Golpe al corazón de las milicias de Hamas
Rafaa Salameh, uno de los autores intelectuales de la masacre del 7 de octubre en Israel, era el comandante de la brigada de Hamas en Jan Yunis, una importante región del sur de la Franja, y se presume que en el momento del bombardeo estaba junto a su jefe militar, Mohamed Deif, el número dos del grupo islamista y contra quien se supone que estaba dirigido el ataque.
Aunque la muerte de Deif no fue confirmada, el ataque con cinco misiles para abatirlo en Mawasi, un área designada como zona humanitaria por las fuerzas israelíes a principios de mayo, dejó al menos 90 muertos y más de 300 heridos, la mayoría de ellos niños y mujeres, según cifras del ministerio de Salud de Gaza. Israel justificó el ataque asegurando que el bombardeo fue preciso y que se produjo en un complejo de Hamas ubicado en una zona despoblada, y no en las tiendas de campaña donde residen cientos de miles de desplazados.
Salameh se unió a Hamas a principios de los 90 bajo el mando de Mohamed Sinwar, hermano de Yahya Sinwar, jefe de Hamas dentro de la Franja y el hombre con más poder dentro del grupo en este momento. Según Israel la eliminación de Salameh "obstaculiza significativamente las capacidades militares de Hamas". El jefe de la agencia de seguridad Shin Bet, Ron Bar, celebró que "el ataque en Jan Yunis es el resultado de la inteligencia quirúrgica", y afirmó que las fuerzas israelíes mataron en la última semana a 25 supuestos milicianos.
Nuevo ataque contra una escuela
Este domingo al menos 15 personas murieron y otras 80 resultaron heridas en un bombardeo israelí contra una escuela de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (Unrwa) en el campamento de Nuseirat, en el centro de Gaza, en la que cientos de desplazados se refugiaban de los combates. El Ejército justificó el bombardeo asegurando que la escuela Abu Arban "servía como escondite e infraestructura de operaciones desde la que se planearon y llevaron a cabo ataques contra las fuerzas armadas", y que trató de "mitigar el riesgo de herir a civiles" utilizando armas de precisión.
"Nadie nos contactó informando de la presencia de milicianos o personas buscadas dentro de la escuela", denunció en un comunicado Adnan Abu Hasna, asesor de medios de la Unrwa, quien recordó que, en total, unas 550 personas murieron en centros como el que fue atacado el domingo. Según el último informe de la agencia, 197 trabajadores de Unrwa perdieron la vida desde el 7 de octubre y 188 de sus instalaciones se vieron afectadas por los ataques israelíes.
Netanyahu denuncia amenazas
En un mensaje grabado en video, Netanyahu se hizo eco del atentado contra el expresidente estadounidense Donald Trump y aseguró: "Estamos siendo testigos de una avalancha de amenazas explícitas de asesinato y violencia contra el primer ministro y miembros de su familia, contra ministros, contra legisladores. Éstos no sólo son delitos penales, sino que constituyen una amenaza directa y explícita a la democracia".
"Lo remito al asesor jurídico del gobierno y al fiscal del Estado, ese es su trabajo", agregó el primer ministro israelí en su discurso, pronunciado durante una reunión con su gabinete en la que fue proyectado un video que recopila una colección de llamados incendiarios contra el primer ministro. Las amenazas contra funcionarios "no sucedieron gradualmente. Sucedieron cuando volvimos al poder y luego continuaron con gran intensidad", aseguró Netanyahu.
Para el premier israeli esas "amenazas" incluyen las manifestaciones contra su mandato que se concentraron cerca de su residencia oficial, en Jerusalén, así como las multitudinarias manifestaciones en Tel Aviv contra la reforma judicial que impulsó o para exigir un alto el fuego en Gaza. "Cada vez el tema cambia, pero va dirigido contra la aplicación de la ley y eso se fortalece porque los límites se ponen a prueba constantemente. Está permitido lanzar bengalas, está permitido realizar ataques violentos contra policías, está permitido bloquear rutas con fogatas... permitido, permitido y permitido", denunció Netanyahu.