Desde Lima
Desde prisión el expresidente Pedro Castillo planea su regreso a la política. Ha conversado con sus allegados sobre su posible candidatura, a la presidencia o al Congreso, en las próximas elecciones de abril de 2026. Y ha comenzado a dar los primeros pasos en esa dirección. Hace unos días se inscribió en el nuevo partido político Todo por el Pueblo, cuya creación él mismo ha impulsado desde hace unos meses. Con esta inscripción cumple el requisito legal de ser militante de un partido político para poder postular a la presidencia. Es una primera exigencia cumplida, pero el camino para concretar su candidatura enfrenta varios obstáculos.
En una carta, Castillo ha dicho que ha decidido asumir, “desde mi injusto cautiverio”, el liderazgo del partido Todo por el Pueblo “ante el clamor de miles de compatriotas que vienen pidiéndome que lidere la construcción de un instrumento político que salvaguarde los intereses del pueblo peruano”.
Para poder participar en el próximo proceso electoral, el viernes, último día del plazo para hacerlo, el partido Todo por el Pueblo presentó a las autoridades electorales las firmas de militantes exigidas para su inscripción. Cumplido este requisito tendrá que acreditar el funcionamiento de comités partidarios en al menos un tercio de las 195 provincias del país para ser reconocido legalmente y quedar habilitado para las elecciones. Tiene plazo hasta abril de 2025, un año antes de las elecciones.
Nicolás Bustamante, secretario general de Todo por el Pueblo, le declaró a PáginaI12 que están convencidos en obtener su inscripción para participar en las elecciones. “Este proyecto político comenzó a construirse en febrero -precisó Bustamante-, estamos seguros que vamos a inscribirnos a tiempo. El presidente Castillo es el líder natural del partido, el objetivo es que sea nuestro candidato a la presidencia. En estos últimos meses que hemos estado en el interior del país recolectando las firmas para inscribir el partido hemos podido comprobar que el presidente Castillo sigue teniendo mucho apoyo en las zonas andinas. El pueblo andino mantiene el respaldo a Castillo porque sabe que pretendió poner las bases de un cambio y tuvo la intención y la voluntad política de conducir el país hacia su desarrollo, pero no lo dejaron. Confiamos en nuestras posibilidades de ganar”.
El secretario general de Todo por el Pueblo define al partido como de “izquierda socialista”, que postula un Estado “que garantice condiciones de dignidad y cautele los derechos fundamentales de todos los peruanos”. Niega una posible alianza con Perú Libre, el partido que llevó a Castillo a la presidencia y con el cual el exmandatario rompió estando en el gobierno.
Con una clase política muy desacreditada, ninguno de los posibles candidatos a la presidencia que ahora suenan llega al cinco por ciento de respaldo. Más del 80 por ciento de los peruanos no expresa preferencia por algún candidato. Sin candidatos que concentren un importante apoyo y con 30 partidos inscritos y otros 20 en proceso de hacerlo, los analistas estiman una muy probable dispersión del voto, lo que permitiría que pasen a segunda vuelta candidatos con baja votación. Se abre un escenario electoral muy incierto, en el que todo parece abierto.
La Constitución prohíbe la reelección del presidente para un segundo período consecutivo de gobierno. Castillo fue elegido para el actual período gubernamental 2021 - 2026, pero fue destituido en diciembre de 2022. La norma no es clara si en este caso la postulación de Castillo a la presidencia en 2026 se considera como una reelección inmediata del actual período gubernamental para el que fue elegido, aunque no lo haya terminado. Este vacío legal tendrá que ser resuelto por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
Walter Ayala, quien fue ministro de Defensa en el gobierno de Castillo y ahora es su abogado, le dijo a Página 12 que si el JNE no le permite al exmandatario postular a la presidencia por considerar que se trataría de una reelección inmediata, se lanzaría su candidatura al Congreso o incluso a la vicepresidencia. “Nada le impide postular a la vicepresidencia y al Senado”, aseguró. Ante una posible no inscripción a tiempo del nuevo partido de Castillo, Ayala adelantó que “en ese caso, Castillo ya no podría postular a la presidencia, pero sí lo podría hacer al Senado o a una vicepresidencia como invitado de otra agrupación política, algo que la ley electoral permite. Hay grupos políticos que ya lo han buscado para que postule con ellos. Son cinco o seis grupos, no estoy autorizado a decir qué grupos”. Desde 2026 se restaurará la bicameralidad en reemplazo del actual Congreso unicameral.
Pero una sentencia condenatoria antes de las elecciones en uno de los procesos judiciales que el expresidente enfrenta, lo sacaría de la carrera electoral a cualquier cargo. Castillo está siendo procesado por rebelión, por su fallido intento de cerrar el Congreso, y por corrupción. La ley establece que quien tiene una condena en primera instancia, aunque ésta se encuentre en proceso de apelación, no puede ser candidato.
“El caso de corrupción tiene para largo -aseguró el abogado Ayala-, en el proceso por rebelión podría haber una sentencia en 2025 o 2026, pero nosotros estamos seguros que Castillo va a salir absuelto porque no existe delito de rebelión. La ley establece que comete delito de rebelión quien se alza en armas para cambiar un gobierno democrático. El presidente Castillo no alzó ningún arma, solamente alzó un papel. En el supuesto negado que sea condenado, presentaríamos un recurso de apelación y el JNE tendría que decidir entre la norma que impide postular con una sentencia en primera instancia y la Constitución que señala el derecho a ser elegido. La norma está por debajo de la Constitución”.
Ayala refuerza su optimismo en un regreso triunfal de Castillo mirando otros países de la región donde líderes políticos perdieron el poder, o incluso la libertad, y luego recuperaron lo perdido. “Lula estuvo preso y ahora es presidente de Brasil. En Honduras, Manuel Zelaya fue derrocado y ahora su esposa Xiomara Castro es presidenta. En Colombia a Gustavo Petro lo sacaron cuando fue alcalde de Bogotá y ha vuelto como presidente. La historia es que el líder siempre regresa cuando tiene el apoyo del pueblo, y Castillo tiene el apoyo del pueblo”.
El exministro y abogado de Castillo, que lo visita con frecuencia en prisión, aseguró que el exmandatario está confiado en su exitoso retorno a la política: “Castillo está con la moral alta, sólida, está optimista y con bastante fe y seguridad que esta situación en la que está va a pasar, y que va a venir la libertad y el retorno al poder”.