Desde Jacksonville, Florida

Si algo tienen en común los muchos atentados contra presidentes y candidatos en Estados Unidos es que todos son atribuidos a lobos solitarios, están envueltos de un velo de conspiración y pocos se aclararon. No es extraño, considerando que desde hace más de un siglo se trata de una de las potencias hegemónicas, representada por una democracia política, gobernada por una dictadura económica y tutelada por organismos y agencias ul