Una oficina corporativa en Londres, en medio de una maraña de restos del restaurante Nando's, no es el lugar donde uno esperaría encontrarse con Camila Cabello. La otrora estrella del pop familiar y antigua integrante de Fifth Harmony se encuentra en pleno cambio de rumbo hacia su condición de diosa del sexo nihilista, y este tiempo perdido para charlar es lo que ocurre cuando tu álbum acaba de salir, te pasaste toda la tarde "haciendo radio" y tenés que salir disparada hacia el aeropuerto en 45 minutos.
No es de extrañar que Cabello no se encuentre demasiado bien. "Hoy necesité papas fritas", anuncia la cantante de 27 años, agarrando una botella de agua mientras hablamos. Lleva vaqueros, camiseta y más maquillaje en los ojos del que creo haberme puesto yo en toda mi vida. Es más discreta de lo que esperaba, después de haberla visto en Glastonbury cinco días antes. Pero ha sido una semana muy intensa desde el lanzamiento del álbum y está agotada.
Su cuarto álbum, C, XOXO, salió a la venta hace poco más de una semana, la culminación de un cambio de imagen que ha encantado a algunos fans y desconcertado a muchos más. Cabello ha renunciado al pop sutil y discreto de Camila, nominada a los Grammy y número uno de las listas de éxitos de 2018, y a las influencias latinas de su álbum Familia, de 2022 (Cabello nació en Cuba y vivió en México hasta que se trasladó a Estados Unidos a los cinco años), y ha querido captar el ambiente de Miami y los sonidos eclécticos que lo componen.
Un nuevo equipo, actitud y look vinieron con ella, incluido un llamativo trabajo de tinte que llevó su pelo oscuro natural a rubio platino. "Sólo me ponía nerviosa que me quedara mal, ¿sabés?", dice, levantando puñados de pelo como si fueran fideos. "No paraba de preguntar a la gente: '¿Tengo mal aspecto? ¿Tengo mal aspecto?' Y ahora pienso que no. Me encanta".
El primer single del ciclo fue "I Luv It", junto a Playboi Carti, que llegó a Internet en marzo y enseguida suscitó comparaciones con el tema de 2017 "I Got It", de la rebelde estrella del pop Charli XCX. Ambas canciones comparten un estribillo repetitivo y un tempo ágil pero lánguido, pero lo que molestó a Cabello fue cómo todo el mundo parecía pensar que se había vuelto hiperpop. "Sólo hay una canción que realmente hace referencia a ese género durante 15 segundos", dice, pasando por alto las otras similitudes entre su álbum y el disco Brat de Charli, publicado semanas antes. Las acusaciones de imitación no le preocupaban, dice. "Lo que me preocupaba era la relación entre Charli y yo". Su amistad se había forjado en las salas de guionistas y cimentado en la gira Reputation de Taylor Swift, para la que ambas fueron teloneras en 2018.
Aparentemente consciente de las comparaciones, Charli XCX publicó un TikTok imitando el video musical de Cabello "I Luv It" ambientado con los acordes de "I Got It", y tuiteó: "Vaaaamosssss.... ¡El desastre es divertido! ¡Nada importa!". En privado, sin embargo, las estrellas del pop tuvieron su propio tete-a-tete. "Pero Charli me llamó y me dijo: 'Oíme, espero que no pienses que estoy enojada. Esta soy yo jugando en la era Brat'", recuerda Cabello. "Y lo respeto totalmente, ¿sabés?".
Más tarde, después de la entrevista, oí el rumor de que se estaba preparando una remezcla de "I Luv It" con Charli, pero no salió adelante: puede verse que esta metanarrativa es cierta, una forma impecable para ambas mujeres de impulsar su viralidad, y otra forma de pegársela a las tonterías tradicionales de género y restarle decibeles al drama.
Cabello no es ajena a las peleas públicas. Su carrera comenzó como miembro del superéxito grupo de chicas Fifth Harmony, que se formó en la segunda temporada estadounidense de The X Factor en 2012. En 2016, Cabello se fue (o la echaron, según con quién se hable) envuelta en una nube de mala onda. Ocho años después de su salida, Fifth Harmony sigue siendo un ninguneo conversacional. Lo suyo por su cuenta resultó ser un acierto: los megahits "Havana" (2017) y "Señorita" (2019, con su exnovio Shawn Mendes, un tópico también prohibido hoy en día) consolidaron su estatus de chica pop principal. Cuando se alcanzan tales cotas de éxito, ¿hacia dónde se va?
Descubrirlo fue todo un proceso, y en C, XOXO se puede escuchar el sonido de una artista que ya no se deja atar por las expectativas y opiniones de los demás. "Cuando confié en mí misma, me ha ido muy bien", dice. "Y cuando no lo hice, muchas veces no me gusta cómo me siento, no me gustan los resultados. Estoy aprendiendo a través del proceso de cometer errores". A pesar de su extraña instrumentación, sus extrañas elecciones estilísticas (hay dos temas en los que Cabello apenas aparece) y sus voces desordenadas e imperfectas, C, XOXO tiene un encanto innegable.
Como el sonido es tan diferente de sus trabajos anteriores, algunos fans han encontrado el cambio de dirección chocante o poco auténtico. Más que el destino, parecen los primeros pasos de un viaje hacia algo nuevo. Aunque no lo dice abiertamente, es posible que Cabello también lo sienta así. El mantra del álbum está tomado de una carta escrita por el poeta austríaco Rainer Maria Rilke a un protegido más joven en 1903: "Viví las preguntas ahora". Esto explica en parte las múltiples influencias que se pueden escuchar en su obra. La curiosidad de Cabello es el hilo que las une. "Hay muchas cosas que te confunden cuando te convertís en adulto o simplemente cuando vivís la vida", dice, como si estuviera compartiendo un secreto que todo el mundo conoce menos yo. "Simplemente... viví tus preguntas".
Citar a otros es uno de los hábitos favoritos de Cabello. Es cálida y abierta en persona, y presta toda su atención a cualquier pregunta. Sin embargo, su preferencia por las generalidades en lugar de los detalles hace que sea difícil conocerla bien. Recientemente ha revelado que le diagnosticaron un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), que se manifiesta en forma de pensamientos obsesivos que se repiten una y otra vez en su mente. Con el diagnóstico llegó el alivio -el simple hecho de ponerle un nombre la ayudó, explica-, pero también la terapia y la medicación. Al hablar de su TOC, Cabello recita otra cita: "Si amás lo que sos, no podés odiar las experiencias que te formaron". Sonríe. "Me siento así con muchas cosas".
Hacer frente a su salud mental -y física- es una tarea interminable. Dormir, tomar agua, meditar ("Se me da pésimo"), hablar con amigos, ir a terapia cuando puede, traer a su madre cuando viaja (está fuera de la habitación mientras hablamos); se convierte en una tarea de Sísifo el mero hecho de mantenerse en equilibrio. "Me cuesta mucho no sentirme mal", dice, abriendo los ojos y sonriendo. A veces también hay que comer menúes de Nando's.
La necesidad de hacer frente a esta carga adulta de cuidar de sí misma es quizás la razón por la que Cabello se ha visto atraída por las cosas juveniles. Hace quince días actuó por primera vez en Glastonbury. Un espacio de ensueño a media tarde en The Other Stage, con una rampa skater, ciclistas haciendo acrobacias y una plataforma en la que Cabello giraba mientras cantaba el melancólico cierre del álbum "June Gloom". "Es esta yuxtaposición de ser adulto y estar con tus amigos, pero también la juventud y el juego de estar en un parque infantil". Es apropiado para Glastonbury, que es básicamente un gran parque infantil para adultos. Cuando le pregunto qué más hizo en el festival, me cuenta con entusiasmo que durmió siete horas antes de salir al escenario -¡cuidado con lo que hace! - y que tuvo que marcharse justo después de su actuación.
Entre Cabello y Lana del Rey, que actuó como cabeza de cartel en The Other Stage el año pasado, ha surgido una improbable amistad. "June Gloom" lleva con orgullo su influencia de Del Rey (y hace referencia a la letra del tema de Lana de 2020 "Let Me Love You Like a Woman"), mientras que Del Rey, enamorada de "I Luv It", invitó a Cabello a unirse a ella en el escenario de Coachella a principios de este año. "Ella es como suena mi alma, muchas veces", explica Cabello.
Es un giro con freno de mano respecto a otras inspiraciones que cita: una es la descarada película de Harmony Korine Spring Breakers: Viviendo al límite, de 2012, amante del dubstep, cuya estética atrajo a Cabello mucho antes incluso de ver la película. "Me gustó mucho la energía de la pandilla de chicas. Hay una hermandad y una energía de 'me importa una mierda' que es importante para mí". También encontró esa misma energía en su entusiasmo por el rap. "Me hace sentir poderosa y segura de mí misma". En C, XOXO aparecen varios raperos, el más destacado de los cuales es Drake.
"Esta vez quise hacer más amigos", dice Cabello sobre sus numerosos colaboradores. Le envió un mensaje a Drake, con el que sólo había coincidido una vez, y se encontraron. "Él me tocó algunas canciones; yo le toqué algunas canciones...". Aunque hay rumores de romance entre ellos, Cabello se mantiene en sus trece. Eso sí, le regala un tema entero casi para él solo, el intersticial "Uuugly", algo extraño, sugiero. "Me encantan las voces de los demás", se encoge de hombros. "Me encanta poder escuchar la música de Drake en mi disco".
Ya en 2016, Fifth Harmony actuaron en el programa Jimmy Kimmel Live y, al salir del escenario, Cabello gritó: "¡No voten a Trump!". A lo largo de su presidencia, ella fue muy públicamente anti-Trump y crítica de sus políticas de inmigración y comentarios racistas. ¿Cómo se siente en la cúspide de las elecciones presidenciales de este año? "Es solo un momento triste, triste para Estados Unidos", suspira. "Necesitamos líderes compasivos, fuertes y sabios en el mundo, y especialmente en Estados Unidos". El agitado ambiente político alimenta la energía ligeramente maníaca de C, XOXO y mucha música pop que bulle en 2024, aunque es probable que esto sea subconsciente.
"Definitivamente creo que la música se ha visto influida por la temperatura política del mundo y la simetría cultural", afirma. "Desde hace mucho tiempo. Todos vivimos nuestras propias experiencias, pero hay una conciencia colectiva definida. Me parece muy interesante que tanta gente publique álbumes similares exactamente al mismo tiempo: es una oscilación pendular desde la tristeza y la baja energía de la cuarentena. Es genial que estemos así de conectados".
Cabello no lee las críticas (o al menos afirma que no lo hace). Desde su punto de vista, la experimentación de C, XOXO valió la pena por su mera existencia. "I Luv It" alcanzó el número 61 en el Reino Unido, muy lejos de las alturas que alcanzaron sus primeros temas, pero Cabello se muestra filosófica sobre lo que se necesita hoy en día para conseguir un éxito. "Muchas de esas cosas están tan de moda... Mucho tiene que ver con el clima político y las necesidades de la gente", afirma. "Todo influye: ¡el tiempo influye! Esas cosas no están bajo mi control, y tampoco tienen nada que ver con la calidad de mi trabajo. Llegará a la gente adecuada".
¿Y si no llega? También es filosófica al respecto: "Estoy en un punto en el que, si esto no funciona, no estoy en la calle, así que puedo experimentar". Sonríe, feliz de volar cómodamente por encima de una red de seguridad. Es liberador poder hacer lo que quieras en cada momento. Se levanta de un salto cuando nos despedimos y se va con su equipo, al siguiente trabajo, antes de que yo me haya puesto la chaqueta.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.