Toda historia tiene dos caras. Mientras el presidente Javier Milei vocea que Luis Caputo es el mejor ministro de Economía en décadas y juntos ponderan lo que entienden como una inflación a la baja; el lado B refleja preocupaciones, negaciones y confesiones del funcionario de Hacienda, que combinan con los avisos que el sector privado le hace, en conversaciones reservadas, sobre el riesgoso cuello Esas inquietudes e ideas subterráneas explican porqué los mercados no le están creyendo a Milei, en una semana que de nuevo volvió a ser compleja e inestable en los frentes económico y político. Y en la que se vio obligado, un sábado al mediodía, por redes sociales, de manera muy poco clara y con el Presidente fuera del país, a anunciar una medida desesperada como vender dólares que son escasos para intentar frenar la escalada de los paralelos que, como se verá a continuación, ya está pegando en precios