Pese a las explícitas promesas electorales del actual intendente, la situación en La Plata no cambia. La hermosa capital bonaerense está siendo destruida minuciosamente por los especuladores, que lograron que no se revirtiera el espeluznante Código que se votó ilegalmente en tiempos del intendente Pablo Bruera. El último botón de muestra es realmente de asombro, porque toma edificios explícitamente protegidos por la zona donde están e individualmente, pero que parece que se pueden demoler y listo. Defendamos La Plata y SOS La Plata denunciaron por escrito ante el municipio local el calibre del ilícito.

La escena del crimen es la Calle 46 entre 3 y 4, un área protegida por la Ordenanza 5338/1982 que abarca edificios anteriores a 1930 y por el Decreto patrimonial 1579/2006. Estas dos estructuras legales, una de la dictadura y otra de la democracia, protegen ahí nueve edificios, uno con grado estructural, otros siete con grado contextual y uno con cautelar. Los vecinos del barrio vieron con asombro que se procedía a demoler sin mayores dificultades y lo consideraron, con justicia, “una agresión a nuestros derechos colectivos”. Los vecinos, como ciudadanos, piden a su intendencia que se les informe por escrito “el régimen y condiciones urbanísticas y/o ambientales, aplicables a  los inmuebles protegidos”. Esto es una manera muy educada de pedir que les aclaren con qué argumentos se autorizan demoliciones de piezas patrimoniales explícitamente catalogadas. Los vecinos agregan que desde el año pasado están esperando que la Dirección de Preservación platense les conteste la misma pregunta. 

Y si alguien considera exagerada la reacción o la descripción del actual Código de La Plata como un acto delictual, baste recordar que Mariano Bruera, ex funcionario y hermano del ex intendente, acaba de volver a la cárcel cuando la corte suprema bonaerense le canceló la excarcelación. Este Bruera y varios otros funcionarios de la época están acusadísimos por exacciones ilícitas y cohecho pasivo, que en castellano significa pedir coimas y apretarte si no las pagás, y por asociación ilícita. Estas joyitas manejaron el plan ProCrear en la zona y fueron los que hicieron posible un Código a medida de los especuladores.