La gente camina con paso robótico por la avenida Callao sin saber que a metros de Santa Fe hay una puerta que te lleva a otra dimensión. Es jueves de bingo drag en La Paz arriba: mientras los jugadores de la Selección Argentina salen a la cancha para ganarle a Ecuador, Plutonia, Laurent y Moni-K se preparan para salir a escena. Este trío drag también defiende la bandera con sus cuerpos en un bingo drag mensual, la temática de esta edición es “matria grande”. 

“El arte drag para mí es una oportunidad. Es un arte para explorarse y encontrarse, ya que gracias a la experimentación vas desbloqueando expresiones que tal vez en la vida cotidiana no te animaste a atravesar. A través del drag podés explorar la belleza de diferentes formas”, me cuenta Laurent que llega al evento tras trotar varias cuadras en botas después de dar clases de voguing. 

“Tardé en montarme así media hora, me empecé a vestir con la ayuda de una amiga que es de Mar de Ajo como yo. Mientras charlábamos, me ajustaba el corset y nos reíamos como rehaciendo la escena de Kate Winslet en Titanic. El primer recuerdo drag de Laurent fue de muy pequeña, cuando se subió a un samba con su familia. Su papá se paró a bailar en el centro y junto a él apareció una persona haciendo algo ‘parecido al transformismo’. “Y yo empecé a gritar fuerte, pero al mismo tiempo me encantaba su peluca”, me relata haciendo memoria.

Subo por unas escaleras, en la cima una chica ofrece cartones a las personas que de a poco invaden el espacio. Compro seis para usar dos en cada partida. Nunca gano nada, pero esta noche me siento con suerte. La DJ trans del evento es Tati Atheris, en una mesa al fondo apoya un espejo para pintarse los labios, tiene la misión de traducir en canción los desvíos impredecibles de la lengua drag. 

El show comienza a las 22.11 de la noche, suena el himno nacional y cami.o.nera (parte de House of Raksha), quien delinea sus curvas delanteras con la camiseta albiceleste, la presenta a ella. “Para todos los argentinos y argentinas presentes, va a hablar la señora presidenta Plutonia 007”. El público aplaude y sacude los brazos como si estuviera en un acto político, Plutonia recorre el breve camino hasta su atril, bordea las mesas, sonríe a la gente, porque su mandato se basa en estar cerca del pueblo. Apoya las manos sobre la bandera trans que cubre el mueble. La luz azul pinta su elegante vestido blanco que hace juego con un par de aros redondos, en la cabeza luce una peluca color caoba, el cabello hacia adelante. Brillante, impoluto, apenas rojizo. Durante una noche será Cristina Fernandez de Kirchner. 

“Cada uno de los 42 millones de argentinos tiene un dirigente adentro, y cuando cada uno de ustedes, cada uno de esos 42 millones de argentinos sienta que aquellos en los que confió y depositó su voto lo traicionaron, tome su bandera y sepa que él es el dirigente de su destino”. Plutonia hace lipsync del discurso que entonó CFK el 9 de diciembre de 2015, su último mensaje presidencial. Es la imagen y semejanza, salvo por las uñas esculpidas con strass que terminan en punta. No es la primera vez que se caracteriza como ella, en una ballroom interpretó el discurso que dio la ex presidenta en los tribunales.

Laurent se sube al escenario en la piel de una paisana, dos trenzas largas como sogas enmarcan su rostro anguloso, sobre su espalda cuelga un sombrero de glitter dorado. Al haber bailado desde muy chiquita en un ballet siempre le tocó ser el gaucho y Laurent siempre soñó con ser esa paisana, con una pollera eterna que vuele y que se pliegue, con trenzas inmensas en la cabeza. Para el bingo drag buscó cada prenda y armó esa paisana deseada. 

Con ese espíritu de revancha toma el micrófono para darnos la bienvenida, nos recuerda que se está jugando un partido en estos momentos y pregunta quién le quiere meter un gol. Una multitud levanta la mano. El himno sigue sonando de fondo, hay gente habitué y caras nuevas. Laurent explica las reglas del juego: serán tres partidas, en cada una habrá premio para quienes canten terna, cuaterna, línea y bingo

El premio consiste en meter la mano en la bolsa loca y elegir al tacto el objeto sorpresa. Puede ser un cubo mágico, un arqueador de pestañas, una riñonera, un masajeador o tal vez una palta. “Porque la bolsa loca…¡no se equivoca! No se equivoca…¡la bolsa loca!”, arengan las anfitrionas. 

Plutonia revuelve el copón-bolillero, Laurent tiene la misión de draguear a cada numero con su destornillante humor marica. “32, me acuesto con vos y te maquillo toda la almohada; 69, la boca llena”. Veinte minutos después, como una verdadera estrella, irrumpe Moni-K enfundada en un catsuit color celeste tan elastizado que no deja lugar a la imaginación. La tela de encaje es una hoja de calcar que dibuja sus formas ondeantes. En los pies botas blancas y accesorios dorados para representar el sol de la bandera. Moni-K es larga y estilizada como el Obelisco, y como todo monumento los ojos se posan en ella.

 “El arte drag me permite ser una mujer distinta todas las veces que yo quiera”, me dice. A las 22.30 hs grito “¡Cuaterna!” y despego como un avión de la silla. Corro hasta el escenario al ritmo de Mayonesa y canto los números para que la escribana corrobore que no hice trampa. Entonces llega el momento más esperado: meto la mano en la bolsa loca y no puedo evitar saltar sobre mi eje como si tuviera resortes en la suela de los borcegos, revuelvo hasta que me aferro a un objeto de dimensiones generosas. Estiro el brazo hasta liberarlo del encierro, es un limpiador de inodoro. “¡Un saca caca!”, gritan emocionadas las drags. La suerte está de mi lado.

Familia numerosa

Al terminar la primera partida escolto a Plutonia hasta una puerta secreta para entrevistarla. Unos metros antes detiene el paso y se agacha para rescatar del piso la uña que extravió y buscaba hace rato. Entramos a un cuarto lleno de envases, contra la pared se encuentra Moni-K retocando su imponente recogido. 

El primer bingo drag que hicieron Plutonia, Laurent y Moni-K fue un bingo solidario, en diciembre de 2022. Querían juntar fondos para poder hacer la cena navideña junto con la comunidad. Fue perfecto, excepto porque nunca encontraron el número 66. “Como comunidad generalmente no pasamos las fiestas con nuestras familias biológicas por distintas razones, entonces compartir con nuestras familias elegidas es un poco la idea”, me cuenta Plutonia. 

Fue a partir de esa fecha que comenzaron a darle al bingo una regularidad mensual, primero en El Maquinal, después se mudaron a La Paz arriba. Le pregunto a Plutonia por qué eligió hacer una performance de CFK. “Si bien yo vengo transicionando hace tres años, pude tener mi DNI gracias a esa Ley que se formó en el Estado de Cristina. Esa Ley es un arma de empoderamiento que te da para la vida, porque no importa lo que vos veas de mí, en tu sistema este pedazo de plástico dice que soy mujer y que lo tenés que soportar. Y Cristina por más que sea un personaje polémico, querida por muches y odiada por muches, tiene esa chispa de persona. Tiene frases icónicas, es histriónica con la gente. Es medio travesti por momentos, por otros es medio drag”, me dice y lanza una carcajada chillona que me recuerda a Silvia Suller.

¿Qué es lo primordial a la hora de hacer un lip sync? Moni-K tiene la respuesta: “Lo más importante es ser muy honesta con una misma, en el sentido de saber lo que una quiere comunicar con una canción. Llegar a transformar esa canción en algo propio. Ponerle tu impronta hasta creer que la compusiste vos”. 

Debajo de Moni-K está Tini, quien se define como una marica cis, una loba seductora. Tal vez es al revés, es debajo de Tini que está Moni-K. Un personaje que nació hace tres años, y es madre y fundadora de una casa, House of Raksha. “El personaje está en proceso, tengo que definir cuál es el maquillaje de ella, qué pelo usa, cuál es su estilo. Le falta mechar la identidad de Moni-K con la de Tini que es el soporte realmente. Cuando estén esas dos identidades unidas va a ser un momento único”. Tini eligió el nombre Moni-K por la canción Monica de la italiana M¥SS KETA que dice ‘Única, icónica, atómica/Santa Monica/Estoy fuera de la ley como la prohibida/Si mi sonido te lleva, para ti ha terminado’. “Mónica es también por mi maestra de teatro que era una loca, loca, loca, y la amo. La K viene de la K kirchnerista, de Cristina por sobre todas las cosas”. Es hora de volver a mi mesa y seguir jugando, las anfitrionas deben continuar el show.

Segundo tiempo

Es el momento de brillar para Laurent, se sube al escenario clavando la bota en el piso alfombrado y acerca su boca al micrófono. A partir de ahora será Soledad Pastorutti. “Porque siendo tu dueña no me importa más nada/que verte sólo mío mi propiedad privada/que verte sólo mío mi propiedad privada”, dice la letra y Laurent dibuja con sus labios cada una de las estrofas posesivas de la canción Propiedad privada. “¡Deconstruite!”, le gritan desde una mesa. Pero además recita estrofas que no existen, mejor dicho, que no existían hasta hoy: “¿Dónde mierda estás? ¿Fuiste al baño? ¡Mandame la ubicación!”. El número termina, por supuesto, revoleando el poncho. “Para el lip Sync, que es parte fundamental del arte drag, quería hacer un ícono torta. Y elegí ese tema de la Sole porque al escuchar cada detalle pensé que el personaje tenía que ser una tóxica”, me cuenta al rato Laurent, madre de la casa Tropikalia.

Los números siguen saliendo, la gente mantiene la ilusión de hacer una línea o cantar bingo. Las personas que meten la mano en la bolsa loca se multiplican, sacan un cortador de huevos, un mini parlante, un espejo de mano. Los hits musicales compiten entre sí, suena el Bombón asesino, Amores como el nuestro, Mentirosa de Ráfaga. Plutonia quiere compartir una alegría y muestra su nuevo DNI al público, la gente grita desaforada “¡Mujer!, ¡mujer!, ¡mujer!”. Desde hace seis meses figura en el sistema como Plutonia Blanca. Plutonia habla de la destrucción y de la transformación a través de la muerte. “Yo sentí que una parte de mí tuvo que morir para poder renacer y ser quien soy hoy. Blanca era el apellido de mi mamá y abuela biológica, me gustó la idea de seguir el legado materno. Las siento muy presentes en todos mis días”, me contó en el cuarto a solas con una sonrisa iluminada.

Cartón lleno

Mientras la gente solo piensa en sus cartones, otra parte de la Argentina está pendiente de los penales. “Si pensaron que acá íbamos a pasar el partido, no va a suceder. ¡Acá somos tres mostras dándolo todo!”, grita Plutonia. Un grupo de personas entra al lugar sin saber qué evento había en el lugar, se sientan en una mesa cerca de la puerta y observan ensimismados los últimos minutos del partido. 

Se escuchan festejos y Laurent canta “¡Argentina!, ¡Argentina!, ¡Argentina!”, el público corea el cantito de cancha. Ya pasó la medianoche, pero en el bingo drag los impactantes vestuarios no devienen en despojos de tela, nadie se permite volverse calabaza, el esplendor se mantiene hasta el final. Ellas son Cenicientas y sus propias hadas madrinas. Durante la tercera partida Plutonia se pasea por las mesas asegurando que su presencia da suerte a quien tenga cerca. Los hechos lo confirman: cartón que mira, cartón que recibe sus cruces. Jugadores la reclaman y Plutonia reparte el tiempo de su cuerpo, intenta estar con todxs porque eso hace una presidenta popular.

El evento llega a su fin y yo ya estoy averiguando cuándo será el próximo. Antes de irme, con el limpiador de inodoro como trofeo, le pregunto a Laurent qué significa hacer un bingo drag en estos tiempos difíciles del país. “En este momento, donde muchas estamos siendo despedidas de los trabajos y cuesta mantener la estabilidad y todo aumenta, el bingo es una entrada laboral. Es una parte de ese teje comunitario del trabajo que hacemos el equipo para aguantarnos y para tenernos entre amichas. Es parte de cumplir con un cupo laboral trans también, es parte de apostar y creer en nuestro arte y que a la gente le haga también como a nosotres el poder generar un rato de fantasía. Despejarnos un poco más allá de que siempre tratamos de repasar y entender durante la noche las consignas políticas por las cuales hoy en día la agenda LGBT está siendo invisibilizada. Que estemos bajo un foco de luz celebrándonos ya es algo super mega político”.

El siguiente bingo drag se hará el 1ero de agosto en La Paz arriba.

Para más información: @bindo.drag en Instagram