Gregorio Samsa es el personaje principal de la novela breve escrita por Franz Kafka llamado La metamorfosis. El protagonista es un viajante de comercio, hijo mayor de la familia, formada por la madre, el padre y una hermana menor. Ninguno en la casa de Gregorio trabaja, los padres habían tenido un comercio que cayó en bancarrota y él, como primogénito, tuvo que tomar las riendas del hogar y pagar la deuda contraída por ellos. El acreedor era ni más ni menos que su jefe, el dueño sordo y tirano del almacén de ramos generales. Observen cómo va apareciendo una seriación: hijo que cumple a rajatabla con los mandatos familiares, padres que no buscan sobreponerse a través de su esfuerzo de la situación económico-social (otro familiar), patrón que se aprovecha de éstas circunstancias de cierta determinación del sujeto para someterlo aún más (otro social). Así es como una mañana cualquiera, antes de ir a trabajar a disgusto como Gregorio lo hacía, el muchacho queda convertido en un monstruoso insecto. Queda paralizado, no sólo porque la transformación de su cuerpo limita su traslado, sino también por el posible rechazo que su aspecto puede provocar en los demás. En este punto, el psicoanálisis ubica lo que se conceptualiza como identificación.
¿Por qué Gregorio se convierte en insecto monstruoso y no en elefante o computadora? ¿Cuáles son los A que devienen en B? Releyendo a Kafka en clave a la identificación, hay un párrafo que ordena en ese sentido y opera como un timonel de lectura: “Ay dios-se dijo- ¡Qué cansadora es la profesión que he elegido! Un día sí y otro también de viaje. La preocupación de los negocios es mucho mayor cuando se trabaja fuera que cuando se trabaja en el mismo almacén, y no hablemos de esa plaga de los viajes; cuidarse de los empalmes de los trenes, la comida mala, irregular; relaciones que cambian de continuo, que nunca duran, que no llegan nunca a ser verdaderamente cordiales, y en que el corazón nunca puede tener parte. ¡Al diablo con todo!”. “La plaga de los viajes”, ¿acaso él mismo no se convirtió en una plaga? “Cuidarse de los empalmes de los trenes”, una y otra vez Kafka se detiene describiendo las grandes dificultades que tiene que hacer el insecto para desplazarse. “La comida mala, irregular”, siendo un parásito Gregorio sólo puede degustar, con un apetito feroz de comida podrida. “Relaciones que no llegan a ser verdaderamente cordiales, y en que el corazón nunca puede tener parte”, ¿el amor de su familia era un amor verdadero o un modo de explotación para sacar provecho? Queda demostrado que, con el correr de los días, la “preocupación familiar” por la salud de Gregorio se disipa como el aire. Gregorio no puede cuestionar a sus padres el modo en que ellos lo subordinan y determinan de dicha forma su presente y futuro. Calla, no se revela, pero aparece el síntoma. Como insecto resuelve en forma alienada, dando una respuesta animista que viene a solucionar todos sus conflictos ¡pero a qué precio! Paga con su deformidad y su vida.
Franz Kafka nació en Praga en 1883. Su padre, que era judío practicante y autoritario en la educación de sus hijos, lo obliga a estudiar abogacía y a trabajar en una empresa de seguros. Pero Franz hacía literatura, y en ella hablaba de lo que padecía, poniendo un velo ficcional a su dolor. El padre subestimaba su creación, menospreciaba sus publicaciones y desalentaba su entusiasmo por las letras. Aún así, Kafka inventa a un hombre que se convierte en insecto para no volverse el insecto de su padre, y no sólo se salva con eso, sino que deja a la humanidad una de las obras literarias más preciadas…y una huella. La huella del sujeto subvertido. ¿Quién era el padre de Franz? ¿Quién es Franz Kafka? Un hombre sin muerte, porque su obra lo supera y lo trasciende.
*Psicoanalista.