Es doble el dolor para Inglaterra, que cayó ayer por 2 a 1 frente a España y perdió así su segunda final consecutiva de la Eurocopa, y doble la alegría para el vencedor que, además de consagrarse como el mejor seleccionado del Viejo Continente en Alemania 2024, donde se impuso con goles de los delanteros Nico Williams y Mikel Oyarzabal, a los 47 y 86 minutos de juego, respectivamente –para los ingleses había descontado Cole Palmer, a los 73–, se ganó el pasaje para disputar la Finalissima 2025, a partido único, con la Selección Argentina, campeona de la Copa América Estados Unidos 2024. De hecho el seleccionado de Lionel Scaloni es el campeón vigente, ya que tras obtener la Copa América de Brasil 2021, venció a Italia, entonces campeón europeo, 3 a 0 en el estadio de Wembley, en Londres en 2022.

La historia de la ahora llamada Finalissima se inició en 1985, cuando se la desonominaba Copa Artemio Franchi, en honor al dirigente deportivo italiano que fue presidente de la Feración de su país, presidente de la UEFA y vicepresidente de la FIFA entre los años 60 y 80. Francia derrotó 2 a 0 a Uruguay; luego el torneo se reeditó en 1993, en el estadio José María Minella de Mar del Plata, con el triunfo de la Argentina del Coco Basile sobre Dinamarca, 5-4 en los penales tras igualar 1 a 1 el partido. Desde entonces, hasta el partido en Wembley del 2022, esta final intercontinental no se disputó.

Lo desmotrado por España en la Eurocopa que finalizó ayer en el estadio Olímpico de Berlín, es una clara muestra de su maduración como equipo. Es que el conjunto europeo, que dirige Luis de la Fuente, encontró en Alemania el equibrio justo entre los jugadores jóvenes como Pedri y Lamine Yamal –quien cumplió 17 años en plena competencia y se llevó el premio como mejor jugador de la final– y veteranos como Dani Carvajal, Álvaro Morata, el francés nacionalizado español Aymeric Laporte y Rodri, uno de los mejores volantes del mundo y clave en el Manchester City de Pep Guardiola –que este domingo se lesionó y no pudo jugar el segundo tiempo frentre a los ingleses–; y sueña con volver a dominar el fútbol como supo hacerlo entre 2008 y 2012 cuando conquistó dos Eurocopas y se consagró en el Mundial de Sudáfrica 2010, donde derrotó a Países Bajos por 1 a 0.

De la Fuente, quien al frente de la Roja había festejado el título de la Nations League 2023, sumó frente a Inglaterra un título importante a su palmarés con el seleccionado español y que se agrega a los logros conquistados en los seleccionados juveniles, como el campeonato Europeo Sub 21 en 2019 y la medalla de plata con la Sub 23 en los Juegos Olímpicos de Tokio. En 2025 tendrá la oportunidad de sumar otro título: la Finalissima. Para eso deberá vencer a la Argentina, último campeón Mundial y bicampeón de América.