La caída del consumo pone en jaque al sector gastronómico y hotelero de la ciudad. Desde el gremio estiman que la caída del empleo en el rubro ronda el 40% desde principio de año y la actividad vuelve a resentirse como en la pandemia. Los empresarios coinciden en que el panorama es negativo y comienzan a ver con preocupación el cierre de locales comerciales. La suba de los costos, sumado a la pérdida del poder adquisitivo de los salarios termina siendo un combo explosivo para el sector que busca hacer pie en medio de la crisis. Desde la Asociación Empresaria de Rosario (AER) estiman que la caída del consumo llega al 18% en los primeros meses del año y no son optimistas respecto a un posible rebote en el corto plazo. “Esta es la pandemia sin virus para gran parte de la actividad económica”, sostuvo Sergio Ricupero, secretario gremial de la Unión de Empleados de Turismo, Hostelería y Gastronomía (Uthgra) de Rosario. “Tenemos una situación de incertidumbre porque se está enfriando mucho la economía y a nosotros nos mueve el consumo”, evaluó Carlos Mellano, referente de la Asociación Empresaria Hotelelera Gastronómica y Afines de Rosario (Aehgar).
En mayo, el informe realizado mes a mes por la Cámara Argentina de Comercio (CAC) arrojó una caída en el consumo de bienes y servicios del 7,7% en relación al mismo mes del año pasado, acumulando una caída interanual del 4,3% durante los primeros cinco meses del año. Se trata del valor negativo más bajo registrado desde febrero de 2021, cuando el país todavía afrontaba los coletazos de la pandemia de coronavirus. En el rubro Recreación y cultura, el derrumbe es más pronunciado: 42,6%. Los números son una postal que refleja la reducción del poder de compra de los salarios y el ajuste de las economías familiares en medio de la crisis.
En ese marco, el sector gastronómico y comercial de la ciudad es uno de los que sufre el impacto. “Nuestra actividad es un termómetro de cómo le va al país. Cuando le va bien, la actividad florece y ves hotelería, turismo y gastronomía por todos lados. Y cuando la cosa no está bien económicamente, es uno de los primeros gastos que se restringe. Hoy estamos con muchos problemas”, analizó Ricupero, en diálogo con Rosario/12. “Esta es la pandemia sin virus para gran parte de la actividad económica”, resumió.
El referente de Uthgra en la ciudad explicó que después de lo que fue el parate generalizado por las medidas sanitarias, el sector fue recuperando de forma paulatina su nivel de actividad y empleo en los años siguientes. Sin embargo, en los últimos meses la situación se volvió a desplomar. Hoy registran una baja que ronda el 40% en la cantidad de puestos laborales y el contexto los llevó a presentarse en el Ministerio de Trabajo de la provincia, con intención de implementar las suspensiones remuneradas, contempladas en el artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo.
“Con eso logramos que el trabajador puede mantener el salario, la empresa reducir algunos gastos y sostener los puestos de trabajo. Nosotros tuvimos que implementarlo mucho durante los cierres que se dieron en la época de pandemia y ahora lo estamos haciendo nuevamente con algunas empresas, desde hace algunos meses”, explicó Ricupero. Y agregó: “Lo que notamos es que algunos locales han ido cerrando, otros se han achicado por la crisis que se siente desde finales del año pasado, y eso tiene su traducción en despidos”.
En una misma línea, los empresarios del sector también miran con preocupación los bajos niveles de actividades y el cierre de algunos locales comerciales. “Tenemos una situación de incertidumbre porque se está enfriando mucho la economía y a nosotros nos mueve el consumo”, explicó Mellano a Rosario/12. “Esto obedece a varios factores que tienen que ver con una economía que en términos domésticos no encuentra el rumbo. Quizás al gobierno le puede cerrar en la cuestión macroeconómica, pero el comercio en general, y particularmente nuestra actividad, sufre las consecuencias”, añadió.
El dirigente reconoció que se dieron algunos cierres en el último tiempo, aunque también ofreció otra lectura. “Habría que ver si esos cierres son definitivos o temporarios”, señaló y agregó: “Cada crisis es distinta, pero hay mucha gente que observa la gastronomía como una oportunidad de negocios. Entran muchos jugadores nuevos y vemos que se están vendiendo muchos fondos de comercios. Se está dando una rotación rápida de la oferta en algunos locales”.
Desde Aehgar manifestaron cierta expectativa con lo que pueda pasar con las vacaciones de julio y el día del amigo, que suele ser una fecha esperada por los bares, restaurantes y comercios de la ciudad. Sin embargo, entienden que más allá de una cuestión temporal, el panorama va a seguir siendo duro los próximos meses. “Se han actualizado los contratos de alquiler con aumentos importantes. Y los servicios se incrementaron en tres o cuatro veces. Somos una actividad con un componente impositivo muy grande y a veces no se puede trasladar a precios. El tema es cuántos meses se aguanta trabajar con un nivel de rentabilidad cada vez más bajo”, evaluó.
En cuanto a la actividad hotelera, Mellano explicó que en Rosario está marcada por el “mini turismo” y la realización de eventos o congresos. En ese sentido, el tema seguridad tuvo su impacto a principio de año. “Hemos sufrido algunos inconvenientes, principalmente los meses de marzo, cuando pasaron los hechos de inseguridad. Ahora vemos que la cosa se está revirtiendo. Todos sabemos que Rosario es una plaza familiar, ligada a las vacaciones, que se pueden disfrutar. Hay una agenda cultural muy seductora, para niños y grandes. Así que esperamos que la situación mejore”.
En tanto, desde la Asociación Empresaria de Rosario no solo advierte que el panorama es malo, sino que tampoco hay demasiadas expectativas de que pueda cambiar en breve. “Nosotros venimos marcando la caída del consumo, mes a mes, en referencia a los mismos meses del año anterior. Tenemos un acumulado de casi el 18% en estos primeros meses, en comparación con el año anterior. Y las próximas semanas vamos a ver también un resultado muy negativo de las ventas minoristas en el mes de junio”, analizó Ricardo Diab, presidente de la entidad, en diálogo con Rosario/12. “La V corta que pronosticaban ya no podemos esperarla, eso no va a existir. Si hay una salida, va a ser a muy largo plazo”, remarcó.
No obstante, el dirigente señaló que Rosario tiene algunas características que hacen “amortiguar” el impacto en relación a otros lugares del país. “Santa Fe es una provincia con una multiplicidad productiva y Rosario tiene una economía más abundante en relación a algunas otras localidades. Eso permite paliar un poco esa caída. Pero en líneas generales, esto no escapa de lo que pasa a nivel nacional, donde la situación es muy compleja”.
Pese a la crisis y el registro de algunos cierres, desde AER entienden que la ciudad todavía no muestra signos de alarma en cuanto a los niveles de ocupación de comercios, pero temen que eso empiece a aparecer como síntoma: “No sería extraño que en algún momento se pueda ver un aumento en el nivel de desocupación de locales comerciales. Y nos preocupa, porque cuando cierra un negocio también hay empleados involucrados. Sabemos que hay un goteo de gente que hoy está quedando sin ocupación, pero todavía no es un hecho tenga mucha notoriedad”.
Por último, Diab puso el foco en los costos cada vez más elevados que deben afrontar los locales comerciales en la ciudad. “La energía ha tenido un incremento muy duro, difícil de amortiguar sobre todo cuando son actividades electrointensivas, o que necesitan consumir la misma cantidad de energía aun sin tener ventas. Eso es un fuerte impacto. Y ni que hablar si adecuamos los alquileres a los valores que hoy se pretenden. Pero en virtud del bajo consumo, se nota la imposibilidad de hacerle frente a esos costos”, finalizó.