El abogado de Diego Maradona en Italia, Angelo Pisani, celebró que el exastro del fútbol mundial le ganó una batalla de décadas al fisco italiano, que lo acusaba de evadir impuestos por casi 40 millones de euros. El viernes pasado, finalmente, el Tribunal Supremo falló a favor del Diez.

“El Supremo ha dictaminado por segunda vez que Maradona nunca fue un evasor fiscal”, declaró Pisani en una rueda de prensa en el Gran Caffè Gambrinus de Nápoles para esclarecer lo sucedido en estos últimos años con el caso Maradona contra el fisco italiano, a cuatro años de su desaparición física.

Cómo fue el caso de Maradona contra el fisco italiano

El caso se centraba en los salarios pagados en la segunda mitad de los años 80 por el Nápoles a Maradona. En su momento, la deuda del campeón del mundo con el fisco ascendió a 30 millones de liras italianas, pero fue aumentando con los años hasta los 40 millones de euros debido a las tasas de demora en el pago.

En este contexto, el Diez fue hostigado por la justicia cada vez que visitaba Nápoles, haciendo que la policía financiera lo esperara en el aeropuerto y le requisara objetos personales de valor, como unos aros y un reloj de lujo, con el fin de reducir su deuda subastándolos.

La rebeldía de Diego, clave para su triunfo

El letrado italiano explicó cómo comenzó la batalla legal a principios de los 2000 y cómo la negativa del Diez a llegar a un acuerdo fueron la clave, pese a que hubo un momento que, debido a la situación mediática y la presión de autoridades italianas, el jugador “pensó que podía ser un evasor fiscal”.

“Maradona nunca cedió y por eso hoy sabemos que nunca fue un evasor fiscal”, aseguró Pisani en la rueda de prensa.

“Decidimos rechazar cualquier negociación y acuerdo sobre los 40 millones de euros cobrados por el fisco, comenzando así una batalla legal que ha durado décadas”, agregó.

Para Pisani, “el asunto puede considerarse ya cerrado: Maradona no debe nada al fisco italiano”, aunque exige algún tipo de compensación moral.

“Lamentablemente en Italia pasa mucho que quién se equivoca no paga; pero en este caso quién ha fallado debería pedir perdón por todos los daños personales y patrimoniales a la imagen de Diego. También a los aficionados del Nápoles, que durante años han sido acusados de animar a un criminal”, sentenció el abogado.