A diferencia de lo que pasa con la coalición gobernante en la provincia, en Rosario el socialismo no está cómodo. Siente el destrato del intendente Pablo Javkin y ha comenzado un trabajo de hormiga para intentar diferenciarse, aunque por ahora, solo en matices. Las heridas vienen abiertas desde 2019, después de esa interna descarnada entre Javkin y Verónica Irizar donde el PS peleaba por no perder todo y defender con uñas y dientes su último bastión. Javkin ya había hecho el gasto de renunciar a su banca de diputado nacional para volver a la ciudad como secretario general en la intendencia de Mónica Fein, para después ser intendente de la ciudad y no iba a tirar ese esfuerzo por la borda. A no confundirse: ambos sectores pueden ser despiadados a la hora de disputar internamente. Y ese fue el tono de aquella PASO del Frente Progresista donde hubo de todo. Y donde, sobre todo la apuesta económica por la candidata elegida por Miguel Lifschitz, trepó a cifras nunca vistas antes en la ciudad. Otros tiempos.
Javkin recompuso con casi todos. Limó sus diferencias con Maximiliano Pullaro con el que en un momento pensó que iba a competir e incluso hizo las paces recientemente con Federico Angelini del PRO al que le reconoce su compromiso con Rosario desde su función como subsecretario de Intervención Federal dentro del Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich. “Ahora que está ocupado en gestión es mejor persona que cuando se dedicaba exclusivamente a la rosca”, dicen de Angelini al lado del intendente.
Pero nunca recompuso relaciones con Irizar y el socialismo en general a pesar de que integran la misma coalición de gobierno. Ya en el primer mandato se notaron las diferencias. “No nos sentimos parte del gobierno de Rosario”, había disparado allá por el 2021 la ex intendenta Fein. Las aguas se calmaron después pero el mar de fondo siguió y ahora vuelve a agitarse a medida que se acercan las elecciones del 2025.
Hace unos días, Irizar presentó públicamente un informe sobre la situación del transporte en Rosario, con los mismos reclamos que le hace Javkin al gobierno nacional por el corte de los subsidios; pero en un tono más elevado hacia el presidente Javier Milei. La concejala del bloque socialista aseguró que “siempre hubo una desigualdad histórica en el financiamiento del transporte público en Argentina pero el presidente Milei lo transformó en un robo a todas las ciudades del interior del país”.
Y aseguró que el gobierno nacional quitó los subsidios a todo el interior y la justificación de la eliminación fue disminuir el déficit fiscal, pero “en el primer semestre de 2024 aumentó un 150% los subsidios de ciudad de Buenos Aires y AMBA”. La concejala también señaló que en el mismo lapso, la Nación aumentó un 415% los impuestos en la nafta y un 428% los impuestos en el gasoil. “Otro ataque contra la movilidad de las rosarinas y rosarinos”, sentenció.
El socialismo de Rosario ya tiene en carpeta el próximo trabajo para presentar públicamente y continuar el camino de diferenciación de la gestión de Javkin. “El tema tiene que ver con lo productivo” adelantaron en un ítem que promete polémica dentro de la propia coalición de gobierno, sobre todo -y una vez más- relacionada con el tono del reclamo a Milei. Hay que recordar que los dos diputados nacionales del socialismo, Fein y Esteban Paulón, son los únicos legisladores nacionales de Santa Fe no peronistas que rechazaron la Ley Bases.
Si algo caracteriza al socialismo es su convicción interna de que “nadie puede hacer las cosas como nosotros”. Por supuesto no lo dicen así, pero actúan de esa manera. Y en el fondo aceptaron la conducción de Pullaro por el margen de votos con el que se impuso y, sobre todo, por el grado de representación que le otorgó al partido muy por encima de lo que le tocó al PRO. Como decía Angelini públicamente hasta hace poco: “Esta es una nueva versión del Frente Progresista”, aludiendo a la escasa representación del partido de Mauricio Macri en áreas clave del gobierno provincial.
Pero no aceptan de la misma manera la conducción de Javkin en Rosario porque les ganó por muy pocos votos y además porque tienen una visión más crítica de la marcha de la gestión local. Hay un lema entre los dirigentes del PS que floreció por estos días: “Que no se pierda la huella socialista en Rosario”.
“Tenemos diferencia en la agenda y queremos recuperar protagonismo en los temas centrales de la ciudad”, señalan los dirigentes a Rosario/12. “Hoy no tenemos un espacio de diálogo dentro de la gestión. La manera de gestionar de Javkin es muy cerrada”, sostienen por lo bajo y agregan que la misma situación sucedió durante la primera gestión, pero “estaba la pandemia, no era el momento para los cuestionamientos y para nosotros fue un golpe muy duro la pérdida de nuestros referentes”, en referencia a las muertes de Hermes Binner y Miguel Lifschitz.
A nivel provincial la apuesta del partido de la Rosa es clara... Clara García. La presidenta de la Cámara de Diputados de Santa Fe fue la socialista más votada y es cuidada por el gobernador Pullaro que ve en la legisladora la herencia de Lifschitz que lo llevó a él mismo a las alturas de la política provincial. La presidenta de la Cámara baja le devuelve gentilezas ordenando a la tropa en la bancada que si bien es mayoritaria, tiene sus diferencias. Pero la visión nítida y compartida del “enemigo” peronista abroquela de una manera formidable. Es más, en la votación de la Ley de Emergencia sancionada para la empresa ASSA que distribuyó tarifazos que hubieran hecho ponerse colorado al propio Milei; se vió claramente cómo al oficialismo santafesino ya no le preocupan tanto las formas y los impostados escenarios de consenso: Hacen las cuentas y bajan los votos.
Esta semana, otro hecho concreto mostró la sólida alianza de radicales y socialistas a nivel provincial. Una reunión encontró a referentes de ambos espacios reponiendo un debate muy sensible para Santa Fe: La reforma de la Constitución provincial. Como es de forma, ministros del gobierno de Pullaro salieron a aclarar que el proyecto no es impulsado por el Ejecutivo, ocupado como está en resolver las urgencias de los santafesinos. Menos la que se encargaron de agravar con los siderales aumentos de las boletas de la empresa provincial del agua.
El socialismo ya designó a Raúl Lamberto, uno de sus históricos dirigentes, para una comisión que intentará llevar el proyecto de reforma constitucional a buen puerto. "Si esta vez no se puede, con la legitimación social y electoral que tiene el gobierno de Pullaro; la Constitución de Santa Fe no se reforma más", sostuvo otro experimentado dirigente de la coalición de gobierno.