 años de gobierno conservador.
Postura laborista sobre las Malvinas
Durante la campaña, Keir Starmer, flamante primer ministro británico, dejó entrever que no habrá cambios significativos en la política exterior respecto a las Islas Malvinas.
David Lammy, nombrado este viernes ministro de Relaciones Exteriores, afirmó en entrevistas que los laboristas buscarán conectar al Reino Unido con el mundo, pero descartó cualquier renegociación sobre la soberanía del archipiélago.
"Seguimos firmes en nuestro compromiso con los habitantes de las islas y su derecho a la autodeterminación", escribió el funcionario hace algunos años, en referencia al conflicto bélico que enfrentó a los dos países en 1982. Este compromiso fue reiterado por otros miembros del partido, asegurando que la autodeterminación de los isleños seguirá siendo una prioridad.
"A pesar de los nuevos aires en la política británica, Argentina no debe esperar cambios en la postura del Reino Unido sobre las Malvinas", adelantó a Página|12 Juan Negri, doctor en ciencia política por la University of Pittsburgh y profesor de la Universidad Torcuato Di Tella.
En este punto, sostuvo que "los temas de soberanía o territorialidad suelen permanecer constantes, independientemente del signo político del gobierno de turno". "En el caso del Reino Unido, como puede ser Malvinas, o mismo el caso de Gibraltar, se mantienen incolumes, tanto en gobiernos conservadores como en gobierno laboristas. Insisto, no va a ver cambios", planteó Negri.
Ante este panorama consideró que la estrategia de defensa británica en el Atlántico Sur continuará siendo robusta y enfocada en la preservación de las Malvinas.
Impacto económico y estratégico
Las Malvinas no solo tienen un valor simbólico para el Reino Unido, sino también un significado económico y estratégico considerable. El yacimiento petrolífero Isla de los Leones, ubicado en la Cuenca Malvinas Norte, es una de las mayores apuestas económicas de Londres en la región.
Reino Unido calcula que en la Isla de los Leones Marinos hay un total de 1.700 millones de barriles de petróleo. Se trata de un yacimiento varias veces más grande que Rosebank, el mayor desarrollo planificado para el Mar del Norte de Reino Unido, que se estima que contiene 500 millones de barriles.
Ante este hecho, y si bien Argentina impuso sanciones a las empresas involucradas en la exploración, las actividades continúan. Esto refuerza la importancia de las Malvinas en la política energética británica.
En este contexto, Argentina deberá continuar su intención de soberanía en un escenario complejo, ante la clara autodeterminación de los isleños y la importancia estratégica y económica de las islas para los británicos. La política exterior del Reino Unido, en este sentido, parece estar más allá de los vaivenes electorales, manteniendo una continuidad que trasciende gobiernos y partidos.