Esther Goris es, para muchos, Evita. Le puso el cuerpo a su historia en 1996, bajo la dirección de Juan Carlos Desanzo, y su interpretación permanece en la memoria de todos los argentinos. Por eso la actriz es clara al asegurar que, para ella, abordar la vida de una de las figuras más trascendentales de nuestra historia no es una “carga” sino un “privilegio”.

“Es uno de los personajes más queridos en Argentina. Desde que hice la película yo cargo con el amor de la gente, que tomo de prestado. Porque el cariño que le tienen a Eva me lo trasladan a mí”, aseguró.

Y la aclaración tiene que ver con su actual proyecto, La más amada, la más odiada, un show íntimo que lleva a cabo en el Museo atelier de Pallarols (Defensa 1039, Ciudad de Buenos Aires).

La propuesta es particular, al reunir a un grupo máximo de 25 personas con el que se hace no solo un recorrido por las instalaciones del teatro/museo sino también por la vida de la exprimera dama argentina y pieza fundamental en el movimiento justicialista.

“Lo pensamos para público extranjero. Es más, con Inteligencia Artificial mi voz se traduce al inglés. Se ponen auriculares y me escuchan hablar a mí en inglés con la perfecta cadencia. Fue algo que nos sorprendió”, reconoció Goris.

Pero el espectáculo no se limita solo al público no local. “Abrimos esto para el público nacional también”, contó también la actriz, sobre este proyecto que nació en 2019, en el centenario del nacimiento de Evita.

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