A la espera del nuevo dato de inflación que será publicado este viernes por el Indec, la analista económica del Centro de Economía Política (CEPA) Florencia Gutiérrez reflexionó sobre la situación de los asalariados a partir de los números publicados por la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) en su último informe, y lo comparó con la situación regional.
Uno de los datos que destacó la especialista fue el de la inflación de los trabajadores de junio, que alcanzó el 5,1% y estuvo motorizado principalmente por los rubros vinculados a los servicios (transporte, tarifas, etc.).
"Aceleró 0,4 puntos frente al mes de mayo, es lo mismo que dio en la Ciudad de Buenos Aires, que también aceleró 0,4%, hay una coincidencia de que la inflación va acelerar en junio", advirtió Gutierrez en la 750.
Sin embargo, el ministro de Economía, Luis Caputo, volvió a asegurar este jueves que los salarios le están ganando a la inflación y reveló que su expectativa para la medición del Indec es que la cifra esté debajo del 5 por ciento.
"Los ingresos de los trabajadores y trabajadoras marcan una pérdida de poder de compra. Los últimos datos disponibles, que son los del mes de mayo, dan una pérdida del poder adquisitivo del 9,5% en promedio y en el sector privado registrado", se diferenció la analista del CEPA. Esto sin contar que el sector público y el sector informal perdieron 20 y 23 por ciento de su poder adquisitivo respectivamente en el mismo período de tiempo.
El problema de la desigualdad
La pérdida de poder adquisitivo tiene su correlato en las mediciones de desigualdad, que mostraron un aumento en el primer trimestre del 2024 y se posicionó en 0,46. El dato fue elaborado por el propio Indec a partir del coeficiente de Gini, el método más usual para medir la concentración de ingresos. "Es un indicador en el que más cerca del 0 es más igualitario y más cerca del 1 es más desigual", detalló la especialista en Escuchá Página 12.
Esta situación se replica en América Latina y el Caribe. A principio de 2024, la organización no gubernamental Oxfam (Oxford Committee for Famine Relief) elaboró un informe que relevó la concentración de la riqueza en la región y determinó que es el lugar más desigual del planeta en términos económicos.
Un dato alarmante de la investigación, señaló Gutiérrez, es que dos empresarios mexicanos acumulan 130 mil millones de dólares de riqueza, más que el 50% más pobre de toda la región, un total de 334 millones de personas.
Se trata de Germán Larrea, el director de Grupo México, la empresa minera más grande de ese país y la quinta productora de cobre más grande del mundo, y Carlos Slim, el decimosexto hombre más rico del mundo que tiene un capital comparable al 6% del PBI de México, unos 92 400 millones de dólares de patrimonio aproximadamente.
Esta situación, indicó la entrevistada, pone sobre la mesa dos debates a los que Oxfam les da especial preminencia: el de la capacidad de recaudación de los Estados latinoeamericanos y las economías de extracción de recursos naturales.
Por un lado, explicó la economista del CEPA, las estructuras tributarias de la región generalmente ponen el acento en impuestros regresivos. Y, por el otro, como la riqueza se genera a partir de recursos naturales y esos productos se venden al exterior, "muchas veces no se necesita agregarle valor, no necesitan ni mano de obra calificada, ni un mercado interno pujante".