El flamante ministro de Desregulación y Transformación, Federico Sturzenneger, dio detalles de cómo será su agenda de trabajo y adelantó que el primer proyecto que enviará al Congreso. Se trata de la tan promocionada "Ley Hojarasca" que, entre sus funciones, buscará "derogar leyes que no tienen sentido". Entre los ejemplos, dijo -en tono socarrón- que buscará eliminar la ley que regula "la carrera de palomas". Pero además de ganar las risas de algunos entrevistadores, su anuncio generó la reacción de los aficionados de la "colombofilia", el arte de entrenar palomas mensajeras. Una disciplina, incluso, que se configuró como actividad deportiva en 2015 por orden del propio Congreso de la Nación.
“Argentina está un poco sobrecargada de normas y regulaciones y el presidente me ha pedido que avancemos en sacarle el pie de encima a la actividad productiva, es una de las maneras más eficaces de promover la actividad económica, el empleo y el crecimiento”, fueron las primeras palabras de Sturzenneger, al asumir su nuevo cargo. Luego, a traves de sus redes sociales, realizó una serie de posteos, repasando las tareas que tendrá a cargo, y utilizó como ejemplo la derogación de una ley vinculada a un deporte centenario. “Nuestra agenda legislativa se retomará con la ley hojarasca(s): leyes obsoletas que representan riesgos a la libertad económica, trabas, o son simplemente obsoletas (como las que regulan las carreras de palomas, obligan a trámites imposibles, o promueven la contaminación)”, expresó el expresidente del Banco Central.
Lo cierto es que “las carreras de palomas” o "colombofilia", como se denomina oficialmente, es una actividad deportiva entendida como "el arte de crear y entrenar palomas mensajeras". Fue aprobada el 21 de septiembre de 2015 por el Congreso de la Nación, bajo la Ley 27.171.
Esta actividad se practica desde 1886, a partir de la llegada de los primeros ejemplares de palomas mensajeras a la localidad bonaerense de Zárate. Sin embargo, con la legislación se estableció que "se conoce como paloma mensajera de carrera, a la subespecie de la paloma bravía (Columba Livia), dotada de condiciones particulares en cuanto a su fenotipo y desarrollo de sus dotes naturales de orientación, que le permiten regresar a su palomar (hábitat natural) desde grandes distancias y volar en condiciones normales ininterrumpidamente para llegar a su destino".
La noticia de la desregulación, que fue anunciada por el propio Sturzenegger, provocó una reacción casi inmediata entre los colombófilos (así se llaman a los entrenadores de las palomas de carreras). Tal es así que, desde la Federación Colombófila Argentina (FECOAR) anunciaron que presentarán un recurso con el Comité Olímpico Argentino ante el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, e intentarán tener una reunión con el nuevo ministro de desregulación.
“La verdad que el posteo nos tomó por sorpresa porque esta ley nos costó muchísimo conseguir y no encuentro en qué puede perjudicar al Estado la existencia de esta ley”, sostuvo Osvado Dagnino, Presidente de la FECOAR, en diálogo con el medio Doble Amarilla.
“La misma hace foco en la protección de la cría y la práctica del deporte en sí. Es un deporte mundial reconocido por el Comité Olímpico Internacional, pero es poco conocido y la ley nos da herramientas para darnos a conocer", agregó el directivo.
Consultado sobre cuál es la función estatal en esta actividad, Dagnino precisó: “Las palomas son supervisadas por el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) y son atletas. Nosotros movemos más de 13 camiones por fin de semana para largar más de 20 mil palomas en las competencias y la ley permite el transporte sin ningún problema para el transportista”.
De acuerdo a las cifras oficiales, actualmente existen 136 clubes de colombofilia en Argentina y ninguno recibe una contraprestación por parte del Estado nacional. “No le pedimos nada al Estado y tampoco hace ninguna erogación por nosotros”, sostuvo el representante de la FECOAR.
Y cerró: “Esto (en referencia a la posible desregulación) nos ocasiona bastante perjuicios porque la gente a veces se queja y la ley nos ampara en este sentido y hace que no tengamos problemas en ningún municipio. Desde que existe la ley no se cerró ningún palomar en toda la Argentina”.