En medio de la brutal crisis social y económica, sumado a la decisión del Gobierno de negar el reparto de alimentos a los sectores más vulnerados, ayer se lanzaron dos campañas “contra el hambre” para intentar apaciguar la desesperante situación que atraviesa gran parte de la población. 

El Servicio Paz y Justicia (Serpaj) que encabeza el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, junto a organizaciones campesinas, sociales, territoriales, políticas y de derechos humanos arrancó con la campaña llamada “La peor violencia es el hambre”, una acción nacional a través de la cual denunciarán las políticas de ajuste y pujarán por la restitución de todas las áreas desmanteladas. En paralelo, distintas organizaciones se sumaron a la propuesta del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) que dirige Juan Grabois bajo la consigna “Ningún pibe con hambre”. La campaña de aportes solidarios intenta abastecer de alimentos a centeneras de comedores comunitarios de todo el país y tratar de suplir la decisión del Estado de desentenderse de la crítica situación argentina. Según estimaciones de Unicef, en 2024 el 70,8 por ciento de las niñas y los niños serán pobres y un 34,4 crecerá en condiciones de pobreza extrema.

Desmantelados

“El gobierno se niega a distribuir miles de toneladas de alimentos que guarda en galpones próximos a su vencimiento, incumpliendo fallos judiciales que lo instaban a distribuirlos a comedores, organizaciones y a las iglesias”, dijo Pérez Esquivel en el llamamiento.  “Esta política evidencia la crueldad de un gobierno que ha tomado a los pobres como sus enemigos --agregó-- donde se empeña en estigmatizar y perseguir organizaciones territoriales que realizan trabajos comunitarios en barrios populares”.

La campaña se lanzó ayer en Plaza de Mayo, con una conferencia de prensa y radio abierta con chicos y chicas de la “Mesa de Articulación de la Niñez” que “compartieron el pan en la plaza”, “que alimenta el espíritu y la panza”, según dijo el premio Nobel y sumaron el pedido “a los hermanos y hermanas de todo el país que compartan el pan con los que menos tienen”. La liturgia “simbólica y espiritual” fue acompañada por representantes de distintos credos y culminó con una pequeña función de circo para los chicos. Antes de retirarse, la campaña entregó un petitorio acompañado por más de tres mil firmas en la mesa de entradas de la Casa Rosada.

La iniciativa cuenta hasta ahora con la adhesión de unas 2000 instituciones y organizaciones de todo el país. Entre ellas, la UBA, las universidades de Luján, de La Plata y del Sur, Actrices Argentinas, la Comisión Provincial por la Memoria, Asociación Argentina de Salud Pública, Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, las dos CTA; pastorales sociales de diversas diócesis, los Curas en la Opción por los Pobres, la APDH, iglesias evangélicas y órdenes religiosas.

La propuesta del Premio Nobel prevé fortalecer un red social, económica y política de “apoyo a la agricultura familiar", donde hubo 900 despidos de profesionales y técnicos; al programa Pro Huerta del INTA y a las organizadoras productoras que revisten en el Mocase, el Mocafor (Formosa) y el MAM (Misiones).

“Las políticas de ajuste, privatizaciones, entrega de bienes comunes son acompañadas por una financiarización de rapiña y sometimiento de los pueblos pobres vía endeudamiento, acompañados de una creciente violencia institucional frente a quienes se oponen a esos procesos de depredación y extranjerización de nuestros territorios”, dice el documento fundacional firmado por Pérez Esquivel y agrega: “Queremos denunciar la creciente represión desatada para reprimir las legítimas protestas sociales y exigimos la libertad de los presos por manifestarse en contra de la denominada ley bases, que pretende profundizar la entrega de la soberanía y los bienes comunes de nuestra patria”.

Aporte solidario a comedores populares

En paralelo, distintas organizaciones se plegaron a la campaña solidaria promovida por el MTE y llamada “Ningún pibe con hambre” para abastecer de alimentos a espacios que trabajan el desarrollo integral de las infancias y sus familias en los barrios populares.

“La falta de alimentos en la red de comedores y merenderos comunitarios es un problema que lleva meses. Nuestros espacios no dan abasto para cubrir la demanda y nos la ingeniamos para cocinar cada vez más con menos recursos”, señala la campaña. A través de la página web (infanciasmte.ar) las personas se podrán suscribir para donar mensualmente, o por única vez, el monto que elijan. “A partir de lo recaudado se emitirá un newsletter a los aportantes para informar qué se pudo comprar y a qué espacios fue destinado”, sostienen sus organizadores. La página también detalla los centenares de comedores que recibirán ayuda en todas las provincias.

“La política de justicia social en un proyecto nacional se basa en la articulación entre el Estado y las Organizaciones Libres del Pueblo en el marco de una macroeconomía próspera, federal y soberana. Hoy sucede lo contrario. Sin embargo, no podemos llorar por cuatro años frente a la miseria planificada del gobierno empobrecedor”, sostiene Juan Grabois, uno de los impulsores. “Hay personas de carne y hueso que están padeciendo hoy. Por eso, desde Argentina Humana estamos desarrollando acciones autogestivas para abastecer los comedores comunitarios y llevar alimentos del productor al consumidor. Está es nuestra campaña principal. Por favor, ayuden con lo que puedan. Nosotros vamos a seguir la batalla para que el Estado se haga cargo de cumplir sus obligaciones, pero en el mientras tanto los necesitamos”, agregó el dirigente social en el lanzamiento de la campaña.