A la par del ritmo inflacionario que ayer marcó el Indec para el país (4,6%), en Rosario un indicador que impacta en el consumo popular registró un incremento algo más suave, 3,18%, y continuó el tobogán del semestre que denota la fuerte retracción de la demanda.
"Vemos una desaceleración ya bien marcada en los últimos dos meses y hacia atrás. Tiene que ver con la caída del consumo, es recesión más que nada, ninguna política antiinflacinaria. Es la contracara del ajuste en todo sentido", despejó Celina Calore, economista del Centro de Estudios Económicos Scalabrini Ortiz, al desgranar las conclusiones del informe.
El promedio general en la ciudad marcó una suba de precios de 3,18% en los supermercados para el mes pasado, en un contexto de retroceso fuerte del consumo.
Se trata del Índice de Precios Supermercado (IPS) con relevamiento de 9000 productos en comercios de Rosario. Acumula 58% en lo que va del año, y en comparación con el mismo mes del año pasado, la variación ha sido de 366%.
Esta variable es correlato de la caída de ventas en supermercados. Según el Indec, en abril los supermercados de toda Santa Fe vendieron 24% menos que en el mismo mes del año pasado.
Calore desmenuzó componentes para explicar por qué a nivel nacional el Indec midió más que lo que el Ceso midió en Rosario. Y apuntó que el mayor peso de los aumentos en el país estuvieron dados por las tarifas de energía y de otros rubros del hogar, algo que en el informe local no está mensurado.
"De cualquier modo, esta caída de demanda es la pérdida del poder adquisitivo que dejó la megadevaluación de diciembre, y el hecho de que el IPS había tenido un fuerte envión en ese mes", agregó la economista.
El incremento del IPS en Rosario ha venido desinflandose así desde entonces así: diciembre 57%, enero 15%, febrero 12%, marzo 8%, abril 4,5%, mayo 3,2%, junio 3,18%.
Con todo los rubros que más empujaron este alza fueron lácteos, limpieza del hogar y galletitas; los que menos, frutas y verduras, aunque se espera que las heladas de las últimas jornadas habrán impactado en la producción y es probable que en los próximos días eso repercuta en una suba de precios en la verdulería.
El informe aclara, además, que los precios de la canasta alimentaria del IPS aumentaron 1%. Es decir que esa compra mínima de supermercado encareció alrededor de $4.400 de un mes para otro. Acumula 53,32% en el año, y un incremento interanual de 304%.
Los mayores incrementos se dieron en artículos fuera de ese pack básico.
Calore observó que esa canasta básica de alimentos aumentó menos que el nivel de precios en general por la misma razón antes referida. "Es la desaceleración de la demanda en bienes y productos básicos que predomina en toda la economía. El diagnóstico es que aquí queda expuesta la pérdida de poder adquisitivo, no hay ningún efecto de ninguna política antiinflacionaria más allá del ajuste realizado", planteó.
Con estas cifras, la estimación que traza el Ceso para el dinero mínimo necesario para cubrir las necesidades alimentarias básicas es de 143.511 pesos por persona adulta. De otro modo, una familia promedio necesitó en junio para no caer en la indigencia un mínimo de $443.451 pesos.