En una conferencia de prensa el lunes, la vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, desmintió categóricamente los rumores sobre un supuesto tratamiento del presidente Joe Biden para la enfermedad de Parkinson. "¿Ha sido tratado el presidente por Parkinson? No. ¿Está siendo tratado por Parkinson? No, no lo está. ¿Está tomando medicación para el Parkinson? No", enfatizó Jean-Pierre, aclarando así las especulaciones que surgieron durante el fin de semana.
La Casa Blanca desmintió este lunes informes que sugerían que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está siendo tratado por la enfermedad de Parkinson. Esto surge después de preocupaciones sobre su desempeño durante el debate presidencial del 27 de junio con el republicano Donald Trump.
La vocera presidencial, Karine Jean-Pierre, aseguró que las visitas de un neurólogo especializado a la Casa Blanca no están relacionadas con ningún tratamiento específico para el Parkinson. "¿Ha sido tratado el presidente por Parkinson? No. ¿Está siendo tratado por Parkinson? No, no lo está. ¿Está tomando medicación para el Parkinson? No", enfatizó Jean-Pierre.
Recientemente, el New York Times informó que el Dr. Kevin Cannard, neurólogo especializado en trastornos del movimiento y conocido por sus estudios sobre el Parkinson, visitó la Casa Blanca en varias ocasiones desde el verano pasado hasta la primavera de este año. Los registros de visitantes revelaron estas visitas entre julio de 2023 y marzo de este año.
Andrew Bates, portavoz de la Casa Blanca, explicó que varios especialistas del Centro Médico Militar Nacional Walter Reed visitan regularmente la Casa Blanca para atender a los militares que trabajan allí. Bates subrayó que Biden se somete a un examen neurológico anual como parte de su chequeo físico general, el cual no mostró signos de Parkinson ni de ningún otro trastorno neurológico. No obstante, se negó a proporcionar detalles específicos sobre las reuniones entre Biden y los especialistas.
Con 81 años, Biden es objeto de debate público tras su actuación en el debate con Trump, donde mostró signos de fatiga atribuidos inicialmente a un resfriado y luego a la acumulación de viajes. A pesar de las preguntas persistentes, la Casa Blanca reiteró que Biden está en buen estado físico y mental para cumplir con sus deberes presidenciales.