Tras el crimen de Ignacio Brítez, el joven de 19 años que fue baleado el jueves mientras operaba el montacargas en una distribuidora familiar de Provincias Unidas al 2300, donde los autores dejaron una nota amenazante que mencionaba a personas detenidas; la fiscal Gisela Paolicelli indicó que "había sido blanco de ataques previos" y que el móvil del hecho estaría relacionado a un familiar que se encuentra detenido. 

Sobre la víctima, la fiscal indicó que "es una persona trabajadora, que no tiene antecedentes penales pero que aparentemente, por una nota que se dejó en el lugar, el motivo sería una persona de la familia que estaría detenida y tendría problemas en su lugar de detención. Esto vendría a ser una mensaje dirigido a la persona que está detenida por delitos contra la propiedad, y que tiene el mismo apellido que la víctima”, 

Consultada sobre hechos previos, Paolicelli sostuvo que "hay antecedentes de que ya había sufrido amenazas y una incidencia de balacera donde también había sido víctima. Tenemos que profundizar en eso", en alusión a lo que ocurrió en febrero del año pasado, cuando el muchacho resultó herido de bala en el brazo derecho en inmediaciones de Guatemala y Cochabamba, en el distrito noroeste, cerca de donde fue ejecutado.

Sobre las primeras medidas realizadas para dar con los autores, la fiscal dijo que “se hizo un relevamiento de todas las cámaras que pudiera haber en esa zona de avenida Provincias Unidas y eso fue positivo”, y reiteró que el mensaje que dejaron los soldaditos al lado de cuerpo “tenía como destinatario una persona detenida. Es una cuestión que está vinculada a un conflicto interno en un pabellón de la Unidad 6°".

El joven fue baleado por dos hombres que llegaron al lugar en una moto. En la escena personal policial levantó nueve vainas servidas.