Las cooperativas de la provincia de Buenos Aires refuerzan el trabajo mancomunado con el Instituto Provincial de Asociativismo y Cooperativismo (IPAC) para afrontar el panorama incierto que plantea la reciente Ley Bases aprobada por el Congreso de la Nación. La nueva normativa pone en riesgo el funcionamiento de estas organizaciones y les da vía libre a empresas extranjeras para ampliar sus ganancias sin límite alguno.

De este modo, uno de los ámbitos que se ve afectado por lo que será la normativa de la sanción del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) integrada a la Ley Bases sería el de la industria de la producción y la energía que llevan adelante las cooperativas locales.

Desde la Federación de Cooperativas Eléctricas de la Provincia de Buenos Aires (Fedecoba), que nuclea a 145 mutuales con especial foco en las cooperativas eléctricas, de servicios rurales y producción, explicaron a Buenos Aires/12 cómo funcionan estas asociaciones del interior y por qué son clave para el territorio bonaerense.

“El 80 por ciento de la distribución de energía en el interior de la Provincia pasa por estas cooperativas, es decir, empresas locales, una en cada pueblo”, cuentan y explican que lo mismo ocurre con los servicios de internet, agua y gas entre los principales afectados. 

Dentro de este contexto, desde la Cooperativa de Usuarios de Electricidad y de Consumo de Castelli Ltda. (Cuecca), explicaron cómo llegaron a contar con el primer molino eólico de la región y la importancia que tienen cada una de las organizaciones para la producción interna, el desarrollo social y la distribución de energía para los bonaerenses.

La historia y el desarrollo de la cooperativa

Cuecca nació el 15 de noviembre de 1956 para prestar el servicio de distribución de energía eléctrica. A lo largo de su desarrollo, y con el objetivo de interpretar y dar respuesta a las distintas demandas de la comunidad, incorporó paulatinamente nuevos servicios.

En 1973 dio inicio a la sección venta de artículos del hogar y materiales eléctricos y en 1978 a la provisión de agua potable por red con micromedición domiciliaria. Tenían el 100 por ciento de cobertura en el área urbana. También ese año inauguraron el servicio solidario de sepelio, que hoy cuenta con salas velatorias y provisión de nichos en el cementerio municipal.

Ya en 1988 la cooperativa inició actividad de Canal 4 Castelli, un servicio de televisión de por cable de producción local con un noticiero diario, entre otros programas.

En 1999 comenzó la provisión de Internet. A la fecha, la planta urbana está servida mediante una red de fibra que, aseguran desde la cooperativa, “solo el 18 por ciento de localidades en el ámbito nacional cuentan con este tipo de cobertura total”. Se presta, además, el servicio inalámbrico a zonas rurales.

Más tarde, la cooperativa se hizo cargo del servicio de cloacas, que hoy cuenta con una cobertura del 100 por ciento del trazado urbano.

Actualmente, el principal proyecto que moviliza la cooperativa de Castelli es la generación de energía mediante fuentes renovables con la instalación del primer molino eólico de la región que fue puesto en funcionamiento en 2023.

El primer molino eólico 

El proceso de autogeneración que lleva adelante la cooperativa con el molino eólico permite inyectar energía limpia y renovable en el sistema propio de distribución eléctrica de Castelli. A su vez, esta primera etapa significa aproximadamente el 20 por ciento del abastecimiento eléctrico local.

Es un proyecto que desde la dirección de Cuecca es considerado como el inicio de un proceso que lleve a Castelli a ser energéticamente autosustentable, pues mediante el sistema cooperativo es la mejor garantía de inversión en este tipo de proyectos”, revelaron. Se le suma, además, una cobertura universal en lo que respecta a las tecnologías de la información y la comunicación que se ha iniciado con el apoyo de la Municipalidad de Castelli mediante la implementación de un proyecto denominado “Ciudad Futura”.

De acuerdo a la información brindada desde Cuecca, la iniciativa del molino eólico surgió en el año 2004 y luego de distintas de distintas evaluaciones, proyectos y búsquedas de financiamiento, las obras pudieron ponerse en marcha recién 14 años más tarde. De esta manera, en diciembre de 2018 se celebró el convenio con la empresa nacional NRG Patoagonia para la provisión de un aerogenerador de energía.

El molino fue instalado y terminado en junio del 2023 en un área vecina al Paraje Cerro de la Gloria, zona adyacente a la Bahía de Samborombón. “Su instalación es resultado del arduo trabajo de un equipo multidisciplinario, procurando optimizar los escasos recursos disponibles”, señalan desde la cooperativa. Hoy, se encuentra generando energía, sujeto a distintos procesos de pruebas y controles.

A su vez, el proyecto “Parque Eólico Cerro de la Gloria” comenzó con el trabajo conjunto de Cuecca con el Programa Provincial de Incentivos a la Generación de Energía Distribuida (Proinged) que suministró la información relevada y la torre de medición, necesaria para la medición y posterior certificación del recurso eólico de la zona.

Luego de las tareas de estudio de suelo, medición y cálculos estructurales de las bases se le dio intervención a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata. Los ingenieros fueron contratados para encargarse de la certificación de los distintos tipos de hormigón requeridos en el proyecto. Luego, hicieron lo propio para la certificación de la calidad del hormigón utilizado en el llenado de los pilotes de la base compuesta por 14 pilotes de 25 metros de profundidad.

NRG Patagonia es una empresa de capitales argentinos reconocida en la fabricación de aerogeneradores de alta potencia y fue la encargada de la provisión del aerogenerador diseñado específicamente para funcionar en los vientos característicos de la Provincia de Buenos Aires.

En lo que respecta a lo asociativo dentro del movimiento cooperativo, Cuecca participa activamente en Fedecoba, cuya federación “promueve no solo la generación de energías renovables sino también la implementación de sistemas inteligentes”, completaron.

La cooperación en tiempos de motosierra 

A partir del lanzamiento del Instituto Provincial de Asociativismo y Cooperativismo de la Provincia (IPAC), hace casi tres meses atrás en la ciudad de La Plata, las partes acordaron entablar reuniones para fijar una agenda en común que permitiera afrontar la crisis generalizada producto de las políticas nacionales y que golpea a todos los sectores.

Ahora, con la aprobación de la Ley Bases, las cooperativas insisten en que esta agenda tiene que ver con cuestiones propositivas, con miradas a mediano y largo plazo en torno a la política energética para la Provincia, a la política agropecuaria y también a la de provisión de alimentos.

“Hoy, con la quita de subsidios o con el incremento del costo de energía se complica en los casos de los usuarios comerciales, industrias y usuarios de categoría N1, que son los que no tienen subsidio del Estado. Realmente se ha incrementado por tres veces en relación a los que son los usuarios N2 y N3, o sea, los de menores, los de bajos ingresos y los de ingresos medios”, reveló Angel Echarren, vicepresidente del Fedecoba, Ya gregó que la situación “genera complicaciones con la caída de la actividad comercial y el mayor impacto es que no se vende, no hay actividad económica”.

Bajo este panorama, desde el IPAC aseguraron que el esquema de trabajo conjunto con el gobierno de la Provincia y las mutuales de los municipios es fundamental porque junto a las cooperativas generan casi “el 15 por ciento del producto bruto de nuestro país”.

El sector energético y el sector productivo están sufriendo las problemáticas que nos plantea la agenda económica del gobierno de Milei. A pesar de eso, hay una política muy activa del gobernador Axel Kicillof para sostener, para defender, para abrazar el tejido productivo, el tejido comunitario, el tejido social y darle una impronta central al cooperativismo con la creación del IPAC”, destacó el presidente de esta entidad, Gino Onorato.

Siguiendo por la misma línea, Onorato sostuvo que pese a la “crisis constante que nos plantea el gabinete de Milei”, a través de la reactivación de las empresas recuperadas y el impulso de las mutuales en constante desarrollo, como ocurre con el molino de Castelli, van a “asistir a aquellas cooperativas que tienen enormes dificultades y que son perseguidas por el Gobierno nacional”. Y concluyó: “En la provincia de Buenos Aires no se persigue, no se estigmatiza, no se violenta; por el contrario, se ayuda a sostenerse, se ayuda a que pueda producir, se las acompaña a que generen eficiencia y que generen más transparencia. Por eso nuestra agenda es la agenda del sector”.

El modelo del molino eólico 

Desde el sector advierten que el RIGI favorece al máximo el acceso de las grandes corporaciones para incrementar sus beneficios y a su vez pone en riesgo los recursos naturales y las comunidades locales. Con este panorama, desde las cooperativas piden por la aplicación un régimen nacional para favorecer las inversiones en el mercado interno.

¿Por qué no podemos tener todas las cooperativas juntas un régimen especial para nuestras inversiones también? Y no estar pensando solo en darle beneficios a empresas extranjeras que vengan. Hay que apuntar a la inversión nacional y eso favorecerá a la industria local. Vamos a trabajar en ese tema también”, mencionó Carlos Mansilla, secretario Relaciones Internacionales de Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar). Y destacó que "si nos dieran a cada cooperativa esos mismos beneficios que van a recibir los grandes capitales extranjeros, seguramente que en cada una de las ciudades, pueblos del interior, de la Provincia, podría haber inversiones cooperativas en escala municipal”.

De igual manera, desde las cooperativas destacaron que el modelo a seguir para las mutuales, en cuanto al desarrollo, es el del molino eólico de Castelli porque genera beneficios para las comunidades de la región y también trabajo en tiempos difíciles y de ajuste.

Por esta razón, la Compañía Agropecuaria de Tandil está construyendo una fábrica de queso muzzarella con una inversión cercana a los 10 millones de dólares. “La leche de Tandil actualmente se va a Córdoba para que alguien haga queso en Córdoba y lo exporte a Brasil; de esta manera vamos a fabricar queso directamente en la zona, generar empleo, agregar valor y exportar muzzarella de primera calidad”, aseguró el cooperativista a este medio.

A su vez, Masilla explicó que otra de las experiencias a imitar es la de una cooperativa de Rauch que construyó su planta de alimento balanceado por un valor cercano al millón de dólares, y cuyo funcionamiento es, en parte, mediante la utilización de paneles solares.

“Las cooperativas necesitamos políticas nacionales estables para poder invertir recursos propios, incluso conseguir recursos tanto públicos como privados para la inversión de esto. Y si bien sabemos que es difícil, desde la provincia de Buenos Aires a través del IPAC nos manifiestan que mediante la agenda de trabajo conjunta podremos avanzar para afrontar la crisis”, concluyó.