El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió este miércoles a las "fuerzas políticas que se identifican con las instituciones republicanas" que construyan una "mayoría sólida" en el Parlamento, después de las elecciones legislativas ganadas por la izquierda aunque sin mayoría absoluta. "Nadie ganó", declaró Macron refiriéndose a los comicios celebrados el domingo y de los que todavía no había hablado, en una carta al pueblo publicada en la prensa francesa. La izquierda criticó con dureza el rechazo temporal del presidente a designar un primer ministro y exigió un nombre que venga del Nuevo Frente Popular (NFP), primera fuerza en la Asamblea.

"Construir una mayoría sólida y plural"

"Pido a todas las fuerzas políticas que se identifican con las instituciones republicanas, el Estado de derecho, el parlamentarismo, la orientación europea y la defensa de la independencia de Francia, a entablar un diálogo sincero y leal para construir una mayoría sólida, necesariamente plural, para el país", escribió Macron en la misiva que publicó mientras llegaba a Washington para participar en la cumbre de la OTAN.

Ningún partido o coalición obtuvo una mayoría absoluta, de 289 diputados, en la nueva Asamblea Nacional. La alianza de izquierda NFP quedó en primer lugar con entre 190 y 195 escaños, la alianza de centro de Macron alrededor de 160 y la extrema derecha más de 140. 

El llamado del presidente parece orientado a excluir a la Agrupación Nacional (RN) de la ultraderechista Marine Le Pen, pero también implícitamente a la principal formación del NFP, la Francia Insumisa (LFI) dirigida por Jean-Luc Mélenchon, que genera reticencias en otras fuerzas.

En su cuenta de X, Marine Le Pen disparó: "Macron propone un cordón sanitario a LFI, a la que él mismo ayudó a que saliera elegida hace tres días. Este circo se está volviendo vergonzoso". Jordan Bardella, presidente de RN y mano derecha de Le Pen, declaró en la misma línea: "Macron organiza la parálisis del país colocando a la extrema izquierda a las puertas del poder tras arreglos indignos. Y su mensaje a partir de ahora es: arréglense".

Una nueva cultura política

Macron disolvió la Asamblea Nacional y convocó de forma anticipada las legislativas después de la victoria de la ultraderecha francesa en las elecciones europeas del 9 de junio. En su carta de este miércoles el mandatario precisó que tomará una "decisión sobre el nombramiento del primer ministro" cuando las fuerzas políticas hayan "forjado compromisos", lo que supone darles "un poco de tiempo". 

Por el momento el primer ministro de Macron, Gabriel Attal, permanecerá en su puesto al tiempo que París ultima los preparativos para los Juegos Olímpicos, que empezarán en poco más de dos semanas. "Aunque la extrema derecha se impuso en la primera vuelta con casi 11 millones de votos, usted se negó claramente a que llegara al gobierno", razonó el jefe de Estado, que considera que para lograr un compromiso "las ideas y los programas deben de estar por delante de los puestos"

Lo que eligieron los franceses en las urnas, sintetizó Macron, es el frente republicano (que excluye a la ultraderecha), algo que requerirá la "invención de una nueva cultura política francesa" en un país que no está acostumbrado a las coaliciones para gobernar. Frente a los números del NFP, el oficialismo parece dividido entre partidarios de una alianza con el conservadurismo de Los Republicanos (LR) y quienes abogan por una amplia coalición que incluya a los socialdemócratas. 

Aurore Bergé, reelegida el domingo y ministra delegada para la Igualdad de Género del gobierno saliente, declaró que su grupo desea aliarse con LR y otros diputados cercanos al centro. El ministro del Interior Gérald Darmanin, quien también fue reelegido, declaró a la cadena CNews que podría apoyar a un "primer ministro de derecha". El líder parlamentario de LR, Laurent Wauquiez, aseguró que su partido elaboraría un "pacto legislativo" que propondrá a otros grupos.

La izquierda define a su candidato

Por su parte la alianza de izquierda pretende proponer a un nuevo primer ministro, pero una gran parte del partido del presidente rechaza apoyar un gobierno que incluya figuras de la izquierda radical. "El presidente se niega a reconocer el resultado de las urnas, que coloca al Nuevo Frente Popular en cabeza en número de votos y escaños (...) Es el regreso del veto real al sufragio universal", escribió Mélenchon en redes sociales, reaccionando a la carta de Macron.

En la misma red social la diputada Clémence Guetté, uno de los nombres que suenan como posibles propuestas a liderar el gobierno desde el campo de LFI, opinó: "No está a la altura de la historia. Más solo que nunca, Emmanuel Macron maltrata. Arrojó a Francia en brazos de la extrema derecha, lo evitamos. Ahora el Nuevo Frente Popular debe gobernar. El presidente debe aceptar la democracia".

La líder de los ecologistas, Marine Tondelier, acusó al presidente de evitar reconocer los resultados de las elecciones y advirtió que su negativa daña al país y a la democracia. "No se puede ganar y perder al mismo tiempo", remarcó la diputada ecologista, antes de recordar que Macron fue el único que decidió la disolución de la Asamblea Nacional y convocar elecciones anticipadas.

El NFP, que incluye a ecologistas, socialistas, comunistas y a LFI, anunció que propondría un candidato antes de que termine esta semana. Mélenchon impulsa a la diputada Guetté, no muy conocida pero popular entre los militantes de izquierda radical. A sus 33 años ofrece una imagen menos divisiva y más calma. El líder socialista, Olivier Faure, más moderado, también dijo que estaría dispuesto a asumir el cargo.

Sin embargo las distintas familias de la coalición de izquierda no consensuaron aún un candidato a primer ministro, que además de necesitar que Macron acceda a designarlo, necesitaría igualmente general el respaldo suficiente para superar potenciales mociones de censura de la Asamblea Nacional, donde el NFP quedó muy lejos de la mayoría absoluta de 289.