Laudelina Peña, la tía del niño desaparecido Loan Peña, fue imputada por la jueza Cristina Pozzer Penzo en la causa por la desaparición de su sobrino y declaró este viernes frente a los fiscales de la Justicia Federal: parece estar muy comprometida. En concreto, la imputan por "su participación en el ocultamiento y sustracción del menor". Quedó detenida luego del pedido de los fiscales.
La acusada arribó al Juzgado Federal de Goya y dio testimonio respondiendo 6 preguntas en el caso que lleva más de tres semanas. Hace una semana, la mujer había dicho frente a un fiscal provincial --el cual no tenía fuero en el caso-- que el menor fue atropellado y enterrado por el matrimonio detenido el 13 de junio –Caillava-Pérez-- cuando el niño desapareció en 9 de Julio.
La declaración fue extraña y está puesta en duda. Porque habría visto que su sobrino fue atropellado por accidente y en lugar de denunciarlo, dijo que colaboró en la desorientación de la investigación y que al haber estado amenazada, nunca había hablado. Todo parece indicar que –tal como ella misma confesó— la mujer habría plantado la zapatilla del niño en un charco para que lo siguiesen buscando en la zona por “haberse perdido”, cuando en verdad estaba en otro lado y ella lo sabía.
En su declaración, Laudelina habría dicho ignorar donde está el cuerpo de Loan y de manera insólita --por la contradicción consigo misma-- habría declarado que piensa que su sobrino está vivo. La llamadas desde su celular estudiadas por la Policía Federal con el sistema UFED ayudaron a incriminarla.
Los investigadores sospechan que la declaración sobre el accidente es para encubrir los verdaderos hechos perpetrados aparentemente por los siete detenidos, con algún fin que se desconoce. El secreto de sumario impide certezas, pero habría una hipótesis central de que Loan fue sustraído por la tía y su marido Antonio Benítez para luego entregárselo a la pareja María Victoria Caillava y el ex militar Carlos Pérez. Estos últimos se lo habrían llevado alternativamente en sus dos autos a algún lado, no se sabe para qué ni en qué condiciones.
Aquí se abren dos hipótesis: el fin de la sustracción del niño podría tener fines de venta, o podría haber algo relacionado con abusos sexuales. Pero la versión del accidente no termina de ser descartada: se están esperando pericias en las ruedas del auto que lo habría atropellado para determinar si la sangre identificada allí pertenece al chico.
La gran novedad es que Laudelina Peña quedó imputada y para la Justicia, ella tuvo una participación decisiva en los hechos, junto con su marido Antonio Benítez.
Antonio Benítez fue quien organizó la ida al naranjal y también fue observado en situaciones extrañas: luego de la desaparición de Loan, él se retiró de la escena –mientras lo estaban buscando— y adujo que lo hizo para ir a comprar pilas que usaría en una linterna durante la búsqueda. También reapareció habiéndose cambiado de ropa “por el calor”, algo muy llamativo. Y durante la búsqueda habría logrado que el padre de Loan no buscase en un bosque donde hubiese sido lógico hacerlo. La gran pregunta es qué hizo Benítez en el momento en que se ausentó.
Lo que está menos claro es la participación del comisario Walter Maciel, quien habría sido parte del accionar de encubrimiento: no se sabe si el comisario fue parte del plan para llevarse a Loan, o encubrió por mera afinidad personal con algunos de los imputados. Su comisaría fue allanada este viernes.
La jueza Pozzer Penzo está cerca de ordenar la rotura de una losa construida en el cementerio de 9 de Julio a poco tiempo de la desaparición de Loan.