Este lunes 8 de julio de 2024 se cumplirán cuatro años de una resolución judicial que determinaba la fuga de millones de dólares de parte de un grupo de directivos del consorcio Vicentin en complicidad con funcionarios nacionales ubicados en el Banco Central de la República Argentina, en el Banco Nación y en el gobierno nacional del ingeniero Mauricio Macri. Un robo descarado al pueblo argentino que hasta el día de hoy permanece impune y que remarca la triste costumbre de hacerle pagar a las mayorías las fiestas privadas de los delincuentes de guantes y cuellos blancos.

El 8 de julio de 2020, el fiscal federal en lo Criminal y Correccional Federal número 11, Gerardo Pollicita hizo público un documento que muestra la facilidad con la que algunos directivos de la empresa Vicentin accedían a los créditos del Banco Nación. Dice el texto en su página 24: “El 26 de noviembre de 2019, los funcionarios del Banco de la Nación Argentina -Bled, Tortul, Testa, Moschini y González- en menos de una hora -entre las 10.38 y las 11.17- y a pedido de los empresarios Herman Vicentin y Máximo J. Padoán, le concedieron a la firma Vicentin un nuevo crédito por la suma de USD 6.000.000”.

Herman Vicentin nació el 21 de septiembre de 1937 y en 2018 recibió el premio “Konex” como referente del empresario dedicado al agronegocio. Máximo Padoán, uno de los hijos del “Beto” Padoán, tuvo la organización de su segundo casamiento en manos de la conocida “weeding planner” Bárbara Diez, esposa de Horacio Rodríguez Larreta. Herman Vicentin y Máximo Padoán, aquel 26 de noviembre de 2019, en solamente 39 minutos se llevaron seis millones de dólares del Banco Nación, del pueblo argentino. 

39 minutos les llevó a los directivos de Vicentin quedarse con 6 millones de dólares del pueblo argentino.

No todos somos Vicentin. El contraste con el tiempo que deben esperar miles y miles de familias en Argentina explica la impunidad del privilegio en un país de robusta desigualdad.

En realidad, durante noviembre de 2019, la empresa tuvo 28 créditos por más de 105 millones de dólares. Una obscenidad.

Dice el escrito del fiscal federal:  Lo expuesto demuestra que durante el mismo período en el que la firma Vicentin tenía deudas vencidas con el Banco de la Nación Argentina, el dinero para cobrar dichas deudas se encontraba a resguardo del banco en dos cuentas específicamente creadas ante un eventual incumplimiento, sin embargo los funcionarios del Banco de la Nación Argentina a pedido de los empresarios, decidieron liberar 43.449.104.966 pesos – 41.592.204.966 pesos de la cuenta de cobranzas en el exterior y 1.856.900.000 pesos de la local – movilizándolo, hasta el día 3 de diciembre inclusiva, hasta una cuenta corriente de la firma Vicentin que no poseía ninguna limitación, lo que le permitió a estos últimos disponer de los miles de millones de pesos que garantizaban los préstamos, burlando de tal forma, toda posibilidad de cobro por parte de la entidad bancaria (...) una vez que los fondos se encontraban en la cuenta corriente de la firma en la misma entidad, los titulares de la firma Vicentíi usaron parte del dinero para pagar gastos de la firma -tales como proveedores, impuestos, salarios- pero otra parte significativa de los fondos eran transferidos mes a mes a 'cuentas propias' que la firma mantenía en otros bancos, por lo que el destino final de estos últimos resulta de momento desconocido”.

El dinero del pueblo argentino iba a parar a una cuenta que tenía Vicentin sin “ninguna limitación” y desde allí, los señores empresarios hicieron 1.418 transferencias a cuentas propias entre agosto de 2019 y enero de 2020. Dinero del banco público para cuentas propias. Un robo descarado al pueblo.

En la página 50 Pollicita informa: “De los casi de 800 millones de dólares y más de 2.000 millones de pesos que el Banco de la Nación Argentina a lo largo del período agosto a diciembre de 2019 tuvo en las cuentas en garantía de las deudas de Vicentin, al momento en que se efectuó la afectación de los fondos sólo se hallaron en las cuentas apenas poco menos de 8 millones de dólares, lo que demuestra la magnitud del daño ocasionado al patrimonio del Banco de la Nación Argentina”.

Parecen los escritos de la década del treinta del siglo pasado, cuando los bienes del pueblo eran ultrajados desde el interior del Estado. Son, sin embargo, hechos del pasado reciente que tienen alto impacto en miles de familias en el presente.

Detrás de estos números y afirmaciones, la cuestión pendiente es resolver si siempre las mafias le ganarán a la democracia. Una respuesta que, otra vez, dependerá del protagonismo de los que son más en estos atribulados arrabales del mundo.

 

Diputado Provincial de Santa Fe por el Frente Amplio por la Soberanía.