María Cristina Caruso tiene 57 años y desde el viernes a la noche su familia no sabe nada de ella. Alrededor de las 20.30 salió de la casa de una vecina de barrio Itatí, que vive a dos casas de la suya, a preparar un jugo para la cena, pero nadie más la vio. En la vivienda quedaron sus llaves, documento, abrigo y demás pertenencias. Lo que más llama la atención de sus familiares es que la mujer "no se iría jamás dejando a su hija de 16 años, que tiene Síndrome de West, y depende solo de ella". La desesperación hizo que sus sobrinas salieran a buscarla por todos lados en su moto. Y si bien la denuncia fue presentada horas después por la pareja de la mujer y la familia hizo publicaciones en redes sociales con su foto, recién ayer Fiscalía tomó intervención en la búsqueda de paradero. 

El parte que emitió ayer por la tarde el Ministerio Público de la Acusación indica que María Cristina "mide 1,57 metro, cutis blanca, es de contextura robusta. Al momento vestía un pantalón tipo jogging celeste, campera abrigo blanca, zapatillas negras y posee lentes. Cualquier dato comunicarse al 911 o vía redes sociales a la Fiscalía Regional 2".

La denuncia que hizo la pareja de la mujer expresa que salió de la casa de una vecina, donde iban a comer, alrededor de las 20.30, a preparar un jugo a su casa, pero no la volvieron a ver. Familiares de María Cristina están siendo acompañadas por la Agrupación de Mujeres Resilientes (Ademur). "Hoy es el cuarto día de desaparición de María Cristina. Junto a su sobrina que la busca desesperadamente ya agotamos todos los recursos. Ella nunca se iría dejando a su hija abandonada con su padre que no sabe cómo medicarla o asistirla. Según el marido, salió el viernes a buscar un jugo, sin campera, sin gorro, sin DNI, sin nada y jamás volvió. Cada persona que la conoce, hasta del centro de salud barrial, saben que jamás dejaría a Luci", relató Fernanda Serna, referente de Ademur. 

Serna describió que antes de la intervención de Fiscalía fue con las sobrinas de la mujer a la PDI, donde las atendieron. "Ellos fueron hasta la casa y hoy pasaron todo a la Fiscalía con pedido para hacer rastreo y demás en el domicilio, donde ya fueron a hacer entrevistas. Aportamos todo lo que pudimos ir buscando. Las cámaras de la zona tampoco funcionan. Pero pasaron cuatro días que nadie la estaba buscando", sostuvo.

"Ella iba al centro de salud, donde hay un grupo de mujeres que trabaja el tema discapacidades y violencias. Hace poco, su hija salió de una internación, y la vida de María Cristina es para cuidarla. Tiene otra hija que ahora está de vacaciones con sus primos. Como la habitación de la hija está en reparación, esta vecina le prestó una pieza de la casa para que Lucía y María Cristina durmieran ahí. Esa noche, supuestamente, ella salió a buscar un jugo, desde la casa de la vecina, y a la hora se dieron cuenta que no volvía. Durante la madrugada él fue a hacer la denuncia. El sábado, no dejó pasar a la sobrina a la casa. El domingo, cuando ella volvió a ir, entró y la casa estaba limpia. Además, por una vecina supimos que hace un tiempo estuvo una mujer viviendo en la misma casa con ellos", relató.  

En tanto, la sobrina de María Cristina sostuvo que ella se enteró de la situación el viernes a la noche. "Yo estaba en Berabevú, en la casa de mi mamá, y él me llamó alrededor de las diez de la noche para saber si mi tía estaba conmigo, que se había ido a preparar un jugo porque pidieron comida hecha, y que cuando fue a la casa encontró que mi tía dejó la puerta abierta y las llaves arriba de la mesa. Mi tía sería incapaz de irse de la casa, ella vive por Lucía. Ya la busqué por todos lados y tengo la vida en pausa hasta que la encuentre".