En un principio pareció que el chispazo entre Milei y Macri era político. Y es que la queja de Macri se expresó públicamente después de que Javier Milei hablara de fusionar el PRO con La Libertad Avanza. El expresidente dijo que no y mandó a los suyos a sacar del partido a los que promueven la fusión, como es el caso de Patricia Bullrich. Sin embargo, eso no aplacaron las diferencias y poco a poco comenzó a surgir una razón mayor que pareciera ser la que en realidad justifica la molestia de Macri: el dinero. Por un lado es el incumplimiento de la Rosada con un fallo de la Corte Suprema. Se trata de aquel que obliga al Estado nacional a saldar la deuda de coparticipación con la Ciudad de Buenos Aires. No es poco dinero, se calcula que representan unos 800 mil millones de pesos. Pero allí no termina la queja macrista. También se debe sumar la decisión del ministro Caputo aplicó una motosierra en la recaudación porteña. Por ahora, el gobierno nacional buscó calmar un poco los ánimos a través del vocero presidencial, Manuel Adorni, que afirmó que el presidente Milei tiene intenciones de saldar la deuda con la Ciudad de Buenos Aires en materia de coparticipación y acatar el fallo de la Corte Suprema.
"Se va a cumplir con todos los fallos judiciales, este no es uno más de todos ellos y efectivamente se está trabajando para solucionarlo", aseguró Adorni en su última conferencia de prensa en la Rosada. De todas maneras, el funcionario no precisó una fecha para que se concrete ese pago o el inicio de la efectivización de las cuotas.
"Nada puede empantanar lo que hasta ahora viene funcionando muy bien, nos apoyaron en la Ley Bases, coincidimos en muchas lecturas, nada puede interferir en esa relación", dijo Adorni en búsqueda de argumentos que sirvan para bajar la tensión con el principal aliado en el Congreso de la Nación. Luego intentó diferenciarse con el gobierno anterior, el de Alberto Fernández: "Somos distintos, acatamos todos los fallos judiciales y vamos a trabajar con la Ciudad, que se lo viene haciendo. Hubo reuniones, Jorge Macri estuvo en algunas reuniones, y se va a cumplir con todos los fallos judiciales", aseguró el vocero.
En rigor, la administración libertaria debe pagar lo que definió la Corte. Un fallo que nació a partir de una presentación que hizo en 2020 el entonces jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, luego de que el presidente Fernández recortara el porcentaje extra que recibía CABA en concepto de coparticipación fruto de un capricho de Macri, en sus años de presidente. Así, Fernández bajó del 2,95 por ciento al 1,4 por ciento. Luego vino a la Corte que no sólo ordenó restituir esos fondos a la ciudad de Buenos Aires sino que además determinó el porcentaje que, según los supremos, debía ser de 2,95 por ciento. Sin embargo, hasta hoy, Milei siguió transfiriendo el 1,4 por ciento de la masa coparticipable.
Esta es una de las razones que en realidad molestó a Macri. Lo dijo él y también sus más estrechos aliados. Desde Cristian Ritondo hasta el actual jefe de gobierno porteño, el primo Jorge Macri. En los mentideros políticos no lugar a duda de que es esa deuda lo que en realidad provocó la reacción de Macri y no exclusivamente el llamado de Milei a fusionar el PRO con La Libertad Avanza.
La otra maniobra
Sin embargo, trascendió que el hecho de que la administración libertaria no avance en la resolución de la deuda de la coparticipación no es el único motivo de disgusto para Macri. También generó molestia una maniobra reciente del ministro Luis Caputo y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili. Ambos anunciaron, el día después de la sanción de las leyes Bases y Paquete Fiscal, que los pases de pasivos remunerados que el Central suele colocar en los bancos por Letras de Regulación Monetaria y que emite el Tesoro Nacional van a ser reemplazadas. La clave en todo esto es que no estarán gravados por Ingresos Brutos y eso es un golpe bajo para las arcas del gobierno porteño.
Resulta que el cobro de Ingresos Brutos a las empresas que tienen sede en CABA, como es el caso de los bancos, representa --nada más y nada menos-- que el 76 por ciento de los fondos que ingresan al gobierno de la ciudad. La casi totalidad de los bancos que hay en el país tienen su sede central en la ciudad de Buenos Aires, la suspensión de los pagos de ingresos brutos de esos movimientos entre el Central y el resto de los bancos, es una herida importante en las arcas porteñas.
Ahora queda más claro el tuit de Macri cuando dice que “para alcanzar esos cambios, hay una condición anterior aún más importante que crear nuevas leyes, y es cumplir con las existentes, en especial, cumplir con los fallos irrevocables dictados por la Corte Suprema". Luego agrega "ese es el caso de la deuda de coparticipación que la Nación mantiene con la Ciudad de Buenos Aires. No tengo dudas de que cumplir los fallos es la voluntad del Presidente, porque todos sabemos que sin instituciones (y no hay instituciones si no se cumplen las reglas), no habrá justicia, ni progreso, ni crecimiento, ni bienestar, ni inversiones”.
Milei sabe que necesita de los votos de los legisladores del PRO en el Congreso. Entonces deberá pagar por esa alianza, porque en las alianzas las deudas se pagan , en una fusión eso no ocurre.
Los ruidos políticos
La deuda en metálico es real, como también lo son las diferencias políticas que existen entre La Libertada Avanza y el PRO e incluso dentro del mismo PRO.
Una batalla que se produce en varios campos y al mismo tiempo. Macri se diferencia de Milei porque no quiere que su partido sea absorvido por algo muy nuevo como es LLA. Y al mismo tiempo se enoja y se distancia de aquellos que dentro del PRO impulsan la fusión con los libertarios. Es el caso de Patricia Bullrich y una serie de dirigentes políticos que la siguen en esta aventura de avanzar a una incorporación plena al universo libertario.
Por caso, Martín Yeza que supo ser intendente de Pinamar y ahora es el titular de la asamblea del PRO dijo expresamente que si el partido que dirige Macri se alejara del gobierno nacional o no colaborara, sería la presidencia Milei la que sufriría porque "se podría poner peligrosa la Argentina". Un mensaje que tiene dos destinatarios, Bullrich y el presidente Milei.
Yeza dijo además y apuntando directamente a Bullrich que en estos últimos cuatro años el PRO --que era dirigido por la actual ministra de Seguridad-- se centró en "las peleas y cosas que no están a la altura de los problemas que tienen los argentinos todos los días".