La pregunta es: ¿cuánto, qué y cómo, estamos haciendo hoy en pos de una mayor equidad en la música? Que la industria musical argentina atraviesa una etapa sin precedentes está clarísimo. La exportación de artistas, a nivel virtual (léase consumo en plataformas) como físico (shows, giras mundiales, colaboraciones con otros de renombre internacional) define el momento histórico: en los últimos meses, mientras las escuchas de nuestros nuevos representantes siguen creciendo y creciendo, por marcar algunos hitos, Duki se transformó en el primer coterráneo en llenar el estadio Bernabéu de Madrid, María Becerra comenzó su primera gran gira europea y norteamericana, Bizarrap explotó dos noches en Coachella en California con Shakira y Young Miko como invitadas especiales, etc, etc. 

En los últimos cinco años, vimos cómo ganamos terreno en esos dos sentidos, al mismo tiempo que la representatividad de las artistas mujeres fue solidificándose en el mainstream y la Ley de cupo femenino (2019) en eventos comenzó, no sin ciertas resistencias, a implementarse. En cuanto a las escuchas, si bien a nivel global sólo una de cada 5 artistas en los charts son mujeres, en el Top 100 de canciones en Argentina, la representación de artistas femeninas locales en estos años creció un 500 por ciento. Aunque el 20,6 por ciento del consumo total de música en el país proviene de artistas mujeres, figuras como Tini, María, Nicki Nicole se imponen, sobre todo en la región. El avance, a pequeños pasos, es insoslayable, pero la pregunta requiere una respuesta concreta: saber qué acciones, en un contexto general que no deja de cuestionar los derechos adquiridos, son las que se llevan adelante para lograr no sólo un impacto en las decisiones de la industria sino también en la cultura de consumo.

La Bertoldi en el Equal 2023 organizado por Spotify. 

Un piso de visibilidad para todas

Desde 2021, el programa Equal de Spotify se implementa con el fin de darle mayor visibilidad a las artistas mujeres en Argentina. Es impulsado por la plataforma sueca en 40 mercados: su principal herramienta es una playlist local, para cada uno de esos mercados, que se renueva todos los meses, y una playlist global, que nuclea a todas las artistas de esas playlists locales. “Cada playlist tiene una embajadora mensual, que es la cara hacia la audiencia durante ese mes: las artistas reciben recursos dentro y fuera de la plataforma y al mismo tiempo definen el sonido de la playlist”, cuenta Carolina Martin, Artist & Label Partnerships Lead South Cone de Spotify. 

“Las playlists permiten mostrar artistas de todas las trayectorias, de distintos rangos etarios y nivel de desarrollo; el objetivo es potenciar sus oportunidades de difusión en un momento particular de su carrera. Busca equidad en el sentido de darles más visibilidad a las que tienen menos posibilidades, con una serie de recursos online tipo banners y contenidos en las redes, y offline como un billboard en Time Square que es imponente: poder ver a nuestras embajadoras en las calles de Nueva York simbólicamente está muy bueno, en algunos casos son artistas que nunca pudieron tener una vía pública en Buenos Aires”, agrega. Desde su lanzamiento, más de 320 mujeres de todo el país recibieron apoyo dentro de las listas de reproducción y los streams de artistas argentinas aumentaron un 69 por ciento.

Carolina estudió Comunicación Social en la UBA y desde muy chica, en los 90, estuvo vinculada a la escena del rock under: construyó su identidad a través de su fanatismo por Fun People y desde entonces se vio identificada con la filosofía DIY (Do It Yourself) y las militancias que proponían desde su activismo; en paralelo a su trabajo en la industria (antes de Spotify, trabajó en Warner y Sony), lleva adelante la fundación Proyecto 4 patas, que promueve el rescate y la adopción de perros abandonados. Hace casi 5 años que trabaja en Spotify Argentina: desde este rol, Carolina encuentra otra forma de canalizar esa necesidad de transformación de la realidad, gracias a los recursos que la empresa destina a estos programas que, explica, trascienden una mera necesidad marketinera. 

Carolina Martín

“Tener un programa para mujeres dentro de la plataforma más grande del mundo es un mensaje para la industria y para otras marcas también: si Spotify está apoyando a las mujeres, la idea es que podamos no sólo lograr más difusión de las artistas sino también que los sellos firmen más mujeres. Lamentablemente, ellas siempre se escucharon menos que los artistas hombres”, agrega.

El incremento de escuchas de los últimos años funcionó para Spotify como puntapié para armar el primer Festival Equal (del mundo) durante el año pasado, en el Hipódromo de Palermo. A pesar de que ya existían en el país otros festivales con line-up 100 por ciento de artistas femeninas, no con este nivel de masividad, sold-out en un predio tan grande: “Hicimos historia. Quedamos orgullosas de ser pioneras y de que haya tenido tan buena recepción en la industria y en el público”, cuenta. El line-up buscó seguir el espíritu del programa en cuanto a diversidad de géneros musicales y de trayectoria: Lali, Soledad, María Becerra, Emilia, Taichu, Marilina Bertoldi, Connie Isla, Karina, fueron las elegidas, la mayoría había sido embajadora de Equal y cada una fue presentada por otra artista mujer. 

“También la idea era cruzar audiencias y que hubiera descubrimiento de artistas en vivo; y en cuanto a la producción, buscamos que todos los equipos sean femeninos, que se priorice darle laburo a las mujeres en todas las áreas. A nivel profesional, fue la mejor experiencia de mi vida”, cuenta.

“La idea es que podamos reunirnos todas para charlar y visibilizar las cosas que pasan en todos los sectores, que cada una de esas experiencias se compartan entre colegas”, dice, antes de reflexionar sobre el pasado y el futuro. “En los últimos años, la escena cambió mucho, el gran momento de quiebre en Argentina que generó el Ni Una Menos, también impactó en la música pero, y a pesar de que la evolución con respecto al resto de los países de Latinoamérica es más visible, nos queda mucho por hacer para lograr mayor equidad. Vamos por un buen camino”. Así, con el compromiso y el apoyo interdisciplinario, el cuestionamiento y la reflexión conjunta sobre las formas y los estados heredados, se podrá avanzar en pos de un cambio no exclusivamente cuantitativo, a partir de estas acciones impulsadas desde las corporaciones, sí, pero también con cada play, con cada mirada, con cada escucha. Y uniendo fuerzas, siempre.