“Todos los que vivimos acá tenemos un familiar o un amigo en La Pampa”, suena en el oeste de la provincia Buenos Aires. En todas las conversaciones que mantiene este medio con dirigentes de la región, la conclusión es la misma: no hay fronteras. Y celebran que así sea. Por eso recibieron con entusiasmo la firma del convenio de cooperación mutua entre Axel Kicillof y Sergio Ziliotto en representación de ambas provincias.

El acuerdo es una herramienta para abrir puertas. Apunta a fortalecer los vínculos entre las distintas dependecias provinciales y, al mismo tiempo, posibilita que los municipios mejoren su interacción con los distintos estamentos del gobierno pampeano. Para todos los consultados, apuntalar el federalismo es estratégico y necesario en este contexto. 

El propio Kicillof, al momento de la firma, señaló: "La provincia de Buenos Aires no quiere ni puede salvarse sola".

Tanto las voces del oficialismo como las de la oposición coinciden en que la mirada de integración regional es de suma importancia para sus municipios. La convivencia comercial, industrial, educativa, sanitaria, laboral y de seguridad es natural entre los habitantes de ambas provincias, y es una convivencia que no distingue límites geográficos.

Los ejemplos sobran. Desde Salliqueló, Ariel Sucurro parte de uno personal: “Yo estudié veterinaria en la Universidad Nacional de La Pampa en General Pico”. Pero esa referencia es mínima, y cuenta que en su distrito hay una PyME láctea que acopia el suero de queso, es decir, el residuo de la leche que queda cuando se elaboran los quesos.

 

 

No hace mucho tiempo, relata, eso se desechaba. Hoy, luego de ser procesado y deshidratado, es un bien exportable que “vale fortuna en el mercado internacional”. Ese valor estratégico hace que la empresa salliquelense acopie el suero de muchas fábricas de queso de La Pampa y hoy brinde entre diez y quince puestos de trabajo en la ciudad.

Sucurro pertenece a Unión por la Patria, pero no es sólo el peronismo el que pone de manifiesto esta relación interprovincial.

En Trenque Lauquen, el intendente Francisco Recoulat estuvo el viernes en junto legisladores e intendentes radicales y del PRO de la provincia de Buenos Aires y de La Pampa discutiendo la necesidad de encarar la obra para transformar la Ruta Nacional N° 5 en autovía. Es la arteria más transitada de la región y une la Ciudad de Buenos Aires con Santa Rosa, la capital pampeana, por que lo que apuntan a una respuesta favorable del Gobierno nacional.

“Así como el país asumió como una cuestión estratégica al Mercosur o como las provincias del norte también tienen un funcionamiento colectivo, acá podemos hacerlo”, sostiene el jefe comunal trenquelauquense. Y va por más: “También entre distritos de otras secciones de la Provincia, porque es fundamental avanzar en las autonomías municipales”.

Ambos intendentes comparten la visión de que, en el comportamiento socio productivo de sus municipios, no existe un límite geográfico entre Buenos Aires y La Pampa. Y su visión bonaerense coincide con la de Fernanda Alonso, intendenta de General Pico, ubicada en la provincia cuyo primer nombre fue Eva Perón.

“En el desarrollo de las localidades, cuando hay una que se vuelve un faro de la región, se desdibujan las fronteras”, asegura Alonso.

La institucionalización de la realidad

“La interacción entre bonaerenses y pampeanos surge de manera espontánea en muchos municipios fronterizos: lo que estamos haciendo hoy apunta a generar acuerdos mutuos que potencien y mejoren nuestras prestaciones en materia de salud, educación, seguridad y trabajo”, decía Kicillof luego de la firma del convenio.

No es el primero que efectiviza con estas características. Yo lo había hecho con la provincia de Santa Fe, donde gobierna Maximiliano Pullaro, dirigente del radicalismo.

A la lectura de Kicillof, Sucurro la traduce en dos palabras: escuchar e institucionalizar. “El gobernador se hizo eco de lo que le planteamos, de lo que aquí sucede, que no es sólo mi ejemplo personal, sino que es una realidad en Salliqueló y la región”, afirma.

Como dijo, el intendente salliquelense estudió veterinaria en General Pico. Pero hoy en día, asegura, el 25 por ciento de la matrícula de la Facultad de Veterinaria en Pico está integrada por bonaerenses del oeste de la provincia. Incluso, sostiene, jóvenes de Bahía Blanca van a estudiar a La Pampa.

Para tomar dimensión de la necesidad del vínculo, Sucurro apela también a las distancias. Salliqueló está a 160 kilómetros de Santa Rosa y a 600 kilómetros de La Plata. Por eso, remarca, fortalecer el lazo institucional entre las provincias facilitaría, por ejemplo, la atención sanitaria. “Te pasa cualquier cosa, como un ACV, y hay un centro de alta complejidad como el René Favaloro a 170 kilómetros”, señala.

Así, el jefe comunal repasa los vínculos en educación y salud. Pero, además del ejemplo que da sobre la empresa que trata el suero de queso, Sucurro explica que, a partir de la firma del convenio, la relación productiva se podría desarrollar con el incentivo de dos bancos provinciales.

En Salliqueló hay una sede del Banco Provincia, el principal banco de la ciudad. Pero también está el Banco de La Pampa. “Nosotros somos vivimos en la región pampeana”, apunta el intendente para enmarcar la situación. Así como el caso de la PyME quesera, señala que hay distintas empresas que comercian su producción en La Pampa. “Nos veo articulando entre bancos que tienen un fin social y no la rentabilidad como si fuera una banca privada”, dice.

Todo lo que apunta Sucurro tiene como conclusión un mensaje: La importancia del Estado. Remarca la distancia entre los criterios de Kicillof y Zillotto con el de Javier Milei. “En ambas provincias hay gobernadores con una gestión de cercanía con la gente, que escuchan lo que necesitan y que se comprometen a resolver”, remarca.

Y no deja pasar por alto los embates del Gobierno nacional a la calidad de vida de los salliquelenses. Cuenta que la oficina del Correo Argentino cerró y que la dependencia de la ANSES, tal como contó este medio, sólo funciona una vez por mes. Además, los golpes llegan al bolsillo. “Recibí gente que vive en pueblos donde no hay gas que les llegaron boletas de luz por más de 400 mil pesos, es una locura”, sostiene el intendente.

Por más conexión

Recoulat, al igual que Sucurro, estudió en La Pampa. En su caso, en la Facultad de Agronomía en Santa Rosa. “Estamos a 80 kilómetros del límite interprovincial y a 500 de La Plata”, dice, y utiliza la misma unidad de medida que Sucurro para graficar la necesidad de que las relaciones entre ambas provincias crezcan.

Explica que Trenque Lauquen es la sede de la segunda cuenca lechera más importante del país. Esa condición la coloca como un destino predilecto de la producción láctea de toda la región, incluida la que se origina en la provincia de La Pampa.

Además, advierte, son muchas las empresas agrícolas que siempre a ambos lados de la frontera entre ambas provincias.

Así, Recoulat describe como relación “geográfica y estratégica” la que se da con La Pampa. Por eso, más allá de la firma del último convenio, remarca que la relación entre los Estados provinciales puede pasar por distintos momentos según quien estén al frente de la gestión, pero la sociedad nunca se deja de vincular.

Bajo esa premisa, viajó a la Cámara de Diputados pampeana. Allí, intendentes, legisladores, dirigentes y vecinos autoconvocados se reunieron para establecer una agenda de trabajo para lograr la transformación de la ruta en una autopista.

“Entiendo que la obra pública nacional pueda estar paralizada por un momento con el objetivo de estabilizar la economía y bajar la inflación, pero no puede ser constante”, indica Recoulat.

“El sector privado no piensa en el rol estratégico de una obra, piensa en la rentabilidad, y hay obras que tienen que ser pensadas en términos estratégicos más allá de la rentabilidad propia de la obra, y esa es una tarea del Estado”, señala.

Hay que tener en cuenta, según detalla el comunicado de la reunión, que la ruta es una vía estratégica para el campo, pero también, por ejemplo, para Vaca Muerta. “Toda la arena utilizada para el fraking en el yacimiento neuquino pasa por esta ruta, por eso debemos trabajar en conjunto y potenciar la integración entre el sudoeste bonaerense y La Pampa”, señalaron en el texto.

Por ende, Recoulat considera que no darles pie a estas obras son un “freno al crecimiento y el desarrollo estratégico del interior y atenta contra el federalismo”.

Una misma vereda

“General Pico recibe 6 mil estudiantes en el año, gente que hace uso de nuestras facultades y fortalece nuestra economía”, pone sobre la mesa Alonso, la intendenta local. Cuenta con orgullos que en la Facultad de Ingenieria de Pico se recibieron once ingenieros que participaron en la puesta en órbita del satélite de ARSAT.

“Uno piensa en esto y por duele todo lo que sucede hoy”, afirma a este medio.

La dirigente peronista coincide con las lecturas de Sucurro y Recoulat respecto a la vinculación socio productiva entre ambas provincias. “Hay economías regionales que no saben de fronteras o no tienen líneas divisorias entre Buenos Aires y La Pampa, y está bien que sea así”, asegura.

Cuenta que la relación con su ciudad no está anclada únicamente al sistema universitario. También reciben muchas visitas por el centro comercial o las dependencias del Gobierno nacional que están asentadas en Pico y aún no se radicaron en varios municipios.

“Es sumamente necesario que quienes conduzcan los destinos de las provincias comprendan estas situaciones para no complicarle la vida a los pampeanos y bonaerenses”, afirma.

 

Por eso señala que es fundamental el rol del Estado, algo que ubica a Kicillof y Ziliotto en una misma vereda. Una vereda que, al mismo tiempo, es opuesta a la de Milei. “Milei le dijo al intendente de Bahía Blanca que se arregle con lo que pueda después de semejante temporal y nosotros no creemos en esa indiferencia con el territorio”, apunta.