Radicales y socialistas, en tanto socios mayoritarios en el frente Unidos para Cambiar Santa Fe, se reunieron ahora ya con sus respectivas tropas en fila y nueva conducción en cada partido, para avanzar en proyecciones de una agenda política que incluye volver a retomar los diversos proyectos sobre reforma constitucional que esperan su hora en Legislatura con cada nuevo período de gobierno.

"Fue para establecer una agenda en común sobre diversos temas de interés institucional y partidario", declamaron unos y otros acerca de la reunión que tuvo lugar el miércoles en la sede del Comité Provincial de la Unión Cívica Radical.

Eufemismos aparte, la reforma de la Carta Magna santafesina –asunto procrastinado si los hay en la provincia– cayó sobre esa mesa y fue uno de los temas que convinieron en retomar referentes de uno y otro partido, sin entrar por ahora en mayores detalles acerca de las características de la reforma. 

Estuvieron reunidos Felipe Michlig, como presidente de la UCR, el ministro de Gobierno Fabián Bastia, la presidenta del Concejo Municipal de Santa Fe, Adriana Molina, entre otros del radicalismo. Y por el socialismo se dieron cita Joaquín Blanco como secretario general del PS, la secretaria adjunta Varinia Drisun, los diputados provinciales Pablo Farías, Rubén Galassi, Mariano Cuvertino, y Rosana Bellatti, y además, un histórico dirigente como Raúl Lamberto, que está asignado a coordinar la "Comisión por el Estudio de la Constitución Santafesina" que formó ese partido para este fin.

Es que, según contó una fuente partidaria, el socialismo tiene pautas de trabajo definidas sobre cómo continuar el estudio y el debate sobre la reforma y actualización constitucional que se debe Santa Fe. Por eso tiene esa comisión que preside Lamberto, secundado por otros referentes conocidos en el partido fundado por Guillermo Estevez Boero.

Los socialistas plantearon a sus socios radicales que esperan llegar al mes de agosto con un documento redactado sobre los qué, los cómo y los cuándo de la reforma por venir.

El aviso socialista apuró a la UCR, cuyos dirigentes decidieron abrir un espacio parecido de discusión con especialistas y sopesando los distintos proyectos de ley que todavía conservan estado parlamentario. El último fue del diputado José Corral, ingresado semanas atrás.

En la reunión valoraron el hecho de que este año no tiene elecciones en su calendario. Por eso se plantearon como plazo posible llegar a octubre con una posición consensuada y único del frente Unidos. Los radicales tendrán la tarea de allanar el camino y sumar las voces y opiniones del PRO, la otra pata fuerte de la coalición gobernante.

Mientras tanto, en la Casa Gris, Maximiliano Pullaro y sus ministros mantienen distancia de estos aprontes y aseguran que la reforma constitucional no está entre las urgencias del programa de gobierno.

La indiferencia es relativa, puesto que en la reunión del miércoles entre radicales y socialistas uno de los presentes fue el propio ministro de Gobierno, Fabián Bastia. Sin embargo, le dijo ayer a Rosario/12 una vez más que el Ejecutivo no se involucra en esto. "Nosotros no estamos en eso, sí acompañamos, no vamos a obstruir esas iniciativas, esos debates, pero las prioridades de gobierno son otras. Está bien que la discusión se dé en el plano de lo partidario y lo legislativo", separó el ministro político del gobernador. 

Una vez que el frente Unidos alcance esa definición acerca de qué clase de reforma constitucional encarar, será el momento de abrir el escenario a la oposición. Por eso será clave entonces los sondeos al peronismo, también de reciente renovación de autoridades, con Guillermo Cornaglia al frente.

Según publicó esta semana el diario El Litoral, la conducción del frente Unidos volverá a reunirse el próximo lunes 22 en Rosario para seguir el tema.