La presencia del voleibolista Steven van de Velde en los Juegos Olímpicos de París despertó una enorme polémica en los Países Bajos y en el resto de Europa, que motivó incluso una comunicación oficial del Comité Olímpico Internacional en la que indicó que no tuvo ningún papel en la decisión de la Federación neerlandesa de elegir al jugador, que hace ocho años fue condenado a prisión por violar a una niña de 12 años.  

La participación olímpica de Van de Velde, representante de Países Bajos en beach volley en París 2024, divide a la opinión pública entre los que reivindican su reinsersión en la sociedad y los que recuerdan su pasado como convicto por violación. Es que en 2016, el voleibolista fue condenado a cuatro años de prisión en Reino Unido por el ataque sexual a una niña de 12 años ocurrido dos años antes, cuando el deportista tenía 19. A través de Facebook conoció a la víctima, a la que le dio alcohol cuando la madre se fue y aprovechó para violarla en repetidas ocasiones.

Después de cumplir parte de su condena en una prisión británica, Van de Velde fue trasladado a Países Bajos y su pena fue ajustada a las normas de la ley neerlandesa. Cumpido un año de castigo ante la justicia, el jugador fue puesto en libretad por buen comportamiento y volvió a competir en vóleibol de playa un año después. Ahora, por su destacado nivel fue nombrado el mes pasado junto a su compañero Matthew Immersel en el equipo olímpico neerlandés. Sin embargo, su designación por paró de recibir cuestionamientos desde ese momento, tanto que llegaron a las oficinas del COI en Suiza.

"La nominación de los miembros individuales del equipo, luego de la clasificación en el campo de juego, es responsabilidad exclusiva de cada Comité Olímpico Nacional", resaltó un portavoz del COI para negar cualquier participación del organismo en la nominación de Van de Velde y para justificar la decisión de no rechazar su participación en el acontecimiento deportivo.

La elección de atletas para los Juegos Olímpicos recae en cada comité olímpico nacional, aunque el COI envía invitaciones individuales después de las nominaciones nacionales, e incluso tiene derecho a no emitir invitaciones o a retirarlas antes o durante los Juegos. Así fue el caso con deportistas rusos y bielorrusos: el COI se negó a enviar invitaciones a los Juegos de París a algunos atletas que habían cumplido los criterios de clasificación luego de un proceso de investigación que determinó que habían mostrado un apoyo activo a la guerra en Ucrania o mantenían vínculos contractuales con el Ejército ruso.

Algunos deportistas y grupos de derechos humanos se opusieron a la nominación de Van de Velde. "La presencia de Van de Velde en el equipo olímpico neerlandés es una completa falta de respeto e invalida a la superviviente de sus crímenes", afirmó Kate Seary, cofundadora y directora de Kyniska Advocacy, que trabaja por la protección y el respeto de las mujeres en el deporte. "Su participación envía un mensaje a todos de que la destreza deportiva supera al crimen".

Van de Velde cuenta con el respaldo de la federación de voleibol de su país (Nevobo) y el Comité Olímpico de su país. "Antes de que él (Van de Velde) expresara su deseo de volver al vóleibol de playa en ese momento, hablamos extensamente con él pero también con el CON, (...) entre otros", dijo Michel Everaert, secretario general de Nevobo. "Lo apoyamos plenamente a él y a su participación en París", resaltó el funcionario. 

En la comunicación oficial de su convocatoria, las autoridades valoraron que Van de Velde había cumplido su pena y su reinserción en el deporte había sido óptima. "Fue condenado de acuerdo con la ley inglesa y cumplió su condena. Estuvimos en contacto permanente con Steven, que se reintegró completamente en la comunidad neerlandesa de vóleibol. Está demostrando ser un profesional y ser humano ejemplar y no hubo ninguna razón para dudar de él desde su regreso", resaltó la Federación Neerlandesa para justificar su decisión.

Luego de que comenzara la polémica por su inclusión en el equipo, Van de Velde admitió su culpabilidad por lo sucedido, se mostró totalmente arrepentido y aseguró que buscó ayuda profesional para modificar su conducta. "Entiendo que en el mayor evento deportivo en el mundo, esto puede atraer la atención de los medios internacionales. Mis padres, amigos, conocidos y colegas me aceptaron de nuevo después del mayor error de mi joven vida", expresó el deportista en el comunicado que emitió la entidad. "La federación me ofreció un futuro con condiciones y acuerdos claros. Pero también pienso en el adolescente que era, inseguro, no listo para una vida como atleta de primer nivel e infeliz por dentro, porque no sabía quién era y lo que quería", resaltó Van de Velde, que a los 29 años figura en el undécimo puesto del ranking junto a su compañero Immersel.