Profesor oriundo de Jujuy, Daniel Córdoba fue semillero de científicos en Salta gracias a sus famosos cursos “Física al Alcance de Todos”, cuyo dictado comenzó en los años 90 de manera “clandestina”, siendo disruptivo por sus métodos a contracorriente de la pedagogía hegemónica.
“Como no había surgido por iniciativa de la propia institución, lo practicábamos de manera clandestina. Venían chicos a los cuales les costaba la física, entonces, trataba de enseñarla de un modo distinto al que se hacía habitualmente”, contaba Córdoba a Pagina/12 en junio de 2019, y agregaba: “Siempre me interesó comenzar mis clases a partir de una historia. A los chicos les gusta porque festejamos las metidas de patas y los errores; solo las equivocaciones nos recuerdan nuestra humanidad”.
El docente cuestionaba al sistema educativo formal y se interesó porque la ciencia sea transmitida con pasión y emoción. Con el tiempo, desarrolló un método que logró contagiar a miles de estudiantes que se enamoraron de la ciencia y llevaron a la provincia de Salta a lugares impensados.
Córdoba logró que 1 de cada 4 estudiantes que ingresaban al prestigioso Instituto Balseiro en Bariloche fueran salteños. “Su labor educativa sembró ciencia, conciencia y ejemplo”, sostenía la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Salta (ADIUNSa), al conocerse su fallecimiento en diciembre de 2019.
“Los chicos están necesitando una proyección, volver a pensar en futuros posibles, sentir que pueden”, comentaba Córdoba, y evidentemente aquello fue logrado con creces gracias a un arduo y constante trabajo que comenzó a escondidas, para pocos alumnos, hasta terminar en aulas repletas de adolescentes ávidos de amor a la ciencia.
En todo este derrotero de enseñanzas y con ello, camadas de alumnos y alumnas, en muchos casos hoy docentes, que lo conocieron, vivenciaron y mantuvieron largas conversaciones con él, decantó en la idea de una película documental que resguarde su memoria para la posteridad.
Así es que Víctor Notarfrancesco, compañero de vivencias en la Universidad Nacional de Salta, se embarcó en la tarea de llevar adelante una pieza fílmica a partir de un material grabado antes del fallecimiento del “profe” Daniel Córdoba, en una charla -intercambio a propósito de formas y maneras de atraer la atención de los alumnos.
-¿Qué relación tenías con Daniel Córdoba?
-Con Daniel tenía un vínculo cercano, nos cruzábamos seguido en el comedor de la UNSa, en el gremio y le hablaba siempre de pedagogía, me interesaba mucho charlar de cómo lograba que los jóvenes despertaran curiosidad, interés. Y en esas conversaciones, que se fueron dando en diferentes momentos y durante varios años, él me recomendaba siempre algunos li⁸bros. Era un tipo muy interesante, muy gracioso, siempre te contaba una historia, te hacía reír.
-¿Quién era el profesor Córdoba?
-Para mí fue muchas cosas pero principalmente fue un tipo muy apasionado por lo que hacía, un profesor que se salía de la regla y que lograba que sus clases sean atrapantes divertidas y que logró sembrar en un montón de jóvenes una semillita de curiosidad por la ciencia. La verdad, es increíble el legado de Daniel durante 30 años, y que si bien lo que más resalta son sus últimos 10, él estuvo desde el 90 constantemente con jóvenes. Hablaba mucho de los fracasos, de como el fracaso, como cualquier desafío que nos proponemos, tiene que ver con darle continuidad. Hablaba del entusiasmo a largo plazo, que es más importante el entusiasmo a largo plazo que ser un genio, decía.
-Cuando empieza a sus clases/talleres, lo hace en una suerte de clandestinidad, escondido, ¿cómo podrías contar ese derrotero?
-Empieza en el IEM (Instituto de Educación Media), que es una escuela dependiente de la UNsa, y que tiene algunos horarios de contraturno. Ahí hacía primero una preparatoria para Olimpiadas de Física, empieza preparando chicos para viajar a las olimpiadas de física que todavía se hacen en Carlos Paz; de hecho, hoy tienen un premio que se llama Daniel Córdoba, y él viajaba con los chicos. En el IEM tenía algunos problemas porque no le permitían dar algunos talleres y, sin pedir permiso ni nada, los sábados, que hay poca gente, se metía en un aula y daba clases. A veces eran 3, a veces 5, a veces no iba ninguno, fue varios años de esa manera, un grupo chiquito, inestable, hasta que después se fue corriendo la bola y empezaron a ser más, y de repente hasta empezaron a entrar al Balseiro. Y se decía que era clandestino porque no tenía ninguna autorización, él jugaba al fútbol en unas canchas de la UNSa, y era amigo de uno de los bedeles y le preguntaba dónde estaba libre un aula y él empieza la actividad de esa forma, clandestina. Daniel reivindicaba mucho lo informal, de que la educación cuando se formaliza, se burocratiza nos olvidamos de las pasiones, de las emociones, y él trabajaba mucho con eso de poder contagiar emociones y entender también que hay que convivir con la sensación del fracaso.
-Contame del Instituto Balseiro y arribo de los salteños y salteñas...
-Empezaron a llegar un montón de chicos al Balseiro. Para dar una idea Salta es el 3% de la población del país y en cada carrera no entran más de 60; y en el año pico, que fue el 2012, 2013, Daniel logra meter un 25%, más que Rosario, más que Capital Federal, son cifras increíbles… Sin embargo, Daniel decía que su objetivo no era ese, sino que su objetivo era incorporar la ciencia a la cultura general de los pibes.
-Este año el gobierno de Salta incorporó su imagen en la tapa de los manuales escolares que reparte gratuitamente. ¿Qué te pareció?
-Era un tipo muy generoso y si bien lo del manual me pareció buenísimo y un reconocimiento también a su carrera, hay que decir que él buscaba no estar del todo contenido en el sistema, no tomaba asistencia, no hacía exámenes, pensaba que había otra forma. Y algo de todo eso es la magia de lo que lograba. Una historia linda es de un pibe que pasó por sus cursos y terminó en Europa en la agencia aeroespacial colaborando en el desarrollo de una cafetera espacial. Entonces Daniel se fijaba cuál era esa misión espacial, la seguía por computadora, y salía, por ejemplo, a las 3 de la mañana por la ventana en su casa a ver cuando pasaba más o menos por Salta. Decía que una neurona salteña está girando en esa estación espacial dentro de una cafetera.
-¿Cuándo y en qué contexto decidís filmarlo?
-Es una historia muy grande, ya han pasado cientos de chicos y hay cientos de historias, por eso un día me propongo filmarlo, algo que surge porque mi sensación es que muchos profes resuelven el problema de la motivación de los jóvenes diciendo ‘los chicos hoy no leen, no se interesan’, y es una forma fácil de sacarse problemas de encima. Esto con Daniel lo empezábamos a charlar, le consultaba, ‘¿qué opinas vos?, ¿qué pasa?, ¿por qué?’. A partir de esto pensamos en filmar algo que quede como material para profes, para ayudar a pensar cómo hacer las clases más interesantes, cómo dialogar con los jóvenes hoy. Así fue que en mayo de 2019 fui al aula 201, el aula de él, donde las mesas son pentágonos, y grabamos una entrevista de más de una hora en video preguntándole este tipo de cosas, ¿qué pasa con el sistema? ¿Cómo hacés en tus clases? ¿Qué es lo que sucede en el resto de las aulas? La entrevista fue en mayo, y él ya estaba haciendo un tratamiento de quimioterapia, le dije que cuando se recupere del tratamiento seguíamos’, y lamentablemente no sucedió porque en diciembre del 2019 falleció. Y yo me quedé con esa entrevista y unas ganas bárbaras de seguir hablando con él de todas estas cosas.
-Ahí surge la idea del documental…
-Claro, porque creemos que es una historia necesaria de contar y de que se conozca, porque de a poquito, con diferentes formas y aprendiendo en el camino, logra una forma de enseñanza y una cultura que se dio los sábados a la mañana en sus aulas, que todavía perdura y que todavía siguen trabajando y continuando ese legado. Fuimos a filmar al Balseiro, yo no lo conocía y me parece que conocerlo debería ser una tarea de toda la Argentina porque es increíble lo que podemos hacer ahí, el desarrollo de la ciencia, de la tecnología, gente de todo el país, y Daniel lo que logró es que los chicos puedan pensar en grande, que pueden pasar cosas grandes desde una ciudad periférica de la Argentina. Ya en 2020 hablo con unos amigos de la productora Caschi Cine, Lalo Mamani y Cristina Tamagnini, les cuento que tengo este material y que tengo una hora de entrevista con Daniel, y que me gustaría hacer un documental sobre él. A partir de ahí empezamos a trabajar en la idea. En ese momento estaban preparándose los chicos para el Balseiro, era marzo del 2020, así que fuimos un día y grabamos. Todavía todos muy conmovidos por su muerte tan reciente. Luego del cimbronazo de la muerte de Daniel, los docentes del curso “Física al Alcance de Todos” se organizaron de una manera muy increíble para darle continuidad a la preparación y al acompañamiento de los chicos para que puedan rendir el examen del Balseiro. Todo el equipo del curso fue muy importante para el desarrollo del documental. Después grabamos una segunda tanda de entrevistas con estudiantes y nos agarró la pandemia. Ahí no sabíamos qué hacer, armamos una carpeta y empezamos a presentar en diferentes festivales y convocatorias para financiamiento de documentales. Nos fue mal en varias y al final en Jujuy, en el Festival de Cine de las Alturas, salimos seleccionados para una clínica de preparación de la carpeta del documental para el INCAA. Estuvimos trabajando varios meses dándole vueltas al material para que no sea un documental científico, que no sea aburrido, sino que sea algo motivacional como lo hacía Daniel en sus clases.
-¿Llegaron a postular al INCAA?
-Sí, postulamos y a fines de 2022, principios de 2023, nos comunicaron que habíamos sido seleccionados. Así que ahí empezó otra etapa de organización y de ver el documental ya en su etapa de producción. Y finalmente, el año pasado empezamos a rodar en octubre. Hicimos unos experimentos, ya que Daniel tenía una forma muy particular de enseñar la física que era vincularla a la vida cotidiana y a experimentos, y uno de esos era mostrar el asesinato de Kennedy, muchos de sus alumnos recordaban la clase de Kennedy donde mostraba el video cuadro por cuadro en el momento en que le disparan en la cabeza, y a partir de ahí era ver de dónde vino el disparo, cómo fue el movimiento de la cabeza, cuánta masa encefálica salió de su cabeza… Usaba mucho el morbo y el chisme como dos elementos para captar la atención de los jóvenes. Así que el año pasado pudimos reproducir en el Tiro Federal uno de los experimentos. Fuimos con todos los chicos del taller al Tiro Federal y grabamos con un melón y una sandía el experimento.
Luego grabamos algunas cosas más en Salta, y en febrero de este año, con la primera parte del subsidio, consideramos que era importante ir a Bariloche, porque yo planteo que se dio como una autopista imaginaria entre Salta y Bariloche, un camino que no existía y que lo han recorrido cientos de jóvenes. Entonces se generó un punto de conexión entre estas dos ciudades sin tocar Buenos Aires ni las grandes ciudades de Argentina motivados por la ciencia, por el conocimiento y por las formas que tenía de enseñar Daniel. Pudimos ir a Bariloche este año y tuvimos cinco días espectaculares con el director del Balseiro, con salteños que algunos son profes, otros, estudiantes que ya se recibieron y siguen laburando en empresas vinculadas a la ciencia… Y bueno, hasta ahí llegamos, porque este gobierno desfinanció al INCAA y nos quedamos sin la mitad del subsidio por cobrar. Este año postulamos al Fondo Idea, de la provincia de Salta, y hace poco nos comunicaron que salimos seleccionados en finalización de obra, y si bien no alcanza para todo, es un impulso que nos va a dar este fondo provincial para poder terminar o darle un cierre un poco más acabado a la idea. Ojalá sea este año.
El documental de Víctor Notarfrancesco y Caschi Cine está en su etapa final de producción y llevará como titulo Especie traidora. En tanto el taller fundado por el Profesor Cordoba continúa el legado; puede verse su trabajo y ponerse en contacto a través de las redes de Salta la Física, haciendo click acá.