El filósofo, experto en ética y religión y colaborador de la Deutsche Welle, Martín Gak, quien además cubre el conflicto entre Israel y Palestina, apuntó contra la DAIA y los medios de comunicación en Argentina que sostienen su apoyo a la deriva belicista de la coalición de ultraderecha liderada por Benjamin Netanyahu.
Además, Gak planteó que, sobre todo a partir del 7 de octubre, cuando el grupo paramilitar Hamás atacó Israel, el conflicto en Palestina cobró centralidad en todo el mundo e incluso juega un papel decisivo en los últimos procesos electorales de Europa y Estados Unidos. Sin embargo, en Argentina, sostuvo el periodista, hay un "cuello de botella informativo", desinterés o un apoyo automático a la postura israelí. "Hay una ceguera voluntaria, feroz, total, brutal y, a mí parecer, imperdonable", sentenció Gak en diálogo con la 750.
"Quiero deschavarme de entrada", advirtió primero el periodista, que vive hace 33 años afuera de Argentina, estudió en Estados Unidos y Francia y hace diez años se dedica a la política internacional, en especial a las zonas de conflicto. Y continuó: "Yo soy un conservador, vengo de la izquierda, no tengo ninguna afinidad con el peronismo, pero creo que en este caso veo cosas que cualquiera que tenga una intuición moral básica ve también".
El ataque terrorista de Hamás no fue una sorpresa para quienes, como él, seguían de cerca los pasos de la ocupación en Gaza. Lo que sí fue conmocionante fue la naturaleza virulenta de aquel 7 de octubre.
Gak recuerda al año 2023 como el año más mortífero de la ocupación en Cisjordania. "El grado de crispación era muy alto, hubo varias incursiones de tropas (de Israel), intercambios de fuego con Gaza, hubo un ataque tres semanas antes del 7 de octubre", recordó el especialista, al tiempo que indicó que en esos días previos se contabilizaron 250 muertes, de las cuales 38 eran niños y adolescentes.
El estado de situación era absolutamente brutal. "A una nena de 12 años recuerdo que la mataron de un balazo en la cabeza, estaba sentada esperando al padre en una terraza", ilustró Gak, en comunicación con Branca de Vuelta.
El 7 de octubre se configuró entonces como la deriva previsible de una historia de conflicto en la que, citó el periodista, "como dijo un antiguo jefe de seguridad interna de Israel, le ponemos todo el tiempo el dedo en el ojo a los palestinos y encima queremos que les guste". "Nadie puede mirar esto y decir simplemente que es culpa de Hamás", resumió.
El consenso de Israel, fracturado
Israel ha logrado un acuerdo de la comunidad internacional -hoy más endeble, aclaró Gak- en el que cualquiera que se atreva a poner en duda los métodos del Gobierno de Netanyahu recibe el mote de antisemita. "Cuando todo es antisemitismo nada lo es, porque si sos antisemita por pedir alto al fuego, te ponen en la misma categoría que (Adolf) Hitler", subrayó el especialista en ética y religión.
Tal es así que los ataques a quienes se expresan en favor de un alto al fuego -sobre todo en redes sociales- son sistemáticos, según contó el entrevistado, quien sufrió el señalamiento en primera persona.
Sin embargo, la comunidad judía internacional ha abandonado la postura del presidente de ultraderecha. "Los números en Estados Unidos muestran que casi el 40% de judíos de menos de 40 años se encuentran netamente contra el Estado de Israel, y el 20% piensa que directamente tiene que dejar de existir", argumentó Gak.
Por otra parte, en el contexto argentino, el tema casi no existe. El pronunciado contraste de este país con el clima internacional general es sorprendente para el colaborador de la DW, quien explicó que en Estados Unidos, la elección podría inclinarse por Donald Trump debido a la relación que aún sostiene el Gobierno demócrata de Joe Biden con Benjamin Netanyahu.
"La comunidad musulmana de Michigan, que es un estado batalla (para el proceso electoral norteamericano), podría abandonarlo porque Biden le sigue vendiendo armas a Israel", señaló Gak y comparó la situación con las elecciones que se celebraron recientemente en el Reino Unido, en las que el Gobierno conservador tory perdió "en gran medida" por el voto árabe-musulmán.
La desinformación en Argentina
En los últimos meses, el presidente Javier Milei rompió con algunas posturas tradicionales e históricas que configuran la política internacional del país, una de ellas es la posición argentina en defensa de los derechos humanos a nivel mundial. A pocos días de que se cumplan 30 años del atentado a la AMIA, el Gobierno nacional declaró a Hamás como organización terrorista y, en líneas generales, el jefe de Estado ultraderechista se muestra siempre dispuesto a hacerle guiños a Tel Aviv.
"Argentina vive en un universo paralelo, hay un cuello de botella informativo. En los nueve meses en los que vengo siguiendo esto día y noche, me resulta absolutamente incomprensible lo que uno ve cuando mira La Nación, Infobae y Clarín", continuó.
Y apuntó, por último, a la DAIA: "Les quiero preguntar si realmente piensan que no hay civiles inocentes en Gaza".