El Gobierno disolvió la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y ordenó el regreso de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), el servicio de inteligencia que se utilizó hasta 2001, tras una serie de sonados escándalos de corrupción y espionaje ilegal. Los cambios se oficializaron con la publicación del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 614/2024 este martes en el Boletín Oficial (BO).

La SIDE será el "órgano rector" del Sistema de Inteligencia Nacional (SIN) y va a estar a cargo del Secretario Sergio Neiffert, según se anunció en el DNU 616/2024, también publicado este martes en el BO.

Según el Gobierno, la modificación tiene lugar porque "durante décadas" la AFI fue un organismo utilizado para realizar "actividades espurias, como el espionaje interno, el tráfico de influencias y la persecución política e ideológica".

El organigrama de la nueva Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) anunciado por el Gobierno. (Imagen: X/OPRArgentina)

Asimismo, la Administración de La Libertad Avanza apuntó: “Sin una supervisión efectiva, producto de intervenciones que se extendieron durante años, la proliferación de estas conductas constituyó una deuda con el sistema democrático y republicano que hoy comenzamos a saldar”.

Así, según el DNU, la reversionada SIDE depende "directamente" del Presidente, que en este caso, es Javier Milei. También se informó que de ella se desprenden cuatro nuevas agencias, "creadas con el fin de transformar y modernizar el sistema de inteligencia":

Servicio de Inteligencia Argentino (SIA)

Según el Gobierno, "tendrá entre sus funciones la recopilación de información estratégica alrededor del mundo, así como también la cooperación con agencias de inteligencia aliadas para la prevención y la disuasión de amenazas a nuestro país". Su director es Alejandro Walter Colombo, un exdelegado de la SIDE en Roma durante el menemismo, vinculado a Antonio Stiuso, que la Administración de Mauricio Macri había intentado volver a poner en el mismo lugar y luego se retractó.

Walter Colombo, director del Servicio de Inteligencia Argentino. Imagen: @SIA_Argentino.


Agencia de Seguridad Nacional (ASN)

Este nuevo órgano se encarga de "advertir de forma temprana y generar información sobre delitos federales complejos dentro del territorio nacional", precisó el Gobierno. Además, tiene como tareas "vigilar amenazas coordinadas provenientes de organizaciones criminales y terroristas". Su titular es Alejandro Pablo Cecati, exjefe de la custodia presidencial de Macri y muy cercano al expresidente.

Alejandro Pablo Cecati, titular de la Agencia de Seguridad Nacional. Imagen: @ASN_Argentina.

Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC)

"Evaluará, planificará y desarrollará soluciones para la detección y contención de ciberataques contra la infraestructura informática crítica en el país", informó el Gobierno, y agregó: "Así como también de la capacitación del capital humano del Estado para la prevención de amenazas y fallos de seguridad". Su director es Ariel Waissbein, precisaron las autoridades.

Ariel Waissbein, titular de la Agencia Federal de Ciberseguridad. Imagen: @AFC_Argentina.

División de Asuntos Internos (DAI)

Las tareas de esta agencia son supervisar y auditar "el manejo de los recursos de las agencias que operan bajo la órbita de la SIDE", y velar "por el respeto jurídico e institucional en el ejercicio de sus facultades". No se confirmó quién estará a cargo.

A su vez, como órgano rector del SIN, tiene a su cargo la coordinación operativa y el control presupuestario de la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal (DNIC) y de la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar (DNIEM), dependientes del Ministerio de Seguridad, conducido por Patricia Bullrich, y del Ministerio de Defensa, a la cabeza de Luis Petri, respectivamente.

El Gobierno, más avivado tras la salida de Posse

En mayo pasado el Gobierno anunciaba la renuncia del exjefe de Gabinete, Nicolás Posse en medio de críticas de propios y ajenos, y acusaciones de espionaje interno --se rumoreó que las víctimas directas de la vigilancia habrían sido la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei; y el asesor presidencial, Santiago Caputo--. Sin embargo, el oficialismo suavizó el comunicado al atribuirle a los motivos de su salida a la presunta "diferencia de criterios y expectativas en la marcha del Gobierno y las tareas encomendadas".

En los papeles, la AFI dependía del Presidente. Sin embargo, Milei había delegado la relación con la central de espías en Posse, con quien había forjado una amistad en la Corporación América. En tanto, en la AFI, Posse había colocado a un hombre de su confianza: Silvestre Sívori, un abogado que venía del macrismo y que había trabajado con Guillermo Dietrich.

Silvestre Sívori, ex titular de la AFI designado por el ex jefe de Gabinete, Nicolás Posse.

La expulsión de Posse significó un duro golpe para el mandatario nacional, pero además, representó la inminente salida de Sívori del cargo. Santiago Caputo no quiso que se cometa el mismo error, y por eso ubicó en el nuevo puesto de titular de la SIDE a Neiffert, hombre de su confianza. Éste último estudió tres años Ingeniería en informática en la Facultad de Ingeniería del Ejército, pero abandonó. Es decir, no tiene credenciales en la materia. El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, lo había mandado como representante del Poder Ejecutivo a la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar).

Vuelve la SIDE

Algunos tendrán más fresco el recuerdo de la controvertida SIDE, embarrada centralmente por sus tareas de espionaje. No obstante, son las nuevas generaciones las que deberán revisar con atención qué fue este servicio de inteligencia y por qué sufrió duros cuestionamientos durante y después de su funcionamiento.

Tal como informó la periodista Luciana Bertoia en Página|12, una de las polémicas que se les atribuyen son el pago de 400.000 dólares a Carlos Telleldín para involucrar con su declaración a un grupo de policías bonaerenses en el atentado contra la AMIA y, de esa forma, desviar la investigación. Esa parte de la trama quedó acreditada por la Justicia argentina. 

En junio pasado, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó a la Argentina por la impunidad que rodeó al ataque a la AMIA en una denuncia que impulsó Memoria Activa. El tribunal regional fue lapidario sobre el rol de la SIDE

“En el presente caso quedó establecido que uno de los principales obstáculos para la debida investigación del atentado y del encubrimiento fue la manipulación de información producto de actividades de inteligencia”, sostuvo.

La SIDE, como tal, dejó de funcionar en 2001, cuando se aprobó la Ley 25.520 de Inteligencia Nacional. Esa normativa es parte del consenso democrático que incluyó la ley de Defensa Nacional, promulgada durante el gobierno de Raúl Alfonsín, y la Ley de Seguridad Interior, aprobada durante la administración de Carlos Menem.

Desde 2001 a 2015, existió la Secretaría de Inteligencia (SI). Ese año, tras la muerte del fiscal Alberto Nisman, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner impulsó una nueva reforma, que dio origen a la AFI.

Por otra parte, además de la incorporación de Alejandro Walter Colombo, otro de los menemistas que vuelven a la SIDE es Juan Bautista "Tata" Yofre, secretario de Inteligencia del Estado entre 1989-1990. Fue convocado por Neiffert para que se haga cargo de la Escuela Nacional de Inteligencia. "Con él tenemos vínculo hace varios años y sabe mucho del tema inteligencia", dijeron en el Gobierno sobre la definición.

En el último el aniversario del 24 de marzo por el Día Nacional por la Verdad, la Memoria y la Justicia, Yofré ofició como conductor de un spot oficialista en el que reivindicó el terrorismo de Estado bajo la "teoría de los dos demonios" (mencionada por él como "memoria completa"), y se expresó en contra las políticas de derechos humanos de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.

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