A los 35 minutos de partido en el Hard Rock Stadium, en Miami, se hizo silencio. Lionel Messi daba vueltas de dolor en el piso. Después de hacer una pared con Julián Álvarez en la puerta del área chica, el capital de la Selección amagó y fue al fondo. Sobre la línea, intentó tirar un centro. La pelota se fue larga y en el esfuerzo el 10 se dobló el tobillo derecho. Fue el principio del fin de la final de la Copa América para la “Pulga”. Media hora más tarde entraría en su lugar Nicolás González.
La lesión de Messi, que venía siendo uno de los jugadores más gravitantes del partido, cambió la historia de la final contra Colombia. Y dejó una postal que quedará para el fútbol. El delantero del Inter de Miami rompió en llanto en el banco de suplentes, desgarrado por haberse perdido un tramo importante de lo que fue su décima final con la celeste y blanca.
Las imágenes de la televisión dejaron en claro el porqué del cambio y del llanto. En un plano corto de Messi, sentado al lado de Leandro Paredes, se muestra su tobillo y lo que se ve es una imagen ya conocida para el hincha argentino: el pie de Leo fue aumentando su tamaño hasta tener el mismo diámetro que una pelota de tenis o, para ser más precisos, casi como un calco del tobillo de Diego Maradona en el Mundial de Italia 90.
La lesión de Maradona, a diferencia de la de Messi, no fue tan clara en una sola jugada, sino que fue el resultado de un partido contra Rumania a pura patada y roce duro. De hecho, el equipo del sureste europeo tuvo tres amonestados tan solo en la primera media hora de partido, y terminó rescatando un empate a los 23 minutos del segundo tiempo después de un gol de Pedro Monzón.
Pero el destino tuvo un final diferente para cada uno de los cracks. Mientras que Messi terminó viendo el partido en el banco y levantando la copa después de un golazo de minuto 112, Maradona fue testigo de lo que casi representa un histórico doblete mundialista cuando cayeron en la final contra Alemania Federal por 1 a 0 después de haber tocado la gloria cuatro años antes, en México 86.