El fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas de Tartagal, Gonzalo Ariel Vega, imputó provisionalmente a tres hombres de 32, 39 y 56 años como coautores del delito de homicidio criminis causa (cometido para ocultar otro delito). El martes último se encontró un cuerpo en la caja de una camioneta incinerada en un camino alternativo que lleva al basural de la localidad de General Mosconi, en el norte de la provincia de Salta.
Vega indicó que la víctima sería Adrián Pérez, de entre 48 y 50 años de edad, el titular del vehículo incinerado. Su esposa denunció su desaparición, ya que perdió contacto con él desde el domingo último. La fiscalía aún trabaja en la confirmación de la identidad del fallecido mediante el cotejo de ADN con muestras genéticas de sus familiares directos.
El fiscal calificó el hecho como gravísimo. La autopsia, realizada en el Cuerpo de Medicina Forense de Orán, reveló que la víctima recibió una lesión de arma blanca en el pulmón derecho.
En el marco de la investigación, Vega informó en declarciones a Radio Nacional que la víctima se encargaba de recaudar dinero de los bingos más importantes de la provincia, como los del Hospital Oñativia, la Liga Salteña de Fútbol y el Círculo Argentino. "Él viajaba a distintas localidades para recaudar dinero", precisó. En esta ocasión había llegado a Tartagal para recoger fondos, allí era donde más dinero recaudaba y más vendedores de bingos había. También recorría General Mosconi y Salvador Mazza.
Considerando la actividad de la víctima, el fiscal planteó la hipótesis de que el hombre fue asesinado para robarle, probablemente entregado por personas que conocían sus movimientos. "Justamente, los detenidos están relacionados con esta tarea y conocían sus movimientos", señaló Vega.
Las tareas investigativas realizadas por la Unidad de Investigación UGAP Tartagal, que incluyeron el relevamiento de testigos, análisis de cámaras de seguridad y comunicaciones, permitieron identificar a los acusados como sospechosos de haber herido mortalmente a la víctima con un arma blanca y luego incinerado su cuerpo con el fin de ocultar el robo y asegurarse la impunidad.
“Cuando se convocó a personal de Criminalística y de la División de Bomberos, se logró descubrir el chasis de la camioneta y el número grabado, además de encontrar una de las patentes, que aunque estaba destruida, permitió identificar el número. Gracias a esto, se determinó quién era el titular del vehículo y se contactó urgentemente con los familiares en la ciudad de Salta”, detalló Vega.
Posteriormente, la esposa del fallecido viajó a Tartagal y denunció la desaparición de su pareja. “Dijo que su marido había desaparecido el domingo después de las 16 o 18 horas y desde entonces no tuvo más comunicación con él”, contó el fiscal.
En la audiencia de imputación, los acusados fueron asistidos por la defensa oficial y se abstuvieron de declarar. La Fiscalía solicitó al Juzgado de Garantías 1 de ese distrito, el mantenimiento de detención para evitar los riesgos procesales de fuga y entorpecimiento de la investigación y por la gravedad del hecho investigado.