Este martes una turba de judíos ultraortodoxos atacó a dos oficiales del Ejército israelí en Bnei Brak —periferia de Tel Aviv— cuando salían de una reunión con un rabino para crear una brigada de religiosos fundamentalistas en las fuerzas armadas. Medio centenar de hombres de saco y sobretodo negros, camisa blanca y sombrero, se enervaron al descubrirlos y comenzaron a gritar “¡asesinos!", mientras lanzaban botellas: uno se arrojó sobre el capó de un auto para impedirles partir. La consigna es "muertos o presos, antes que alistados".