Juan Alberto García Tonzo, el policía de la Bonaerense que en la noche de este miércoles se enfrentó a tiros con un grupo de asaltantes en la localidad Wilde, enfrentamiento que terminó con la vida del niño de 10 años Bastián Escalante Montoya, quedó detenido este jueves.
Si bien en un comienzo el fiscal del caso, Ignacio Colazo, había decidido que el agente permaneciera en libertad, este jueves, tras la muerte del pequeño, el funcionario judicial cambió de parecer y pidió su detención.
Por el momento no hay información oficial sobre la imputación y las pruebas que motivaron el arresto.
Según contaron testigos del hecho, el tiroteo ocurrió este miércoles alrededor de las 20, en la intersección de Caxaraville y Rondeau, cuando un grupo de cuatro asaltantes se acercó a García Tonzo con intenciones de robarle.
El policía, quien se encontraba de civil, dice haber dado la voz de alto y disparó -él argumenta que "en legítima defensa"-, dando inicio a un tiroteo con los asaltantes. Justo cuando comenzó el intercambio de disparos, Bastian y su madre, que salían del club Barrio de la Carne de Wilde, donde el niño practicaba fútbol, se encontraban cruzando la calle.
Las balas, precisaron los médicos del hospital Presidente Perón de Avellaneda que atendieron al pequeño, impactaron una en el omoplato izquierdo y otra en la cervical derecha. Este jueves, después de ser operado en dos oportunidades, Bastian falleció.
Fuentes policiales informaron que dos de los presuntos asaltantes, de 18 y 16 años, fueron detenidos en las inmediaciones el mismo miércoles, cuando escapaban. El policía, en cambio, recién quedó detenido este jueves.
Ahora la investigación se centra en saber si los disparos que le provocaron la muerte al niño provienen del arma del policía o de las armas de los asaltantes. Para ello se esperan las pericias balísticas sobre los plomos que impactaron sobre el pequeño y los resultados de los tests reactivos de pólvora en las manos de los tres involucrados.