Con la participación de gobernadores peronistas, 36 sindicatos agrupados en la Confederación de Sindicatos Industriales (Csira) presentaron el segundo relevamiento sobre la situación económica en la actividad a la que pertenecen. Los datos negativos que recoge la encuesta sobre perspectivas de negocios, despidos, contracción de las ventas y dificultades para el cumplimiento de las obligaciones corrientes, el documento –en cuya elaboración participó también el Centro de Economía Política Argentina (Cepa)- es una muestra más de la crisis social y económica que se profundiza a nivel nacional.

Los gobiernos de las provincias de Buenos Aires, Santiago del Estero, Tierra del Fuego, La Rioja, La Pampa y Formosa participaron, a través de sus equipos técnicos, en la presentación de la encuesta. El primer relevamiento se cerró el 23 de mayo y este segundo, el viernes pasado, 6 de julio. 

La cantidad de trabajadores nucleados en las empresas de la Csira asciende 1.097.693 (de los cuales 56,7 por ciento están sindicalizados) y colaboran en 61.728 empresas. La Confederación nuclea a empresas que operan en 18 sectores de actividad, mayormente construcción, metalmecánica, textil; luego maderera, plásticos, vidrio, petróleo y gas. Se trata de firmas que operan mayormente para el mercado interno.

Según la opinión de los gremios relevados en la encuesta, la situación económica desde que asumió Milei es crítica. La confirmación de esta realidad fue rotunda ya que así lo manifestaron el 90 por ciento de los gremios encuestados, indicando que, en la actualidad, la situación "empeoró mucho" respecto a diciembre. 

Dicho ratio es similar al advertido en el primer relevamiento de mayo. Este “resultado es consecuencia directa de la caída del consumo y de la recesión económica en la que se encuentra el país, causadas por la política de ajuste aplicada desde el inicio del mandato del actual presidente”, indicaron desde el CEPA.

Los resultados son contundentes también respecto del impacto en el mundo laboral. En casi el 80 por ciento de las empresas representadas hubo despidos desde diciembre a la actualidad. El 60 por ciento de las empresas relevadas señala que sus trabajadores sufrieron algún tipo de suspensión o licenciamiento en sus trabajos. Esta cifra casi duplica, prácticamente, la cifra resultante de la encuesta anterior (34 por ciento). 

En tanto, se observan otros mecanismos de reducción de jornadas laborales tales como: ofrecimiento de retiros voluntarios (80 por ciento de las empresas), jubilaciones anticipadas (35 por ciento), recorte de horas extras (90 por ciento) y adelanto de vacaciones (65 por ciento de los establecimientos relevados).

Por el lado de las ventas, el 65 por ciento de las empresas consultadas indicó que cayeron más de 15 por ciento. Del mismo modo, en relación a la producción, el 63,2 por ciento de los casos sostuvo que el deterioro fue superior al 15 por ciento. Del total de empresas afectadas por la coyuntura, el 52,7 por ciento destinan más del 50 por ciento de su producción al mercado interno, señala el informe.

En cuanto al dato de capacidad instalada ociosa, casi el 40 por ciento de los entrevistados sostiene que se usan 6 de cada 10 máquinas, o menos. Otro 26,3 por ciento de la muestra mantiene en actividad entre 6 y 7 de cada 10 máquinas. 

Como información complementaria, se observa que el 75 por ciento de los sindicatos consultados indica que sus empresas han reducido sus turnos de producción (el 60 por ciento señala que los turnos se redujeron en hasta en un 30 por ciento, mientras el 15 por ciento indicó que la reducción supera el 30 por ciento). Esta situación ha empeorado desde la medición de mayo.

Las dificultades económicas también se han traducido en incumplimiento de obligaciones. En cuanto al pago de salarios, solo el 56 por ciento de las empresas pudo abonar a sus trabajadores en las fechas de cobro establecidas. A su vez, sólo el 33,3 por ciento de las respuestas señala que han podido pagar a proveedores en tiempo y forma.

Las expectativas para los próximos seis meses se mantienen en niveles críticos. El 95 por ciento considera que el panorama empeorará. El 55 por ciento señala que la situación estará "mucho peor".

Puntualmente respecto a la Ley Bases, se incluyó en este último relevamiento una consulta al sector gremial sobre la evaluación de su impacto. “La ley no trajo alivio”, indicaron: ninguno de los sindicatos ve una mejora tras su sanción. El 65 por ciento dijo que empeorará el funcionamiento y sólo el 20 por ciento considera que estará igual.