La actividad industrial sigue en receso, y Santa Fe no es la excepción. Fisfe, la entidad que representa al sector fabril de la provincia, informó ayer que la actividad volvió a retroceder como lo hace desde que empezó el año y el gobierno de Javier Milei. Disminuyó en mayo 9,5% interanual y acumuló en los cinco primeros meses una caída de 13,2% en comparación con el mismo tramo del año pasado. Es el mayor parate industrial que Santa Fe registra desde 2018, y atañe al 87% de las ramas de la industria.
Dice el informe de Fisfe que la baja confirma la tendencia negativa desde diciembre, "generalizada y pronunciada", califica. Otra vez, solo destacan los rubros de Molienda de oleaginosas, que incrementó operaciones en un 14,6%, y Molienda de cereales (+3,5%). Pero este rasgo era de esperar al considerarse que mayo ha sido un mes de cosecha gruesa, que este año fue aceptable, comparado contra la campaña del año pasado, exigua por efecto de la sequía. También mostró un repunte Productos metálicos para estructuras (+21,9%). De haber sido por estos ramos de la actividad fabril, la desaceleración en Santa Fe hubiera sido mayor a los 13 puntos porcentuales.
Pero la retranca fue esta vez de 9,5%. El resto de los rubros miden saldos negativos y mayor capacidad instalada ociosa. El ranking del bajón lo encabeza el rubro Vehículos automotores, cuya actividad disminuyó 46,5%. Ahí están las paradas y suspensiones que viene realizando General Motors, con impacto además en las autopartistas de la región.
Siguen en orden de tobogán Carrocerías y remolques (-42,1%), Industria siderúrgica (-39,5%), Muebles y colchones (-37,4%), Maquinaria agropecuaria (-28,6%), Manufacturas de plástico (-25,2%), Papel y productos papel (-20,1%), por citar los de mayor retracción.
Un reflejo de este panorama es la disminución de la demanda industrial de energía elétrica, que desde comienzo de año decreció 17,3%.
La recuperación agrícola de esta campaña quedó reflejada en el volumen de procesamiento de soja: 13,8 millones de toneladas en lo que va del año, 3 millones más que en 2023. Lo mismo las aceiteras: elaboraron 2,77 millones de toneladas, unas 670 mil más que el año pasado. Y el biodiesel también fue positivo, 15,2% más que en 2023.
Distinto es el panorama de los frigoríficos, que presentaron una caída en abril y mayo de 12,9 y 8% respectivamente. La dimensión del achique es de unas 68 mil cabezas de ganado menos que entraron a faena. Aquí el motivo es la caída del consumo interno de carne bovina, que en el primer cuatrimestre cayó casi 18% y hoy anda por un piso histórico para Argentina: solo 43,5 kilos de carne por persona por año. Como parte de ese mismo rasgo del consumo cárnico, lo que aumentó fue la faena porcina, 1,4% interanual.
La producción de acero en mayo fue casi 40% menos interanual. El acumulado entre enero y mayo de actividad siderúrgica fue 47% inferior a ese período de 2023. Retrocedió 44% la producción de laminados, y continuó la tendencia del año. Aquí el informe de Fisfe atribuyen este bajón a la paralización de la obra pública nacional.
Lo que este sector produjo en lo que va del año es el desempeño más bajo de los últimos 16 años, incluso menos que en años de crisis como el 2009 y el de pandemia, 2020.
A la metalurgia no le va mejor, con una nueva caída de 22% interanual. De acuerdo al índice de producción sectorial de Fisfe, en cinco meses de 2024 la producción metalúrgica santafesina acumuló una contracción de 29,7% en relación al mismo período del año anterior.
Aquí la recesión se explica por la menor demanda interna de bienes de consumo y de inversión, la caída de la actividad de construcción afectada por la paralización de la obra pública. Y además, el encarecimiento de los insumos básicos, logísticos y de la energía.
Cabe señalar que entre enero y mayo la exportación de manufacturas de origen agropecuario crecieron 37% en volumen, pero 7,5% en valor. Lo que más incide es la cadena de valor de la soja, porque la venta de harina y aceite creció 2,2 millones de toneladas. Se suman el rubro carnes (9.500 tn) y lácteos (3.700 tn).
En cuanto a la exportación de manufacturas de origen industrial, aumentó 11,6 en volumen, pero disminuyó 30,9% en valor, y representó una caída de 32 millones de dólares. Las mejores colocaciones externas estuvieron en los rubros de productos químicos, caucho y metales comunes.
En cuanto al mundo del trabajo, Fisfe revela que el empleo formal del sector privado en Santa Fe se contrajo por cuarto mes consecutivo, -1,5%, lo que equivale a decir que en abril había 8.397 trabajadores asalariados menos que en el mismo mes de 2023. La industria vinculada a la construcción es el ramo que mayor contracción interanual evidencia, 13,05% menos en abril, lo que equivale a la destrucción de 5 mil puestos laborales.