Cuando el diputado nacional Rogelio Iparraguirre habla del rol de la provincia de Buenos Aires en materia deportiva, utiliza una frase y la repite como mantra. "La Provincia sostiene una inversión en deporte del orden de los 8 mil millones de pesos, que es más que la inversión completa del Estado nacional durante el gobierno de Milei". Iparraguirre lo destaca porque "se da en un contexto feroz que busca fundir las provincias", pero resalta un eje que como diputado lo llevó a formular un proyecto de modificación de la Ley del Ente Nacional de Alto Rendimiento (ENARD): "El de la Provincia es un presupuesto que busca apalancar, fomentar y profundizar el deporte en vías de alto rendimiento".
Los Juegos Bonaerenses son el pilar de la política pública deportiva bonaerense. De hecho, Iparraguirre sostiene que de los 8 mil millones de pesos totales, 6 mil millones van directamente a éste programa, al cual el diputado denomina como "la base de la pirámide del sistema deportivo". Esa pirámide de la que él habla tiene como punta el ENARD, que cobija sólo a los deportistas que ya están en alto rendimiento. De hecho, las exigencias para las becas que pusieron el secretario de Deportes Daniel Scioli y el subsecretario Julio Garro, hablan de que de mínima se debe tener podio sudamericano, sea la disciplina que sea. Si no sos por lo menos el número 3 de Sudamérica en tu deporte, el ENARD no te contempla. El problema es que entre la base y la punta, hay una hoja en blanco gigante en los procesos de formación, que Iparraguirre define como "ausencia estatal".
Iparraguirre explica que el ENARD es importante para la provincia de Buenos Aires "por simple peso específico". El diputado remarca que, en promedio, la provincia más grande del país suele representar alrededor de la mitad de la delegación olímpica, y eso se plasma a la perfección en la nómina de deportistas que viajarán a los Juegos Olímpicos de París, que comenzarán el 26 de julio. Por ese motivo, Iparraguirre advierte que "es estratégico que el Estado nacional tenga una estrategia de financiamiento al deporte de alto rendimiento, porque los resultados son beneficiosos para el conjunto de la sociedad". Sin embargo, el comportamiento del Gobierno libertario en la materia lejos está de alcanzar los volúmenes esperados.
El viernes por la mañana, los deportistas bonaerenses que viajarán a París y el resto de la comitiva nacional olímpica escucharon al Presidente Javier Milei, que visitó el ENARD para brindar un discurso de despedida. El encuentro se celebró en el auditorio "Presidente Perón", cuyo nombre fue borrado del frente horas antes de que Milei llegara.
Con la pintura todavía fresca, Milei se sinceró cuando aclaró a los deportistas que "si llegaron hasta aquí no será por azar sino por el camino de sacrificio que han recorrido", ya que las condiciones en las cuales desarrollan sus carreras carecen del acompañamiento estatal requerido. Luego de que el secretario de Deportes Daniel Scioli dijera que a Milei "se lo reconocía como arquero por el vigor y la intensidad que ponía", y asegurara que "ahora le toca atajar todo lo que le tiran", el Presidente dijo que "la victoria en la guerra no depende de la cantidad de soldados sino de las fuerzas que vienen del cielo".
La frase podría explicar el accionar del secretario de Deportes Daniel Scioli y su subsecretario Julio Garro, que parecen apelar a las fuerzas del cielo a la hora de tratar el deporte, y no a herramientas enmarcadas en políticas públicas destinadas a los competidores del alto rendimiento. El diputado Iparraguirre reflexiona: "El Gobierno nacional trata al deporte como trata al conjunto de los argentinos de a pie, y nos trata como enemigos. Era obvio que con el deporte no iba a haber un trato diferente, porque si a las pymes, la educación pública y al medioambiente lo trata como lo trata, el deporte no iba a ser la excepción, ya que muy a mi pesar, el Gobierno destruye todo por igual".
Iparraguirre relata que en las reuniones que mantiene con funcionarios nacionales y actores del alto rendimiento, "los propios deportistas relatan la situación de enorme desfinanciamiento que reciben por parte del Estado nacional". El deporte no escapó a la lógica libertario, que este último mes redujo las becas, los montos y la cantidad. "El ENARD, a gente que va a buscar medallas y campeonatos panamericanos, le da una "beca de excelencia" de 436 mil pesos, que es la mitad del sueldo de un empleado de comercio, mientras que la beca de "jóvenes promesas de alto rendimiento", que son un grupo muy selecto de 35 menores de 18 años, brinda 120 mil pesos, menos que un Potenciar Trabajo", describe el diputado.
Con las problemáticas que expone a este diario como motor, y junto al bloque de diputados nacionales de Unión por la Patria, el tandilense Iparraguirre y la platense Victoria Tolosa Paz enviaron un proyecto de Ley de modificación de la Ley 26.573 - Ente Nacional de Alto Rendimiento (ENARD), con el fin de recuperar el financiamiento autárquico del ente que engloba a los deportistas de alto rendimiento, que fue perdido por una decisión de Mauricio Macri. La iniciativa, además, busca reforzar las tan mencionadas etapas de preparación de los deportistas, que desde su creación hasta la actualidad, nunca fueron contempladas por el ENARD.
Iparraguirre, que trabajó en el Gobierno nacional de Néstor Kirchner y que se desempeñó como concejal de la ciudad que lo vio nacer, dialoga con BuenosAires/12 sobre el proyecto que formuló junto a sus pares de UxP. Remarca que éste, además de apuntar a la modificación, es un proyecto de recuperación, porque busca "recuperar el espíritu original" del ENARD, que fue creado por la presidenta Cristina Kirchner en 2009 y que comenzó a estar operativo en 2010. El diputado nacional por la provincia de Buenos Aires destaca que, hasta ese entonces, Argentina nunca había tenido un organismo dedicado al alto rendimiento dentro de sus políticas públicas, lo que significó "un salto gigantesco en materia de planificación" para el alto rendimiento deportivo, ya que le dio autarquía al sistema, brindándole independencia de los sistemas públicos por tratarse de un organismo no estatal de derecho público.
En ese entonces, al ENARD se le brindó una fuente de financiamiento externa al presupuesto de Nación. Aquella fuente, instituida por la sanción de la Ley 26.573, fue del 1 por ciento de los ingresos totales de las compañías de telefonía celular netos de IVA. "Suena a poco por lo que son las ganancias extraordinarias de las compañías de telecomunicaciones, y sin embargo, ese porcentaje permitió un salto cualitativo", dice Iparraguirre, que agrega: "Gracias a ello empezamos a ver tímidamente algunos resultados del alto rendimiento, que tiene dos condiciones excluyentes que son la planificación estratégica a mediano y largo plazo y el financiamiento. Esos resultados, en cualquiera de los países con los que podemos compararnos, se empiezan a ver cuatro, cinco o seis años después de aplicar los dos criterios excluyentes, pero recién en la década se plasman verdaderamente".
El diputado menciona esta característica porque el ENARD sufrió una interrupción en su proceso, que fue la base de los problemas sufridos durante los últimos años y el eje de las modificaciones que platean el tandilense y la diputada Victoria Tolosa Paz, junto a todo el bloque de Unión por la Patria. En las olimpiadas de Río de Janeiro 2016, a seis años de la puesta en funcionamiento del ENARD, Argentina visibilizó resultados concretos, con la consagración del lanzador de jabalina bonaerense Brian Toledo como gran ejemplo. Sin embargo, un año más tarde, el entonces presidente Mauricio Macri derogó el artículo 39, que es el que brindaba autarquía al ENARD, y con eso anuló la fuente de financiamiento externo del 1 por ciento de las compañías de telefonía celular, a las que reemplazó por un porcentaje ínfimo del presupuesto del Estado nacional, que está sujeto a lo que cada Gobierno disponga año a año.
"A partir de ahí, hasta el día de hoy, ese presupuesto que empezó del ENARD entró en un proceso de licuación constante durante el Gobierno de Macri, de Fernández, y ni hablar en estos siete meses del Gobierno de Javier Milei", advierte Iparraguirre.
Si bien Iparraguirre comenzó poniendo el foco en la reivindicación de la política pública en materia deportiva de alto rendimiento, las modificaciones que él y su bloque plantean también se tornan de gran importancia. Hace quince años, cuando la Ley estableció que el financiamiento externo sería el 1 por ciento de los ingresos totales de las compañías de telefonía celular netos de IVA, el mundo de las telecomunicaciones y de la tecnología era completamente distinto. "Comparar el 2009 con el 2024 en materia de telecomunicaciones y la evolución del mercado es pasar de la edad de piedra a la edad de bronce", compara el diputado, y amplía: "En el medio, internet pasó a ser la norma vigente en el conjunto de las telecomunicaciones, pero también operaron fusiones, triple play, e integración horizontal de las empresas del mercado".
Por ese motivo, en el proyecto de modificación de la Ley 26.573, los diputados de UxP plantearon la posibilidad no sólo de recuperar ese 1 por ciento inicial, sino que esta vez debe ser el 1 por ciento del total del mercado de las telecomunicaciones, que además de telefonía celular suma televisión por cable, televisión satelital, servicio de internet tanto domiciliario como corporativo, y servicios de telecomunicación, que pueden ser alquiler de banda, servicios satelitales y demás. Iparraguirre explica que, de esta manera, y "al calor de la desregulación feroz" que están teniendo las compañías de telecomunicaciones, ese 1 por ciento arroja un monto "verdaderamente importante, que en términos de financiamiento deportivo pondría a la Argentina en niveles como el de países a los que miramos en materia de desarrollo deportivo de alto rendimiento como Colombia, Brasil o Chile".
Sin embargo, como el financiamiento externo representaría más del doble que en 2010 en caso de sancionarse las modificaciones, Iparraguirre y sus compañeros pusieron el foco en una etapa completamente obviada por el ENARD: el camino hacia el alto rendimiento. El ENARD es la institución que financia, acompaña, apoya y sostiene a los deportistas de alto rendimiento, de la excelencia y la élite. Esto quiere decir que el deportista, en toda su carrera, recién es cobijado por el ENARD cuando ya llegó al alto rendimiento.
Dice el diputado: "Cuando descubrimos que este recupero de la fuente de financiamiento fuera no sólo con las compañías de telefonía celular, sino con el conjunto de las empresas, encontramos que gracias a esos montos importantes se nos habría una ventana de oportunidad para desarrollar una política pública que nunca tuvimos en la historia, que es la presencia y el abordaje del Estado en la vida del deportista y el entrenador, en lo que se conoce "en vías" al alto rendimiento deportivo", y amplía: "El ENARD contempla al que ya llegó, que no sabés cómo lo hizo, si por mérito propio, si por físico, si por plata, si por dónde nació, pero recién ahí lo contemplan, y si nosotros queremos un plan estratégico de desarrollo de alto rendimiento, tenemos que entender que éstos deportistas no nacen de la nada, y que hay una historia que los precede, que es la suya y la de su entorno".
Por este motivo, los diputados de UxP plantearon en su proyecto que una mitad del 1 por ciento de los ingresos totales del conjunto de compañías vaya para el ENARD, pero que con la otra mitad se cree el Fondo Federal para el Alto Rendimiento Deportivo (FONARD), que será manejado por un novedoso Consejo Federal para el Alto Rendimiento Deportivo (COFARD), cuyo objetivo será financiar y establecer un plan federal para el desarrollo del deporte en todas las provincias del país. Según cuenta Iparraguirre a este diario, el COFARD estaría integrado por un directorio ejecutivo compuesto por las tres entidades superiores del deporte reconocidas por Ley en Argentina, que son el Comité Olímpico Argentino, el Comité Paraolímpico Argentino y la Confederación Argentina del Deporte, y por el conjunto de las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
"Esto busca atender ese espacio que hay entre la base de la pirámide del sistema deportivo, que son los clubes de barrio, el deporte social, el deporte recreativo y las categorías que existen a lo largo de todo el territorio nacional en las distintas disciplinas, y la punta de la pirámide, que es el ENARD", explica el diputado a BuenosAires/12. Asegura que, según las estadísticas mundiales, por cada deportista que ya está en el alto rendimiento hay aproximadamente 100 deportistas "en vías" al alto rendimiento. El fútbol, al ser una disciplina profesional, no está contemplado dentro de este número.
El ENARD hoy contempla en su esquema el aporte, sostenimiento y financiamiento a aproximadamente 1200 deportistas. En un país de 47 millones de habitantes, la votación favorable del proyecto de modificación de la Ley 26.573 y la concreción de los nuevos FONARD y COFARD, haría que con el 50 por ciento del financiamiento externo se cobijaran entre 100 mil y 120 mil deportistas que todavía no llegaron al alto rendimiento, ya que si bien pueden tener las condiciones necesarias, pueden carecer de infraestructura adecuada, entrenadores, formación, o acceso a fisioterapeuta, biomecánica, medicina del deporte, salud mental, tecnología o roce internacional.
Según Iparraguirre, estos montos se distribuirían por coeficiente de coparticipación, por lo que a la Provincia de Buenos Aires le tocarían, ni más ni menos, que 6.500 millones de dólares adicionales a su propio presupuesto deportivo.
"Esto sería una vuelta de campana en las posibilidades de Argentina de tener, en serio, una política pública de planificación hacia el alto rendimiento deportivo", dice Iparraguirre, que destaca que esto beneficiaría no sólo a los deportistas, sino a la Nación en su conjunto. Para afirmarlo, el diputado tandilense explica que el deporte está considerado como uno de las cuatro indicadores de desarrollo nacional, ya que tiene una incidencia directa en la calidad de vida futura de la población. "El desarrollo del deporte necesita un esquema de planificación estratégico, que tenga un punto de llegada en el alto rendimiento deportivo, porque es el que luego espeja hacia abajo el resto de las conductas de los deportistas", explica.
Él, que estudió sociología cuatro años, además enumera el bienestar físico y psíquico que genera en la población y el fortalecimiento del capital social y cultural de quienes han practicado el deporte como ejes fundamentales. "De hecho, consiguen más y mejores empleos en la vida adulta quienes tuvieron la posibilidad de pasar por el deporte", agrega.
Él tiene 46 años y sus amigos son los mismos con los que jugaba al rugby en la cuarta división del Club Los Cardos. "Eso construye una red social que es un diferencial con respecto a quien no tuvo la posibilidad", dice. Y agrega: "Está probado que el rendimiento en matemática o física en niños tiene un diferencial muy grande entre quienes pudieron tener acceso a prácticas deportivas y quienes no, porque cuando uno hace deporte, hace cálculos matemáticos y físicos permanentemente. Si bien no estás en el aula, se miden fuerza, potencia, rebote, efecto, velocidad, distancia".
Sin embargo, Iparraguirre destaca un rol poco mencionado del deporte: "Estamos viviendo un tiempo donde todos los días amanecemos más desconcertados que ayer, producto de la revolución tecnológica y la irrupción de las redes sociales. Estamos en una sociedad de identidades fragmentadas, de solos y solas profundamente descontentos con el pasado que precede, a la vez que apáticos con el futuro que nos espera, entonces recuperar las instancias offline de nuestra vida son vitales para el futuro de la humanidad".
El tandilense también es vicepresidente de la comisión de Adicciones, y asegura que lo que antes se sintetizaba en la frase "sacar a los chicos de la esquina", hoy es "sacar a los chicos de su habitación". "El deporte tiene la condición excluyente de que no podés practicarlo estando conectado, y eso, que parece una pavada, hoy tiene una importancia enormemente sustancial", remarca, y advierte que si el deporte no es acompañado por un Estado que genere un desarrollo estratégico con las provincias, que irradie hacia el conjunto de la población la importancia de la práctica deportiva, "difícilmente avancemos en ese sentido".
Otra de las aristas de importancia mencionadas por el diputado es la económica, ya que según él, la actividad deportiva "tiene una importancia muy elocuente" allí. Los juegos olímpicos confirman su sede ocho años antes, por lo que España, que celebró los Juegos de Barcelona '92, sabía que los acogería desde 1984. A partir de ahí creó un ministerio de Deporte, desarrolló un plan estratégico de la actividad deportiva y entró en un ciclo que lo potenció en atletismo, natación, y en fútbol, coronándose campeón mundial en 2010. "Hoy, en España, el deporte representa un 3 por ciento del PBI. En Argentina representa entre el 0,3 y el 0,5", retrata el diputado, que apunta que "el deporte es una industria que bien entendida, y bien trabajada, también da beneficios al conjunto de la población y que trasciende al que la practica".
Iparraguirre asegura que la provincia de Buenos Aires, al igual que en la actividad económica, representa la parte más importante del país en materia deportiva. Esta puede visibilizarse, por ejemplo, en la cantidad de bonaerenses que tuvo en el equipo de fútbol campeón del mundo 2022, que fue el 40 por ciento del plantel. Más allá de eso, Iparraguirre remarca que en Buenos Aires, durante los gobiernos de Kicillof, "se ha sostenido y profundizado una política histórica como los Juegos Bonaerenses, donde cientos de miles se la pasan todo el año compitiendo". El diputado, que participó en rugby en dos ocasiones, señala que "son políticas que marcan la vida para siempre, sobre todo en sectores muy postergados como el conurbano, que ni siquiera conocen el mar en muchas ocasiones". Mientras tanto, el Gobierno nacional desfinancia y reduce a la mitad los Juegos Evita.
Por lo descripto anteriormente, el tandilense asegura que "es muy importante que desde el Congreso se madure una ley de esta manera". Dice que el país entero "debe entender que los ciclos democráticos de cuatros años no sirven para el desarrollo deportivo", ya que "no hay país del mundo que sea potencia deportiva y que haya tenido sólo una política de cuatro años, porque recién a los seis ves algún resultado". El proyecto que él ideó junto a Tolosa Paz fue presentado la semana pasada, y según explica, "está el compromiso de los representantes de deportes de otros bloques".
El Congreso atraviesa dos semanas de receso por disposición de Martín Menem. Iparraguirre y sus colegas esperan que, una vez retomada la actividad, se trate el proyecto y se avance hacia un dictamen. "La biblia de Javier Milei dice que el déficit fiscal y la emisión monetaria son la madre de todos los males. Este proyecto no tiene costo fiscal alguno, porque la fuente de financiamiento es externa, y además 'ahorra' al Estado nacional los lamentables 6 mil millones de pesos que invierten hoy en materia deportiva", sentencia Iparraguirre.