"La Provincia está preparada para dar la batalla en lo simbólico, en lo cultural, en el sistema de Salud y en todas las líneas", dice Nicolás Kreplak a BuenosAires/12. El ministro de Salud bonaerense se refiere puntualmente a la problemática de la ludopatía adolescente, el tema al que la gestión provincial decidió abordar de modo transversal. "No lo hacemos porque tengamos la posibilidad de resolver todos los problemas, sino porque tenemos la obligación de abordarnos", afirma. 

A comienzos de esta semana, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires lanzó el Plan de Prevención y Tratamiento de la Ludopatía Adolescente, donde las áreas de Salud, Educación, Seguridad, Justicia, y la Lotería bonaerense, de manera integral, realizarán estudios, campañas, atenderán adictos, denunciarán sitios ilegales, regularán la publicidad y cooperarán con otras jurisdicciones.

"En la medida en que le demos cada vez más trabajo a la solución, iremos generando más respuestas cuando nos quedemos insuficientes en algo, por eso esto es observación, análisis y mejora continua", dice el ministro a este diario, y advierte: "Esto no se puede hacer en un contexto de achicamiento del Estado, porque eso se paga en salud. Nosotros estamos para seguir defendiendo la salud del pueblo de la provincia de Buenos Aires, y vamos a seguir pidiendo que el Gobierno nacional invierta lo que tiene que invertir en esto".

--¿Cuándo visualizaron la problemática del juego online?

--La del juego en general es una problemática de mucho tiempo, en la que ya tenemos intervenciones cotidianas y discusiones constantes. Pero en la pandemia todo se tornó muy distinto, y la problemática empezó a tener otra forma. La relación de todo el mundo con la virtualidad y la distancia también se plasmó en las adicciones, y eso hizo que las autoridades, tanto las de Lotería como en las de Salud, empecemos a abordar más intensamente la participación del Estado en esta discusión. Hace bastante tiempo que veníamos preocupados por la incidencia del juego en los chicos, especialmente. 

--¿Por qué se da en esa franja etaria?

--Porque en el entorno virtual de los pibes, el entorno digital a distancia, pone al juego en la vida cotidiana muchos más que antes. Hay mucho juego, y si bien ya había juego en el sentido recreativo, ahora los jóvenes empezaron a jugar por plata, que más que jugar es apostar. En el último año y pico, sobre todo con la tremenda invasión del mundo de las apuestas en el fútbol de nuestro país, se hizo algo mucho más notorio para todos, y también para el mundo adulto, que advirtió la necesidad de intervenir sobre eso. Además, nosotros en Salud tenemos bastantes herramientas de intervención con la juventud en materia de salud mental, especialmente con el programa "La salud mental la hacemos a entre todos y todas", que es un taller tipo ESI, que lleva más de dos años celebrándose en las escuelas, y ahí también se habla de esto. Entonces tenemos la problemática no sólo por la percepción del mundo adulto y sanitario, sino también por lo que los pibes pone como problemática de salud mental en el día a día.

--¿Por qué hacen hincapié en que 'no le puede pasar a los chicos'?

--Primero porque a todos los pibes los tenemos que cuidar, y son los Estados los que deben dedicarse a cuidarlos para que no tengan que preocuparse en el sustento. Para eso están las becas, por ejemplo, que ayudan para estudiar. El Gobierno nacional las designó políticamente como si fueran 'becas de clientelismo político', pero contrario a lo que pregonan, lo que uno hace al entregar una beca es decir 'vos por ser pibe y estar estudiando vas a tener plata, así no tenés que entrar a ni meterte en nada, y sólo dedicarte a lo tuyo'. Si estudiás, el Estado te apoya. Desde la Provincia creemos que hay que pensarlo de esa manera, y eso no puede pasar con el Estado más chico y con menos gasto público, porque los pibes son víctimas de eso. Porque la ludopatía, pese al sinfín de problemas que trae, es una posibilidad no tan lesiva comparada a las otras situaciones que se están viviendo en toda Latinoamérica, donde ser punteros de droga es la única salida para la juventud. Eso es hasta más doloroso y grave, y tenemos que dar todo lo que tenemos a nuestro alcance por poner una política pública distinta. 

--¿Por qué la adicción al juego es considerada un problema de salud mental?

--La salud mental tiene varias formas de percibirlo. Nosotros solemos entender que, además de los entornos y los contextos que son tremendamente significativos e importantes, cuando lo que a uno le pasa repercute en su forma de vida, le da menos grado de libertad, lo condiciona, empeora su potencialidad o su capacidad de resolver problemas, eso hace mal a la salud. Y eso puede ser un corazón que no bombea con suficiente fuerza, una sensación de sentirse incapaz, sin fuerza, sin energía, o sin ganas. La depresión o la salud mental, o quizás estar compulsivamente atado a algo que te produce daño como una droga, genera mucho malestar. Antes había una versión que fracasó mucho contra las adicciones, que era poner a la droga como el problema y desatar una guerra contra ella. Vimos primero que fracasó en dar respuestas, que se criminalizó a todos en el proceso, y que finalmente una droga se reemplaza por otra. Sin embargo, el sujeto social que participa de esto es el mismo, es el mismo que tiene un entorno subjetivo, social, comunitario, que asiste y condiciona a una personalidad que se mete en una droga. Entonces es abordable de muchas maneras, pero sin duda hay que trabajar desde la salud mental. 

--¿Qué quiere decir eso? 

--Primero que hay que identificarlo, ponerle nombre, y ver en qué entorno se produce. Es muy interesante porque lo que sabemos, con todos los problemas de salud mental y más en los relacionados a las adicciones, y la neuropatía entre ellas, es que si bien hay un aspecto individual, también hay un aspecto comunitario muy grande. La encuesta que hicimos indicó que el 22, 4 por ciento usa el celular más de ocho horas por día, y el 26 por ciento lo hace más de cinco horas, el 34 por ciento de los jóvenes dijeron haber apostado al menos una vez en el juego online, y el 12, 4 afirmó haber apostado muchas veces. Pero lo que vimos en ese estudio es que la mayoría o juegan con los amigos o se entera de esto por amigos. Ahora la mayoría están en comunidad. Entonces si se habla de eso en comunidad empezamos a tener muchas más probabilidades de prevenirlo, de ayudar al que está mal. 

--Las propagandas de apuestas están en todos lados.

--Sí, nosotros podemos hablar un montón, pero si en todos los medios de comunicación están todo el día con esto, entonces está visto como 'algo que está bien'. Hay que discutir cómo se habla de esto, pero un paso es que lo hacemos nosotros. El planteo provincial es abordarlo, no en la perspectiva de la salud únicamente, aunque tenemos mucho que hacer, sino también de la regulación, de lo punitivo, de las bandas delictivas, porque hay muchas plataformas ilegales, y sobre todo en lo educativo. Empezar a hablar del tema como un problema hace que enseguida haya un aspecto comunitario que es más abordable.

--¿Qué acciones realiza la cartera sanitaria bonaerense al respecto?

--Estamos en ese proceso de capacitación, discusión y armado de estrategias de trabajo. Lo primero y más importante es que hay que capacitar mucho, y para eso tenemos toda una línea de formación en el propio equipo de salud, porque estamos hablando de cosas nuevas, que al estar muy validadas en los medios de comunicación son difíciles de ver como un problema. Después tenemos bastantes instituciones sanitarias y de salud mental en la provincia, aunque hacen falta muchísimas más. Tenemos que ampliar más instalaciones de salud mental porque hay muchísimos problemas en adicciones, en padecimientos subjetivos, neuropatía, y demás. Tenemos diez centros especializados en neuropatía, más de 200 centros de salud mental públicos provinciales, y estamos armando intervenciones de distintas índoles en instituciones como las escuelas. Tenemos una red de derivación, un 0800, y un correo electrónico. Hacemos trabajos comunitarios en municipios, universidades, y realizamos talleres de capacitación y de discusión.

--¿Qué le aporta un taller al profesional de la salud?

--Estos talleres y el trabajo en comunidad, sumado a la investigación con instituciones en el observatorio, sirve para tener un análisis más finito, como este detalle de que los chicos juegan con la familia. Son detalles que hay que tenernos muy claros, porque es ahí donde uno puede intervenir y la estrategia se vuelve capaz. Y sirve hablar no sólo con el pibe que está metido en el medio, hay que pensar cómo la ven los otros pibes, si piensan al que está jugando como alguien que hace las cosas bien, o lo ven como alguien que tiene un problema. Para empezar a trabajar sobre eso hay que investigar mucho. Entonces a partir de ahí tenemos herramientas de asistencia, herramientas de trabajo en vinculación y talleres, y de investigación y de formación. Son los cuatro ejes de trabajo que estamos planteando. 

--Mencionó que 'faltan muchos centros de salud mental' ¿Aumentaron los padecimientos?

--Muchísimo. Lo de salud mental viene aumentando mucho desde hace bastante tiempo. Pero últimamente aumenta, sobre todo, en situaciones que no tienen que ver con los padecimientos clásicos de la salud mental, como la esquizofrenia o la paranoia, que tienen un enorme daño en la estructura de la personalidad. Lo que estamos viendo son muchos padecimientos subjetivos del orden de la neurosis. Angustia, tristeza, desesperanza grave. Y no consultas de turno con un psicólogo, si no gente que llega a la guardia de un hospital porque no da más, sin que detrás de eso no haya enormes dramas de estructura de la personalidad. Son estructuras más o menos normales en un entorno de muchísima incertidumbre, padecimiento e inseguridad, que se ven potenciadas por decisiones que se vienen tomando en la vida cotidiana que tienen repercusiones. Hay muchísima gente que abandona a algún familiar porque no lo pueden bancar más, y eso trae un peso, porque al abandonan lo están condenado a vivir en la calle. Tenemos situaciones de madres que dejan a los pibes en la maternidad y se van, porque no saben cómo llevar adelante la situación, porque están en calle, y porque no encuentran un Estado que ayude a resolverlo.

--¿Que los casos aumenten es una falla de prevención?

--Lo que pasa es que hay un problema que imperó por muchísimo tiempo en la mirada de la salud, de la medicina, y es que los problemas de salud son intrahumanos, hacia adentro de uno mismo. Entonces la prevención, en todo caso, puede ser con lo que uno come, o si se hace un diagnóstico a tiempo, pero cuando ya nos damos cuenta que las personas están así, los padecimientos generan la dolencia de la vida. Diría Ramón Carrillo "los gérmenes como causa de enfermedades son con pobres causas ante los infortunios de los pueblos". Y bueno, queda demostrado que el infortunio de los pueblos es un productor de muchísimas enfermedades, entonces es una linda duda, porque uno ve que no alcanza la plata para comprar los medicamentos, ve que vivimos en una sociedad más violenta que avala la discriminación por cuestiones de género, y todo eso genera padecimiento, dolor y sufrimiento, que no se va a resolver de un día para el otro o porque hagamos algo en materia preventiva desde el punto de vista de la salud. Nosotros queremos que la salud sea parte de la discusión de las políticas públicas en general, no solo del sistema sanitario. 

--¿Qué es lo que más le impacta de la ludopatía adolescente? 

--Hay una cuestión más de fondo, y quizás tiene que ver con darle un análisis más sociológico, que es ¿por qué razón hay una vocación tan grande con el juego?Históricamente el juego en los casinos no era algo tan masivo, y no era cosa de pibes tan chicos, pero ahora está todo ampliado. Me parece que está socialmente cada vez más representada la idea de hacerse rico rápido y fácil, como una idea del objeto de deseo. No porque es una cosa que pueda pasar, sino porque es lo que los chicos ven en las personas a las cuales siguen. Y no digo que sea algo muy nuevo, pero sí que es algo más accesible, porque tiene que ver con el entorno de las redes sociales. Hoy uno puede ver hasta lo que desayuna un famoso. Todo eso estaba mediado de una manera distinta y había una distancia mayor entre ese sujeto y los que no somos celebridades, pero todo gira en torno a esa noción de llegar a enriquecerse velozmente. 

--Las criptomonedas también entraron en el juego de enriquecerse velozmente.

--Sí, es algo parecido, porque uno está apostando a que a le va a ir bien, y si bien es cierto que ahí hay algo financiero distinto, y no sólo de azar, de fondo está ese juego de 'hacer plata sin trabajo'. Y me parece que ahí está en discusión algo más social, y con los chicos es particular, porque los más jovencitos todavía tienen una necesidad de consolidar ciertos valores sociales, y son también los más vulnerables. No sólo porque hay más pibes pobres que adultos pobres, ya que hay más desigualdad en los niños, en la juventud, y hay momentos de contracción del trabajo, sino que además tampoco está la perspectiva a mediano plazo. Todo ese contexto es cierto, pero si lo descontextualizamos, porque es un fenómeno mundial, también es cierto que los chicos son carne de cañón, en el sentido de que son más susceptibles de poder ser convencidos por todo lo que mencioné anteriormente.

--¿Por qué?

--Primero porque está todo el día en su entorno. Les aparece la propaganda de apostar constantemente en el celular, que es el lugar donde se relacionan, tienen amigos y se divierten. Pero en ese lugar, les aparece la posibilidad de jugar, y además lo promocionan los que son de su generación, a quienes ven como modelo a seguir, ya sea un cantante o un deportista. Allí también pareciera que no hay una correlación de fuerza con el estudio o el trabajo. No es que lo piense de una manera conservadora, lo que digo es que es fácil engañarse, porque finalmente el problema con los pibes, además, es que pierden constantemente.

--¿Las condiciones socioeconómicas son un factor que incentivan los problemas de salud mental? 

--Sí, es un factor muy grande, y le puede pesar a muchos como una forma de entrar a ganar dinero de cualquier manera. No es una comparación con las apuestas online, pero hay problemas con otras formas para conseguir plata que estamos viendo, como el tema de Only Fans. Está en esa naturaleza de intentar ganar plata rápidamente aún siendo muy chiquitito, porque quizás hay una necesidad económica y una creencia de que la situación no se va a resolver más o menos pronto. Acordémonos que tanto Milei y gran parte de estos que están en el Gobierno son traders y se dedican a estar en ese mundo de lo financiero, que no digo que sea comparable con la timba de una manera directa, pero repiten esta lógica de 'plata que haga plata', y no de tiempo y trabajo que hagan plata. La estructura general de nuestro país y de los pueblos indican que uno se sienta, estudia, trabaja, produce, y le pone horas de su día para construir el valor, pero estas corrientes actuales terminan como apuntando a 'los giles que laburamos'. Eso es una cuestión de valores.

--Hoy en día, en muchas ocasiones, con el trabajo tampoco alcanza.

--Bueno, después está el problema concreto de que el que no tiene plata va a hacer cualquier cosa para poder comer. Y algunos pueden pensar que la salida es ésta, la del juego online, pero ésto es un tremendo problema, porque todos sabemos que el juego existe porque gana la banca, y que si ganaran los apostadores no existiría el juego. Entonces el que juega siempre tiene la esperanza de ser la excepción, pero eso funciona en a la corta. Además hay estrategias que tienen las empresas, que al principio te hacen ganar. Los que juegan, las primeras dos veces piensan 'con esto pude ayudar a mi familia', 'me pude comprar lo que quería', pero una vez que están adentro empiezan las deudas, y después juegan para pagar las deudas, y allí se presenta una situación muy compleja. Con los chicos no pueden pasar de eso.

--¿Un ludópata se cura?

--Nunca hay terminantes, y en general los que trabajamos en salud no hablamos mucho de 'curar', sino de recuperar. Lo que sí creo es que son momentos de la vida, que hay personas que tienen una personalidad más liviana, y es más fácil que entren en una situación de adicción, o de uso compulsivo de algo, y seguramente ese tipo de personas siempre tienen que estar más atentas y cuidadas. Pero hay muchos que van a entrar porque el juego online no está visto como un problema, y creo que ahí se puede recuperar con las políticas que estamos desplegando a nivel provincial.