Este miércoles y jueves se concretarán los eventos centrales por los 30 años del atentado contra la AMIA. Llegaron a Buenos Aires delegaciones de la mayoría de las comunidades judías del mundo y el planteo central es contra el terrorismo. Todo indica que se nombrará mucho, muchísimo, a Irán y Hezbollah, pasando por encima de la enorme cantidad de dudas que existen en la investigación del atentado y en la causa judicial. Página/12 revela hoy un diálogo entre el ex presidente Alberto Fernández y el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, durante un almuerzo a solas en enero de 2022. A esto se agrega que en las jornadas de esta semana, lo ocurrido en 1994 se va a relacionar con la situación actual en el conflicto Israel-Palestina, con Hamás como amenaza principal, y lo que se vive en estos meses: la ola de antisemitismo en el mundo. Este miércoles, durante todo el día, en el Hotel Hilton, habrá una conferencia sobre esos temas, terrorismo y antisemitismo. Estarán el presidente Javier Milei y los mandatarios de Uruguay y Paraguay, Luis Lacalle Pou y Santiago Peña. El jueves a las 9.30, frente al predio donde se produjo el ataque, en la calle Pasteur al 600, se hará el acto central, también con la presencia de Milei. A la misma hora, 9.30, en Plaza Lavalle, ante el Palacio de Tribunales, estarán los familiares agrupados en Memoria Activa, como símbolo de reclamo ante la inacción de la justicia.
El debate sobre la impunidad
Desde el punto de vista del expediente judicial argentino, los dos atentados que se produjeron en Buenos Aires están impunes. No hay detenidos y los acusados libaneses e iraníes nunca fueron capturados ni llevados a la justicia. La excepción fue el ex embajador de Irán en Argentina, Hadi Soleimanpour, detenido en Londres en 2004. El juez de la causa, Juan José Galeano, envió 400 páginas del expediente y el magistrado británico consideró que no existían pruebas contra Soleimanpour. El diplomático fue puesto en libertad y la Argentina pagó 20.000 libras de costas judiciales.
En este momento hay dos protagonistas,muy marginales, que podrían ser juzgados. Farouk Omairi, un libanés-brasileño de 80 años, dueño de la agencia de viajes Piloto, de Foz de Iguazú, está acusado de haberle gestionado el pasaporte a Salman El Reda, supuestamente el hombre clave en la organización del atentado. Omairi será juzgado en Brasil y el fiscal especial AMIA, Sebastián Basso, ya mandó las evidencias de la acusación. No será fácil que le puedan probar que sabía del atentado. Algo similar pasa con Hussein Mouzannar, también comerciante, pero de Ciudad del Este. Basso lo acusa de haberle dado el certificado de trabajo a El Reda con el que después el sospechoso consiguió el pasaporte paraguayo. Mouzannar está en El Líbano, pide declarar desde allá para no ir preso, pero la justicia no acepta que la indagatoria se haga de esa manera.
Finalmente, el gobierno de Javier Milei está proponiendo realizar un juicio en ausencia contra los iraníes y libaneses sospechados. Cuatro integrantes del gobierno de Teherán. Ahmad Vahidi es ministro del interior. Alí Akbar Velayati, asesor principal del líder religioso supremo. Mohsen Rezai y Alí Falhayan integran el Consejo de Experiencia, que es una especie de árbitro de disputas entre el poder religioso y el poder ejecutivo. O sea, son cuatro funcionarios de altísimo rango. En un segundo nivel están Mohsen Rabbani, ex agregado cultural en la Argentina y supuestamente el más cercano al atentado, y Ahmad Reza Asghari, ex secretario de la embajada de Irán en Buenos Aires. Y, finalmente, los libaneses. El principal, El Reda, que en verdad se llamaría Salman Raouf Salman, y su hermano Abdallah Salman, José, protagonistas centrales del ataque. La prueba contra todos ellos son informes de inteligencia, principalmente israelíes.
La investigación judicial resultó un fracaso absoluto. Hay poco o muy poco de los autores. No se sabe de dónde salió el grueso de los explosivos, dónde se armó la camioneta bomba, quién fue el conductor suicida, cómo entraron todos al país. Y tampoco se sabe nada sobre los autores intelectuales. Israel acusa a la organización libanesa Hezbollah y a Irán, pero los expertos norteamericanos de la CIA y el FBI hasta reconocieron que no hay pruebas. Parece evidente que no se puede descartar que el ataque haya sido perpetrado por un grupo de fanáticos libaneses, habitués de una mezquita radicalizada, y que actuaron por venganza por el alineamiento de Carlos Menem con Washington y Jerusalem.
Un almuerzo en Jerusalem
En enero de 2022, Alberto Fernández y Axel Kicillof viajaron a Israel en ocasión de recordarse los 75 años de la liberación del campo de concentración nazi de Auschwitz. En ese viaje, Fernández y su pareja, Fabiola, fueron invitados a un almuerzo por Benjamin Natanyahu y su esposa. El encuentro fue en la casa del primer ministro israelí.
Ocho años antes, en 2014, el ex embajador de Israel en la Argentina, Itzhak Avirán, había dicho que “los autores del atentado contra la AMIA ya fueron mandados al otro mundo. Y lo hicimos nosotros”. Sus palabras fueron desmentidas por la propia cancillería de Israel, pero nada resultó convincente, porque otro embajador, Daniel Gazit, había afirmado algo parecido en marzo de 2010.
Página/12 revela, en exclusiva, lo ocurrido en aquel almuerzo, Fernández le preguntó a Netanyahu sobre los autores del atentado y le pidió que, si Israel, ya había actuado, que aportaran los elementos para no buscar a los autores en la oscuridad. Netanyahu no respondió, pero prometió hacerle llegar la información al presidente argentino.
Meses más tarde, un alto jefe del servicio de Inteligencia de Israel, la Mossad, concurrió a Olivos para responder a aquel pedido a Netanyahu. El funcionario no confirmó que Israel había “ejecutado” a los responsables, sino que exhibió la versión de la Mossad, parte de la cual se publicó luego en el New York Times.
*Que los explosivos entraron a la Argentina un año antes y fueron enterrados en Parque Centenario por personas que se hicieron pasar por trabajadores municipales. Una versión extraña, poco creíble.
*Que la organización libanesa Hezbollah alquiló una casa en el Gran Buenos Aires para preparar la camioneta. Pero la Mossad nunca pudo encontrar esa casa.
-¿Ustedes ya actuaron contra los que cometieron el atentado?-, preguntó Fernández.
El jefe de la Mossad no quiso contestar. No confirmó ni rectificó.
Lo cierto es que en la causa judicial no hay nada que acredite esas versiones. Apenas algunos informes de inteligencia y ninguna prueba concreta. Es público y notorio que el jefe operativo de Hezbollah, Imad Mugnyieh, terminó muerto en un atentado en Damasco, Siria. Pero, que se sepa, es el único.
Los actos: miércoles y jueves
En la jornada sobre Terrorismo y Antisemitismo que se desarrolla este miércoles en el Hotel Hilton estarán los presidentes Milei, Peña y Lacalle Pou, los ministros Patricia Bullrich y Mariano Cúneo Libarona y representantes del American Jewish Commitee, la Anti-Defamation League, ambas organizaciones de Estados Unidos, y delegaciones de Francia, Reino Unido, Australia y de toda América Latina. Desde Israel vino el Ministro de la Diáspora, Amichai Chikli.
El jueves, a las 9.30, frente a Pasteur al 600, después del sonido tradicional del shofar y de una sirena, hablarán el titular de la AMIA, Amos Linetzky y un grupo de familiares de las víctimas. Conduce la actriz Stefi Roitman que viaja especialmente a la Argentina: ella nació el 18 de julio de 1994. Ese día cumple 30 años. Milei, como otros presidentes que estuvieron en los actos recordatorios, no hablará: estará entre el público.
También el jueves, a la misma hora, 9.30, frente a Tribunales se realizará el acto de los familiares y amigos de Memoria Activa. Hablarán Diana Malamud; el abogado de la agrupación, Rodrigo Borda, y cerrará el acto el rabino emérito Daniel Goldman. Memoria Activa se distancia de los actos de la AMIA y la DAIA por considerar que ambas instituciones respaldaron toda la investigación oficial, llena de maniobras y pistas falsas, y que ahora fue condenada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.