Retiros, reducción de horas, incumplimiento de pago de salarios y aguinaldo. En las últimas semanas se agudizó el conflicto laboral en los Servicios de Radio y Televisión (SRT) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), el multimedio universitario más grande de América Latina, con más de 60 años de historia. El rector de la UNC Jhon Boretto y el presidente de la empresa, Daniel Barraco, son apuntados por los trabajadores como los máximos responsables del plan de achicamiento que propone dejar una estructura mínima de funcionamiento y menos de un tercio de la planta.
El pasado jueves 11 de julio, trabajadores, organizaciones sindicales, sectores de la cultura y parte de la comunidad cordobesa se manifestaron en las puertas del Ministerio de Trabajo en defensa del multimedio ante una nueva audiencia fallida porque las autoridades universitarias no se presentaron. El conflicto escala por la abrupta reducción de presupuesto, la falta de canales de diálogo al interior de la universidad y la intransigencia de quienes deberían garantizar su sostenibilidad pero insisten en que se trata de una empresa de alto costo económico.
Los SRT son únicos tanto por su trayectoria como por su magnitud y alcance. Desde 1962 operan una señal generalista de televisión abierta –Canal 10– y desde 2011 una señal de noticias para el sistema de Televisión Digital Abierta –Cba24n–, manejan dos frecuencias de radio, AM 580 Radio Universidad fundada en 1958 y FM 102.3 Más que Música, y poseen un portal informativo propio. Sus periodistas y camarógrafos registraron y gestaron gran parte de la identidad cultural cordobesa, indisociable de la vida universitaria, la pluralidad informativa y la movilización política y social. Las imágenes del cordobazo, de las audiencias de los juicios por lesa humanidad en Córdoba o de la última marcha universitaria no serían parte de nuestra memoria sin los SRT.
Pero desde el año 2016, con el cambio de las autoridades en la UNC y el multimedio, la planta de trabajadores y las producciones vienen disminuyendo significativamente. El último tiempo marca una drástica aceleración en ese sentido al punto tal que muchas gerencias y áreas están virtualmente paradas. A esta altura la empresa ya prescindió de buena parte de sus trabajadores mientras plantea la opción de más retiros con la mitad de la indemnización correspondiente. El ataque afecta fuentes laborales pero centralmente daña al trabajo periodístico y vulnera los derechos a la comunicación del conjunto de la ciudadanía.
El 27 de febrero de este año, a instancias del propio rector, el Honorable Consejo Superior de la UNC dispuso un proceso de reconversión y reorganización del multimedio. Sin embargo, reconvertir y reorganizar no es sinónimo de vaciar ni desfinanciar, que es lo que están haciendo las autoridades. Reconvertir y reorganizar puede ser, por el contrario, reconocer las transformaciones y dificultades que atraviesan todas las empresas mediáticas, analizar sus causas, explorar nuevas posibilidades, pero siempre sobre la base de sostener la responsabilidad ineludible del Estado en la defensa de la diversidad y la pluralidad informativa, así como el rol diferencial de los medios públicos en un escenario hiperconcentrado donde todos los días se apagan medios. Reconvertir y reorganizar puede significar asumir la responsabilidad institucional de diseñar un plan estratégico para los SRT, acorde a su pertenencia universitaria, a su función pública, social y formativa, a su relevancia en la garantía del derecho a la comunicación, contemplando la participación de sus trabajadores y de la comunidad universitaria toda.
Hubo al menos otros tres momentos donde el cierre o la disolución de estos medios se constituyó como una amenaza: en 1982 durante la dictadura, en los ´90 con el menemismo y en el año 2000 con el avance privatista sobre las universidades. Pero el consenso social en torno a su importancia y el protagonismo de sus trabajadores logró sostenerlos y hacerlos crecer, llegando a ocupar lugares protagónicos entre la audiencia.
Por eso afirmamos, junto a las y los trabajadores, que en los SRT no sobra nadie. Por el contrario, hacemos falta todos y todas: defendiendo su existencia y los puestos de trabajo que allí se generan, argumentando su importancia pública y apuntalando su crecimiento para que la pluralidad informativa, la diversidad cultural y la libertad de expresión sean garantías concretas y reales.
* Doctora en Ciencias Sociales. Prof. UNC y Directora de la Especialización en Gestión y producción de Medios Audiovisuales
** Doctor en Ciencias Sociales. Prof. UNC y Coordinador Académico de la Especialización