“Volvemos a hablar de un industricidio muchísimo más fuerte y muchísimo más rápido”, aseguró por la 750 el subsecretario de Comercio bonaerense, Ariel Aguilar. La situación que se vive en la provincia de Buenos Aires es desoladora. En la industria “cuatro de cada diez máquinas están paradas”, resaltó el funcionario, que alertó por la escalada de la crisis: en los sectores más afectados, el número sube hasta el 70 por ciento.

La explicación de Aguilar llegó después de que el Indec informó que la utilización de la capacidad instalada por parte de la industria nacional se ubicó en mayo pasado en el 56,8 por ciento. Dato que implica un fuerte retroceso respecto del 67,8 por ciento que anotó el indicador en mayo del 2023.

“La industria es uno de los sectores más afectados. La provincia representa el 50 por ciento de la industria nacional. Sobre todo, en los sectores que tienen que ver con la mano de obra intensiva. Esos sectores han tenido mucho despido por goteo. Hay algún número que habla de 7 mil empresas que ya han cerrado”, expresó Aguilar.

Esto ocurre pese a los intentos de la gestión de Axel Kicillof de buscar medidas de contención en el sector pyme: “Cada una de las políticas que está tomando el Gobierno nacional va en contra de esos sectores. Porque lo primero que te retrae es el consumo. Con la pérdida del poder adquisitivo, con la suba de tarifas”.

“Esto ocurre en el día a día, todos los días, por más de que intentamos contener. No deja de ser un paliativo, porque la política macro está en contra de la producción. Abrir las importaciones es una decisión política, porque aumentar las tarifas es una decisión política”, añadió en este sentido.

Y los esfuerzos no son en vano si se tiene en cuenta que “el 80 por ciento del empleo en la provincia lo generan las pymes”. “El Gobernador, desde que empezó este año, tuvo reuniones con todos los sectores productivos. No hay un solo sector que nos dé una expectativa positiva”, señaló.

Es decir que si no se logra revertir esta tendencia la situación sólo podrá ser más y más desoladora, con más desempleo y, por consiguiente, muchísima más pobreza y personas llevadas a situaciones de vulnerabilidad.